ERC y PDeCAT reconocerán como “gobierno legítimo” al depuesto por rebelión si ganan las elecciones

Oriol Junqueras
Reunión del Govern antes de ser destituido (Foto: Efe).
Carlos Cuesta

ERC y PDeCAT siguen en rebeldía y, como tal, quieren reconocer tras el 21-D como legítimo al ejecutivo autonómico depuesto por el Gobierno de Mariano Rajoy en aplicación del artículo 155. Su plan pasa por realizar un acto de reconocimiento del gobierno regional de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras nada más pasar las elecciones del 21 de diciembre. De hecho, pretenden hacerlo como nuevo gobierno porque, según sus propios cálculos, con unas u otras alianzas, creen que podrán seguir gobernando Cataluña.

Se trataría, por lo tanto, de un puro acatamiento estratégico de las elecciones convocadas por Moncloa. No de un acatamiento real del 155, ni de la legitimidad del Gobierno nacional, ni de la Justicia española. Las conversaciones que mantiene en estos momentos los dos partidos separatistas, de hecho, no descartan ni siquiera la posibilidad de reclamar como presidente y vicepresidente a Puigdemont y Junqueras. Al igual, que como consejeros regionales a todos los imputados.

La decisión final dependerá, exclusivamente de una cuestión estratégica. Nunca de un acatamiento real de la ley. Algo que genera un problema judicial adicional. Y es que, por ejemplo, Carme Forcadell ha conseguido eludir la prisión incondicional por medio de afirmar que nunca haría política basada en el desacato a la Constitución. Y, sin embargo, lo cierto es que, nada más salir de prisión, ha aceptado ir en las listas de ERC, un partido que defiende en el artículo 2 de sus estatutos la independencia y que, en estos momentos, debate precisamente la realización de un acto expreso de reivindicación del gobierno rebelde como ejecutivo legítimo y auténtico de la “república catalana”.

La lista del PDeCAT, por su parte, también es un fiel reflejo de esta estrategia. Por un lado, Puigdemont abre la lista como candidato a la presidencia, pese a estar en estos momentos escondido en Bruselas. El número dos de esa misma listas es Jordi Sànchez, presidente de la ANC encarcelado y considerado por la Guardia Civil como eje del golpe del 1-O junto con su compañero Jordi Cuixart -presidente de Òmnium Cultural-. La exconsellera Clara Ponsatí –fugada a Bruselas- y sus compañeros Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn y Lluis Puig -los tres primeros en prisión preventiva y el tercero también en Bruselas- también figuran en el cartel electoral. Es decir, que los cinco primeros espadas electorales de esta lista -que concurrirá con el nombre de Junts per Catalunya- están en la cárcel o prófugos de la Justicia.

El panorama se complica aún más porque el Gobierno de España ya ha filtrado oficialmente su deseo de levantar el artículo 155 en el momento en el que se conforme nuevo Gobierno en Cataluña. Porque, supuestamente, a partir de ese momento, habría vuelto ya la legalidad a esta comunidad autónoma. Algo un tanto difícil de argumentar en el momento en el que el nuevo gobierno regional, si ganan los separatistas, reivindique el anterior equipo golpista y vuelva a dejar constancia de su rebeldía.

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