ERC ya tilda de «traidor» a Mas y le pide que se aparte para facilitar la independencia

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Joan Tarda (ERC), en el Congreso de los Diputados

El proyecto independentista de Artur Mas ha dividido a la sociedad catalana, ha quebrado a la CUP y puede hacer saltar por los aires a Junts pel Sí, la candidatura conjunta formada por los convergentes y ERC.

Tras el veto de la CUP a la reelección de Artur Mas, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha escrito un lacónico mensaje en la red social Twitter, en el que anima a los catalanes a seguir adelante con el proceso de secesión: «Nunca nos cansaremos, nunca abandonaremos, nunca nos rendiremos. No lo hemos hecho nunca y nunca lo haremos».

En cambio, el cabeza de lista de ERC al Congreso de los Diputados, Joan Tardà, ha sugerido que Artur Mas debería dar un paso atrás y facilitar la investidura de un candidato alternativo, para evitar que naufrague la independencia: «Por patriotismo, todo el mundo debería hacer lo necesario para evitar nuevas elecciones».

Lo ha escrito tras conocer la petición de la CUP, que reclama un candidato alternativo a Mas para que siga adelante la ruptura con España. En el mismo sentido, el secretario de Organización de ERC, Isaac Peraire, ha pedido a sus socios de CDC «la generosidad necesaria para no tener que convocar de nuevo elecciones». Otra invitación para que Artur Mas se aparte en favor de un candidato de consenso.

Menos sutil, el miembro del Consejo Nacional de ERC Sergi Tarrés no ha dudado en calificar de «traidor» a Artur Mas por convertirse en el principal obstáculo para que siga adelante el proyecto de secesión: «Es un delito de alta traición dilapidar [el resultado del] 27S. Y ahora mismo hago responsables a Artur Mas y a la CUP por igual».

 

Mientras la candidatura conjunta Junts pel Sí se resquebraja, la decisión conocida hoy también ha abierto una grave herida en el seno de la CUP, dividida al 50% (como puso de manifiesto la asamblea celebrada hace una semana en Sabadell) por esta cuestión.

Varios dirigentes del partido antisistema han asegurado que no se sienten representados por el veredicto de su dirección, que aboca a Cataluña a unas nuevas elecciones anticipadas.

El alcalde de Celrà, Dani Cornellà, que fue elegido por las listas de la CUP, dice ahora que «la CUP no me representa» y ha asegurado que muchos militantes de las comarcas de Girona le han comunicado su intención de darse de baja del partido.

Por su parte, el portavoz de la CUP en Arenys de Mar, David Caldeira, se ha mostrado indignado con su propio partido y ha escrito: «Definitivamente, la CUP entierra el proceso y se alía con el españolismo. Desde Arenys de Mar, adiós!».

El alcalde de Verges, Ignasi Sabater, también elegido por las listas de la CUP, ha expresado su «tristeza, rabia y decepción» por la decisión tomada por su propio partido.

Y los medios catalanes se han hecho eco de la posibilidad de que el propio cabeza de lista de la CUP, Antonio Baños, abandone la formación política, en desacuerdo con el veto a Artur Mas que pone en jaque el proyecto independentista.

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