España

Un juez barcelonés llama «terroristas» a los policías y dice que «Su Borbónica Majestad se mira el ombligo»

El titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 17 de Barcelona, Federico Vidal Grases, ha utilizado su cuenta oficial de correo electrónico para llamar «terroristas uniformados» a los policías nacionales y guardias civiles que participaron en el operativo para impedir el referéndum ilegal del 1-O. En el mismo mensaje, el magistrado ha incluido comentarios vejatorios sobre el rey Felipe VI.

Ha ocurrido este mismo miércoles, 4 de octubre. A través de un canal corporativo del Ministerio de Justicia, varios jueces de toda España han enviado muestras de apoyo a sus compañeros que desarrollan su labor en Cataluña, por la delicada situación en la que se encuentran ante el proyecto independentista de Carles Puigdemont y sus socios de la CUP.

La respuesta del juez Vidal Grases a estos mensajes ha sido la siguiente: «Intervengo por que (sic) no entiendo nada. ¿Han pegado a algún juez en Cataluña? ¿Lo han vejado, insultado en público o amenazado por ser juez? Si es así, toda mi solidaridad y repulsa. Sin embargo, no tengo noticia alguna de ello».

Y tras plantear estas preguntas, el magistrado añade lo siguiente: «Si no es así, ¿de qué nos lamentamos? ¿Nadie tiene nada que decir sobre el TERRORISMO POLICIAL que sí sufrimos en Catalunya, ni sobre los 890 heridos que han provocado los terroristas uniformados? ¿Ni sobre los 2,3M [millones] de personas que se han visto coaccionadas, insultadas y despreciadas por querer votar? ¿De verdad no hay nada que decir?».

Correo electrónico remitido este miércoles por el juez Federico Vidal Grases a sus compañeros de magistratura.

Con estas palabras, el magistrado Federico Vidal Grases califica de «terroristas uniformados» a los agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil que, cumpliendo las órdenes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), tuvieron que intervenir en unas condiciones especialmente difíciles para retirar las urnas en algunos colegios electorales.

Extraordinariamente difíciles, dado que los Mossos d’Esquadra dirigidos por Josep Lluís Trapero hicieron dejación de sus funciones y desobedecieron la orden que les había dado la juez Mercedes Armas, según la cual debían precintar todos los colegios electorales antes de las seis de la mañana del 1-O.

Como ha informado OKDIARIO, parejas de mossos se limitaron a visitar los centros escolares para saludar a los independentistas que los habían ocupado y levantar acta indicando que el desalojo no era posible porque estos ofrecían resistencia. A pesar de que, en algunos casos, apenas encontraron a media docena de personas. Por todo ello, Trapero ha sido citado a declarar en la Audiencia Nacional, imputado por un delito de sedición.

En su correo electrónico, el juez Federico Vidal Grases califica de «terroristas uniformados» a los policías nacionales y guardias civiles que intervinieron para intentar impedir el referéndum y les culpa de que en la jornada del 1-O hubiera «890 heridos». Esta cifra fue facilitada por el Departamento de Salud de la Generalitat y parece bastante inverosímil, ya que sólo hay constancia de que cuatro heridos tuvieron que ser hospitalizados.

Entre los supuestos heridos hay farsantes como la candidata de ERC Marta Torrecillas, quien para inflamar los ánimos de los independentistas aseguró que la Policía le había «roto todos los dedos uno a uno». Luego ha tenido que reconocer que, simplemente, tiene una inflamación en un dedo. En cambio, sí se ha constatado que a lo largo de la jornada del 1-O resultaron heridos más de 400 agentes.

El juez se mofa del Rey Felipe VI

El magistrado de lo Contencioso-Administrativo concluye su correo electrónico con un comentario vejatorio dirigido al Rey Felipe VI: «Hacemos como su Borbónica Majestad y nos miramos al ombligo para no perder la plaza o nos enfrentamos con la dura realidad de forma valiente, o de lo contrario vamos atener (sic) problemas de verdad», como se puede comprobar en el documento reproducido en esta página.

Al difundirse a través de un canal oficial del Ministerio de Justicia, el mensaje de Vidal Grases ha sido recibido con indignación por numerosos compañeros de la carrera judicial. La titular del Juzgado de Primera Instancia número 22 de Barcelona, Gemma Vives, le ha respondido con una misiva en la que le recuerda que cualquier magistrado debe atenerse a su juramente constitucional, más allá de cualquier consideración política.

«Yo solamente sé que pertenezco a la carrera judicial», indica esta magistrada en su respuesta, «ni más ni menos. Y que juré o prometí algo muy serio, por lo que mi trabajo está comprometido por ello. Si yo no quisiera, es sencillo: me voy. Nada me obliga a permanecer en este oficio. Pero con mi juramento voy por la vida y además encantada: no tengo otro código mejor ni tampoco un principio más hermoso».

A continuación, recuerda al magistrado independentista que quien provocó los altercados fue el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al empeñarse en celebrar el referéndum ilegal pese a que el Tribunal Constitucional se lo había prohibido expresamente: «Todo nació de la desobediencia expresa y deliberada a una orden judicial. El uso de la fuerza, si fue desmedido, lo investigarán los colegas que en ello están y eso es lo tranquilizador del sistema que ahora se tambalea: se investiga».

Fragmento del mensaje con el que una juez de Primera Instancia de Barcelona ha respondido a las descalificaciones del magistrado Vidal Grases.

La juez de Primera Instancia dirige unas palabras a sus compañeros de la magistratura: «No olvidéis, somos la balanza, el principio y el fin de esos derechos fundamentales. El equilibrio. Guardemos la munición del odio para otros que no ponderan ni quieren hacerlo».

La magistrada Gemma Vives concluye su mensaje aludiendo a las desafortunadas palabras del juez Federico Vidal Grases: «Cierto, compañero, no me ha partido nadie la cara. No es menester. Pero me han partido el alma en dos trozos, aunque sólo sea por si esto sigue a la deriva y un día amanezco y tengo que elegir. El alma lo vale. No olvidéis: hay dolor en todo esto, un dolor profundo e inesperado que se agarra a un clavo ardiendo para amanecer mañana en otro lugar o en un lugar que viva en paz. Es mezquino, a mi juicio, comparar otros tiempos de violencia explícita. Ofendemos a quienes sirvieron en País Vasco y siguen sirviendo».