Los golpistas catalanes asistirán al juicio íntegro del 1-O en el Supremo y declararán sentados

Los líderes golpistas de Cataluña utilizarán así el juicio del 1-O en el Supremo como pantalla de propaganda internacional. Las defensas de los nueve políticos independentistas -acusados por delitos de rebelión y sedición, agravada con malversación- solicitarán a la Sala de lo Penal, presidida por el juez Marchena, la presencia de sus clientes en todas las sesiones de la fase oral y no sólo en aquellas para las que hayan sido citados a declarar.

Según la legislación -artículos 664 y 731 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal- es necesario que tanto el acusado como su abogado asistan al acto de celebración del juicio oral para su correcto desarrollo.

Sin embargo, en el caso de las macrocausas y debido al elevado número de co-acusados y de medios de prueba, incluidos testigos y peritos profesionales, el tribunal puede en ocasiones autorizar la ausencia de los acusados de algunas de las sesiones. Cuestión que, en este caso, rechazarán los abogados defensores

El macrojuicio, público y televisado, será utilizado por los abogados defensores como plataforma para mostrar una imagen ‘victimizada’ de los ex consejeros de la Generalitat de Cataluña. De este modo, Oriol Junqueras, Jordi Sánchez, Jordi Cuixart, Carme Forcadell, Jordi Turull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Josep Rull, y Dolors Bassa, tratan de fijar una estrategia útil para acumular, en base a pruebas gráficas, causas para un futuro recurso de su sentencia ante instancias europeas.

Los líderes independentistas catalanes asistirán a todas las sesiones del juicio y solicitarán declarar sentados

Además, los letrados tratarán de que el tribunal les permita una ubicación próxima que facilite una comunicación fluida y permanente durante las sesiones. Para ello, tomarán como precedentes otros procedimientos, como el del ex presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps -procesado por un delito de cohecho impropio- en el que los acusados se han sentado justo detrás de sus defensores.

Aunque la imagen habitual es que los acusados se sienten en sillas o en un banquillo, frente al estrado, por delante del público asistente y en el centro de la sala, la ley -en aras de garantizar un juicio justo- recoge también la posibilidad de comunicación entre el acusado y su abogado defensor, para que éste último pueda consultar con su defendido los resultados de la prueba y dirigir de un modo más eficaz su defensa.

Los letrados se ampararán en que si bien dicha posibilidad, que se garantiza en los juicios con jurado, no está expresamente prevista, la LECrim tampoco lo impide. Y por ello solicitarán la cercanía física.

Sobre las declaraciones, fuentes próximas a las defensas apuntan a OKDIARIO que se producirán sentadas, a elección de los acusados, y que podrán disponer de una mesa frente a sí donde apoyar, en su caso, los documentos a los que necesiten recurrir durante su intervención.