Trapero ordenó a mandos de los Mossos que no auxiliaran a la Guardia Civil en el registro a Economía

Trapero
El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero. (Foto: AFP)
Carlos Cuesta

Los documentos que los Mossos pretendían destruir en la incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona) el día 26 de octubre incluyen pruebas evidentes de que el entonces mayor, Josep Lluís Trapero, orquestó un equipo de mandos de la policía autonómica para controlar a los guardias civiles sitiados en el registro del Departamento de Economía ocurrido el 20 de septiembre y dejarles sin ayuda, pese a la exigencia legal.

“En el vehículo Ford Transit matrícula 0491-BSV, y dentro de las cajas nº1 y nº27, se han intervenido 4 borradores de minutas”, señalan los documentos que consiguieron salvar los policías que impidieron la destrucción de los documentos de los Mossos. Las minutas corresponden a cada uno de los cuatro agentes de la policía regional que estaban encargados de controlar los movimientos de los guardias civiles y de informar a su cúpula, eso sí, sin ayudar a los agentes de la Benemérita que, en esos momentos, se encontraban sitiados por violentos que destrozaron sus tres coches y llegaron a robar los fusiles Cetme.

“El primer borrador es de la intendente Teresa Laplana, en el cual hay numerosas correcciones de horarios y personas, así como subrayados a bolígrafo”, señala la documentación. De esta manera mantenían control de todo lo que ocurría y generaban información para justificar a sus agentes sobre los falsos motivos de no haber asistido a la Guardia Civil.

“El segundo corresponde al Inspector Xavi Pastor, sin correcciones, el tercero al Inspector Josep García, en el cual se observa que las franjas horarias reseñadas en el borrador están subrayadas en forma de círculo con bolígrafo y el cuarto del Sargento del AME con TIP 1903, sin anotaciones”.
El esquema fue diseñado por Trapero, el mismo que dio órdenes a los Mossos de espiar, informar y delatar cada movimiento que realizase la Policía Nacional y la Guardia Civil el 1-O, como ha adelantado OKDIARIO.

Las consignas de los agentes autonómicos ese día decisivo -el del referéndum ilegal- no eran estar atentos a la votación inconstitucional pese a las exigencias del TSJC. Su obsesión, de nuevo, era controlar al milímetro cada paso que daban los agentes enviados desde el resto de España para poder informar a su cúpula y evitar la eficacia del operativo nacional que pretendía paralizar el golpe separatista.

Así se desprende, de nuevo, de la información recopilada en los informes que los agentes del cuerpo autonómico pretendieron destruir el 26 de octubre justo cuando fueron interceptados por una decena de efectivos de la Policía Nacional que impidieron a los Mossos d’Esquadra destruir las pruebas en una incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona).

La Policía española señala en su informe, que será remitido este lunes a la Justicia, que los documentos que pretendían quemar los Mossos para evitar su conocimiento recogen como los agentes autonómicos fueron delatando, de este modo y de manera sistemática los movimientos de los agentes nacionales desde los barcos en los que se alojaban los policías y guardias; informaron de los movimientos de los coches; o de cualquier otro tipo de desplazamiento. Porque las ordenes del mayor Trapero eran utilizar sus recursos policiales para espiar a los policías. No para evitar, ni los preparativos el referéndum ni el propio golpe del 1-O.

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