Los golpistas ‘marcan’ a los mossos legales para anularles en los ataques del 21 de diciembre

Mossos
Un grupo de CDR contra agentes de los Mossos d'Esquadra.
Carlos Cuesta

Los golpistas catalanes han empezado los preparativos de su nueva oleada de ataques. El chupinazo de sus próximos disturbios y enfrentamientos callejeros comenzará el 20 de diciembre y alcanzará el grado máximo un día después, el 21 de diciembre. Pero la kale borroka de los separatistas –los CDR– ha preferido empezar a allanar ya el camino señalando y marcando públicamente a los mossos que se resisten a sumarse a la causa golpista. El objetivo: poder operar esos días sin control efectivo policial.

La información, confirmada por fuentes policiales de primer nivel a OKDIARIO, se encuentra igualmente ya a disposición del Gobierno de Pedro Sánchez. Los documentos gráficos que publica este diario demuestran que si se les deja operar, será obvio el resultado.

Se trata de un nivel de acoso insoportable”, señala una fuente policial que ha tenido acceso a los archivos recabados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Un nivel de acoso que está cebándose con los agentes de los Mossos que, pese a la presión independentista, siguen cumpliendo con su deber de contener a los Comités de Defensa de la República (CDR) en las calles catalanas.

Y sobre ellos ha decidido lanzar la kale borroka separatista una campaña de marcado público a través de canales de comunicación de los golpistas para señalar con nombres y apellidos a los mossos que cumplen con la ley y asustarles de cara a los entrenamientos que planean para el inicio de las Navidades.

Los Mossos, hartos de Torra

Todo ello forma parte del escenario de ataques callejeros que están preparando los CDR con el objetivo de empezar a crear ya un escenario de enfrentamiento similar al del 1-0 y que, por desgracia, tiene entre sus más estrechos colaboradores al president de la Generalitat, Quim Torra. Las nuevas fechas clave son los días 20 y 21 de diciembre. Los planes están siendo ya trasladados entre sus activistas por medio de canales de Telegram, señalando en esa información las distintas zonas que pretenden bloquear.

Entre las indicaciones que se trasladan ya, y que han sido interceptadas por la Policía, no se oculta la petición de portar palos, tractores y objetos especialmente contundentes con los que poder defenderse de los agentes del orden.

Los propios agentes han empezado ya a alertar a sus superiores y la información ha llegado ya al Ministerio del Interior. Especialmente porque la ley 4/2015 señala claramente la prohibición del “uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que pueda poner en peligro la seguridad personal o familiar de los agentes, de las instalaciones protegidas o en riesgo el éxito de una operación”. Y pese a esa prohibición, las autoridades saben ya que se está procediendo al marcado público de los agentes que respaldan la ley.

Pero desde la Policía, no faltan agentes que dudan de que el Ministerio se tome en serio esta amenaza y temen “que se vuelva a repetir la escena del 1-O, cuando nos dejaron vendidos”.

Los informadores policiales han especificado ya los detalles del plan de los CDR a partir de ahora: calentar la calle hasta llegar a la sentencia del juicio del 1-O con un incremento de la violencia en las calles. Un ambiente que no sólo presione al tribunal, sino que, y en especial, haga que el Gobierno de Sánchez aumente su presión sobre jueces y fiscales para suavizar la sentencia por el 1-O.

De ese modo, sea como sea la sentencia, la escalada de tensión, además, permitirá un rápido tránsito hacia un nuevo desafío global contra la legalidad.

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