Un sector de Podemos se ‘independiza’ de Iglesias: «Quiere arañar votos de ERC y se olvida de España»

La decisión de Podemos de recurrir ante el Tribunal Constitucional la aplicación del artículo 155 en Cataluña ha provocado un serio debate en el partido, y en la propia dirección de Pablo Iglesias. No todos comparten una estrategia que, coinciden en fuentes del partido, es arriesgada y podría acabar penalizando a la formación con vistas a unas generales. Tampoco en las federaciones regionales existe unanimidad, y sí temor a la reacción de las bases y de sus votantes.

Como avanzó OKDIARIO, hace semanas que la posibilidad de llevar el 155 al TC genera un encendido debate interno. Los críticos consideran que la apuesta de Iglesias vuelve a alinear a la formación con el discurso del independentismo. Una táctica que ya provocó la censura de una de sus fundadoras, Carolina Bescansa. La diputada-que fue ‘purgada por Iglesias de la comisión constitucional en el Congreso-fue clara en su crítica: «A mí me gustaría un Podemos que hablase más de España y a los españoles, y no solamente a los independentistas».

Bescansa sintetizó entonces, en público, lo que es un clamor dentro del partido, tanto en el ámbito nacional como en las distintas comunidades autónomas y avisó de que «muchas personas sienten» lo mismo que ella.

El reproche interno es que la dirección carece de una política definida con Cataluña, un proyecto para España y que sus decisiones le equiparan con los secesionistas. «Un partido con las aspiraciones de Podemos no puede renunciar a la construcción de un proyecto de país mirando en el conjunto de España», secundó Luis Alegre, en su día secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid y hoy también apartado.

Eran los momentos previos a la declaración de la República catalana en el Parlament, a finales de octubre y Podemos enfocaba sus críticas al Gobierno por la aplicación del artículo 155. Internamente, se criticaba que no hubiese apenas reproches hacia los independentistas, que habían culminado un referéndum ilegal e insistían en su pulso al Estado.

Iglesias trató entonces de atajar la indignación con una carta abierta a la militancia en la que reiteraba la apuesta por el referéndum pactado y rechazaba que una «gran movilización social justifique la independencia de Cataluña».  Era el único aviso a los dirigentes golpistas, porque el líder de Podemos arremetía de seguido contra el pacto PP-PSOE-Ciudadanos-que bautizó como «el bloque afín a la monarquía»- para aplicar el artículo 155, suspender el autogobierno en Cataluña y «mantener a Unidos Podemos lejos».

Ni las críticas internas, ni la caída estrepitosa en las encuestas-que le colocan como cuarta fuerza a nivel nacional, superada ya por Ciudadanos-han movido a Iglesias a replantear su postura, reforzada ahora con la decisión de recurrir al TC.

«Rascar votos a ERC»

Según fuentes internas, el movimiento obedece a un interés cortoplacista de «rascar votos de ERC» en las elecciones del 21 de diciembre. «Las encuestas señalan una huida de voto que era de Podemos al PSC y Ciudadanos. Solo queda rascar por la izquierda», concluyen las fuentes consultadas.

El partido en Cataluña está roto. Tanto a nivel orgánico-como evidenció la destitución de su líder, Albano Dante, por la dirección estatal-como entre la militancia. Y recurrir ante el Constitucional es leído como un «favor» hacia ERC y PDeCAT, que no disponían del número mínimo de diputados, 50, para llevar adelante la iniciativa. En Podemos tratan ahora de evitar la fotografía conjunta y afirman que no contarán con estos partidos para presentar el recurso, el próximo lunes.

El portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech- candidato en Cataluña-ha explicado este jueves que hacía tiempo que lo preparaban y que la decisión «no ha sido de un día para otro». También se ha adelantado a las críticas: «Debate tenemos siempre, pero no hubo divergencias», ha zanjado.

Tampoco pasa por alto el momento «inoportuno», según los críticos, de anunciarlo, justo un día después de que Gabriel Rufián reprochase a Iglesias no haber hecho nada para recurrir el 155. Entre los republicanos, antes no se comprendía la postura de Podemos, y ahora se celebra. «No entendíamos que tardaran tanto», insistió este mismo jueves el portavoz, Joan Tardà.

El partido asegura que Podemos no les informó de esta iniciativa, aunque desde el PDeCAT sí afirman que han estado intercambiando documentos en los últimos días para que el recurso fuera conjunto. Su portavoz, Carles Campuzano, consideró que «si hay unidad de posición sobre el rechazo a la aplicación del 155» sería «de sentido común» presentar  «un único recurso».

La estrategia añade más munición al escenario de pactos tras el 21-D. En fuentes de Podemos se asegura que la estrategia es buscar el acuerdo con el PSC, y no tanto con ERC. Pero, en cualquier caso, esa suma sería insuficiente, por lo que no se descarta contar con los republicanos, si renuncian a la vía unilateral.