El Gobierno quiere aplazar dos votaciones en el Congreso sobre Cataluña hasta después del 1-O

PSOE
Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno.

El Gobierno ha pedido aplazar una pregunta y dos interpelaciones planteadas para el miércoles en el Congreso por En Comú y el PDeCAT, lo que impediría que la Cámara Baja vote mociones de estos grupos sobre la situación política de Cataluña en vísperas del referéndum independentista del 1 de octubre.

Tanto el grupo parlamentario de Unidos Podemos, a iniciativa del portavoz de En Comú, Xavier Domènech, como el Mixto, a instancias del PDeCAT (la antigua Convergència), registraron este jueves sendas interpelaciones al Gobierno para debatir sobre la situación política de Cataluña y la actitud del Ejecutivo ante el referéndum ilegal del 1 de octubre.

La confluencia catalana de Podemos ya intentó promover un Pleno monográfico para que el presidente Mariano Rajoy detalle a la Cámara antes del 1 de octubre qué más piensa hacer para impedir la celebración del referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional, pero el PP no lo considera necesario y el PSOE avanzó que sería mejor que compareciera después del 1-O, por lo que ese Pleno no tiene visos de celebrarse antes de esa fecha.

En sus respectivos textos, a los que ha tenido acceso Europa Press, En Comú Podem y PDeCAT critican con dureza la estrategia del Ejecutivo para desactivar el referéndum y actuar contra sus promotores y la decisión de la Fiscalía de imputar a más de 700 alcaldes favorables a la consulta.

«Miedo y amenazas, no política»

«Ante la convocatoria del referéndum, la reacción del Gobierno de Mariano Rajoy ha sido activar una estrategia del miedo, centrada en acciones judiciales y policiales», denuncia En Comú, mientras que la antigua Convergencia define la respuesta de Moncloa como «agresiva, desproporcionada y amenazante».

El Gobierno ha pedido a estos grupos aplazar esos debates alegando que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que es quien está coordinando la acción del Ejecutivo en esta materia, no podrá asistir a la sesión plenaria del próximo miércoles, como así se había avisado al Congreso, según confirmaron a Europa Press fuentes oficiales. De hecho, para ese miércoles está anunciada la ausencia de un total de seis ministros.

Cada una de esas interpelaciones conlleva la votación de moción en el Pleno de la semana siguiente, en este caso el día 26, y el problema es que, al aplazar el debate del miércoles, se retrasaría en consecuencia al 10 de octubre la votación de las mociones de En Comú y el PDeCAT, que quieren forzar un pronunciamiento del Congreso antes del referéndum del día 1.

Desde Moncloa están haciendo gestiones con los dos grupos parlamentarios para posponer los debates del miércoles, y por tanto también las votaciones. Sin embargo, En Comú y el PDeCAT tienen la potestad de exigir que sus interpelaciones sean atendidas, aunque sea por otro miembro del Gobierno, para no alterar la fecha de votación que buscan forzar antes del 1-O.

El martes, iniciativa de Ciudadanos

Si finalmente las interpelaciones se aplazan, la única votación del Congreso antes del referéndum sería la de la proposición no de ley presentada por Ciudadanos para respaldar al Gobierno, al Poder Judicial y a los funcionarios ante el desafío secesionista.

En el Pleno del próximo miércoles también figura una pregunta del portavoz de En Comú, Xavier Domènech, con la intención de que, en la misma sesión de control, algún miembro del Gobierno deje claro si está en sus planes aplicar el artículo 155 de la Constitución o la Ley de Seguridad Nacional para frenar el referéndum. «¿Piensa intervenir la autonomía de Cataluña?», reza el anunciado.

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