Las redes se ríen del diputado Rufián por acusar a la Casa Real de manipular una fotografía

Rufián
Gabriel Rufián. (Foto: EFE)
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
  • Responsable de la mesa de coordinación. Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, acusa a la Casa Real de manipular una foto del Rey en los actos contra el terrorismo de Barcelona utilizando una foto antigua.

La cuenta de Twitter del diputado independentista no para recibir mensajes jocosos por una nueva metedura de pata de Rufián. El pasado lunes 28 de agosto publicaba un mensaje que decía: «Casa Real presenta ‘Colorea tu pancarta’». Acompañaba el mensaje una foto del Rey, flanqueado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Detrás se apreciaban unas pancartas con letras muy pequeñas por la distancia y con la luz del sol dándoles de frente, con lo que el efecto parece convertirlas en papel en blanco. El mensaje del diputado republicano daba a entender que la imagen –en realidad es un vídeo compartido por Casa Real– se había tomado el sábado 26 de agosto y había sido trucada para esconder alguna de las proclamas y mensajes que ese día se pudieron leer contra el Rey o contra el Gobierno.

Inmediatamente, los usuarios han empezado a compartir mensajes jocosos recordándole a Rufián que la imagen que él pretendía vender como manipulada en realidad correspondía con una foto tomada el día 18 de agosto, un día después del atentado, durante el respetuoso minuto de silencio que se guardó por parte de la autoridades tras los atentados.

Uno de las mejores respuestas al diputado de ERC llegó por parte del periodista Manu Marlasca: «A lo mejor es que el día 20, fecha del tuit, no había pancartas que colorear porque la manifestación fue el 26», contestaba entre cientos de mensajes a Rufián.

Las meteduras de pata del diputado Rufián

Las redes sociales se han convertido en un lugar de intercambio de información, de conversación, pero también de grandes meteduras de pata. Eso lo sabe perfectamente Gabriel Rufián. Desde que dio el salto a la política y ganó exposición en los medios, sus mensajes se han convertido en un reclamo viral.

A principios del mes de agosto, y a propósito de la huelga del personal de Eulen en El Prat de Barcelona, Rufián cargaba contra la hermana del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, una de las responsables del grupo de servicios. «Ya es mala suerte que la empresa de seguridad de la hermana de Núñez Feijóo trabaje en 27 aeropuertos y sólo haga huelga en el de Barcelona».

Los comentarios no tardaron en ridiculizar el tuit de Rufián. «La empresa no hace huelga. La hacen los trabajadores (con tu permiso)», decía una de las primeras contestaciones. Otro añadía que «aquí has patinado y demuestras que tu izquierdismo acaba cuando empieza tu nazionalismo».

Pese a su posición y su cargo político, Rufián nunca se ha escondido y ha demostrado que no se esconde ante las polémicas. Como cuando compartió un mensaje en el que decía que «PP y C’s piden la cesión de Zozulya». El futbolista aludido es el húngaro Zozulya, fichado por el Betis, y que levantó una enorme polvareda mediática cuando se destapó su pasado ultraderechista.

Otro momento ‘estelar’ de Rufián en las redes sociales tuvo lugar el 7 de septiembre de 2016. Ese día el objetivo del afilado ingenio del político independentista catalán se dirigió contra el dueño y fundador de Inditex. «Amancio Ortega empezó de la nada en un garaje de Tánger, Dacca y Delhi», en referencia a los comienzos del empresario gallego que aquel día se había convertido en el hombre más rico del planeta.

Como siempre, Rufián encontró respuesta a su ataque con un tuit demoledor: «Las Nike que llevas están fabricadas en Hospitalet», en referencia a las deportivas que lucía el político en una foto y cuyo fabricante ha sido acusado en numerosas ocasiones de utilizar mano de obra barata en países del tercer mundo.

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