Puigdemont ordena a sus diputados estar «localizables» para anunciar fecha y pregunta del referéndum

Referéndum Cataluña
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont (Foto: Efe)

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ordenó este jueves a sus diputados que estén «localizables» la semana que viene. Su gabinete prepara un acto conjunto para dar a conocer la fecha y la pregunta del referéndum independentista.

Puigdemont ha transmitido este mensaje a los suyos a través de mails, mensajes de texto y, en algunos casos, con reuniones privadas para transmitir el mensaje de «unidad» frente a las fuerzas constitucionalistas que buscan impedir que la consulta no se celebre. Por ello, Puigdemont piensa escenificar este anuncio con un acto en el que también participarán sus consejeros y el vicepresidente económico y líder de ERC, Oriol Junqueras

Desde la Generalitat aseguran que no han fijado fecha todavía para este anuncio porque «también tenemos que estar pendientes de la actualidad», señalan. En todo caso, dan por hecho que se celebre después de la reunión del Pacto por el Referéndum convocada para el próximo 6 de junio. Una vez celebrado este cónclave, desde la Generalitat no descartan convocar una reunión extraordinaria del consejo ejecutivo para fijar los acordado y poder dar el mensaje con «toda la legitimidad», según apuntan.

Será entonces cuando las fuerzas soberanistas obtengan el respaldo de los agentes sociales y económicos, además de ‘Los Comunes’ que también están invitados a la cita. Para las fuerzas independentistas es muy importante que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se posicione a favor de celebrar la consulta. «Se trata de un mensaje y punto. No hay nada ilegal», sostienen fuentes del PDeCAT que no contemplan ninguna actuación del Gobierno sólo porque avancen la fecha y la pregunta.

Será justo después de este anuncio cuando se incrementen los actos a favor del ‘sí’ y se activarán más las instituciones a favor del referéndum como Ómnium Cultural y la ANC para volver a hacer un llamamiento a la participación, según avanzan.

El secreto mejor guardado

La fecha y la preguntas son los secretos mejores guardados por los dirigentes catalanes, que reconocen en privado que las personas conocedoras «se pueden contar con los dedos de las manos». Sin embargo y desde el entorno del presidente de la Generalitat se ve con buenos ojos el 1 de octubre para celebrar la consulta.

De esta manera, Puigdemont seguiría cumpliendo prácticamente con su promesa fijada en la hoja de ruta (celebrarlo la segunda quincena de septiembre) y facilitaría continuar con la campaña en pleno mes de agosto con la segunda quincena habilitada en el Parlament para aprobar las leyes de desconexión.

El presidente de la Generalitat ya quiso escenificar esta misma imagen con la firma de la convocatoria del referéndum el mismo día que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, viajó a Barcelona para celebrar con varios actos el día de Sant Jordi. Puigdemont, Junqueras, diputados y consejeros salieron a las 9.30 de la mañana al ‘Pati del Tarongers’ del Palacio de la Generalitat para firmar un manifiesto, recalcando que no tenía «validez jurídica», para solemnizar su intención de convocar el referéndum independentista.

Debido a las tensiones internas y externas, Puigdemont se ve obligado a recordar a los suyos y a la ciudadanía catalana que el referéndum va en serio y qué mejor que volver a salir en conjunto para fijar de una vez la fecha y pregunta de la consulta. Un reclamo que los radicales de la CUP llevan haciendo meses y que desde la Generalitat contemplan con preocupación. «Ya no se puede alargar más, por los roces internos con esta formación, que no quiere seguir avanzando si no fijamos esto para continuar con la hoja de ruta», señalan fuentes presenciales en estas reuniones celebradas a puerta cerrada.

Puigdemont envió el pasado lunes a la Comisión de Venecia —órgano asesor del Consejo de Europa— una carta en la que le informaba de su apuesta por celebrar un «referéndum acordado» en Cataluña pese a la «negativa» del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Cambio de estrategia

En la misiva, dirigida al presidente de la Comisión de Venecia, Gianni Buquicchio, Puigdemont explica la resolución aprobada por el Parlament, cuyo texto le envía adjunto, y remarca la «voluntad» del Govern de «celebrar un referéndum acordado con el Gobierno español sobre el futuro político de Cataluña».

El presidente catalán no pide explícitamente el «asesoramiento, reconocimiento y aval» de la Comisión de Venecia a un referéndum en Cataluña, sino que se limita a recordar que la moción del Parlament insta a «iniciar los procedimientos necesarios para disponer, en este escenario de consulta pactada y acordada, de la colaboración» de este organismo asesor del Consejo de Europa, sin contemplar pues su papel arbitral en caso de un referéndum unilateral.

Lo que quizá no recuerde Puigdemont es que no es un dirigente autorizado para realizar este tipo de consultas a dicha comisión ya que en los propios estatutos figura que sólo lo pueden hacer gobiernos o parlamentos estatales. El presidente de la Generalitat tampoco tira la toalla respecto a seguir negociando con el jefe del Ejecutivo y en esa misma carta señaló que «desgraciadamente, Rajoy ha contestado negativamente a la oferta de diálogo», aunque subrayó que su gobierno «mantiene permanentemente abierta la posibilidad de negociar y pactar un referéndum.

La Generalitat busca saber si el Gobierno verdaderamente esta dispuesto a aplicar el artículo 155 de la Constitución o algunos artículos de la Carta Magna para abandonar su intención de negociar y pasar al plano duro de anunciar el referéndum de manera unilateral. En unas semanas, Puigdemont sopesa cambiar de estrategia dependiendo de cómo se vayan desarrollando los acontecimientos.

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