Negociaciones sobre Gibraltar

Sánchez miente en inglés y en español: no puede vetar el acuerdo del Brexit porque se vota por mayoría

La amenaza del presidente del Gobierno sobre vetar el pacto del Brexit no tiene consecuencias prácticas

Los negociadores de la UE siguen adelante sin atender a la advertencia española

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez y Theresa May
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La amenaza del presidente del Gobierno sobre vetar el pacto del Brexit no tiene consecuencias prácticas. El acuerdo puede salir adelante por mayoría cualificada -es decir, 20 estados miembros- con lo que las palabras de Sánchez son más una declaración cosmética que otra cosa: un ‘veto político’ que en nada impediría que el texto sobre la ruptura saliese adelante. 

Pese a ello, Sánchez insiste en las últimas horas en el mismo término: «veto». Así lo trasladó incluso a través de su perfil de Twitter, este jueves, en un mensaje escrito primero en español y luego en inglés.

«Tras mi conversación con Theresa May, nuestras posiciones permanecen lejanas. Mi Gobierno siempre defenderá los intereses de España. Si no hay cambios, vetaremos el Brexit», tuiteó tras aterrizar en Cuba.

El fondo de la cuestión es el mismo que desde hace días: el acuerdo no clarifica que España tenga la última palabra sobre la futura relación del Peñón con la UE. Por ahora, los avisos de Sánchez han sido totalmente infructuosos y las negociaciones europeas, en su recta final, siguen al margen de las reclamaciones españolas.

La cita clave es el domingo, en la cumbre en la que se deberán aprobar los borradores del acuerdo de salida y la declaración política que dirigirá la relación entre el Reino Unido y la UE. ¿Podría España torpedear un acuerdo? La respuesta es tajante: no.

El acuerdo puede ser aprobado con el voto de 20 países que representan el 65% de la población europea. 

En concreto, el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea (TUE) establece claramente que:

«Todo Estado miembro podrá decidir, de conformidad con sus normas constitucionales, retirarse de la Unión.El Estado miembro que decida retirarse notificará su intención al Consejo Europeo. A la luz de
las orientaciones del Consejo Europeo, la Unión negociará y celebrará con ese Estado un acuerdo que establecerá la forma de su retirada, teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras con la Unión. Este acuerdo se negociará con arreglo al apartado 3 del artículo 218 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. El Consejo lo celebrará en nombre de la Unión por mayoría cualificada, previa aprobación del Parlamento Europeo».

Y el apartado 3 del artículo 218 determina que: esa mayoría cualificada será «un mínimo del 55 % de los miembros del Consejo que represente a Estados miembros participantes que reúnan como mínimo el 65 % de la población de dichos Estados». En definitiva, 20 países. Pese a ello, fuentes gubernamentales insisten en que es impensable que el acuerdo salga adelante si no existe unanimidad. Lo cierto es que el reglamento no la exige. 

Entre tanto, la posición de la primera ministra británica, Theresa May, sigue invariable. Este jueves, avisó a Sánchez de que «la soberanía británica sobre Gibraltar será protegida» y que el acuerdo «se aplicará a toda la familia de Reino Unido». «Fui absolutamente clara con él a este respecto», afirmó May sobre la conversación con Sánchez.

Mientras, el secretario de Estado español para la UE, Marco Aguiriano, acusó a Londres de haber pactado el acuerdo «con alevosía y nocturnidad» con la Comisión Europea.

El artículo de la polémica: el 184

El artículo de la discordia es, en concreto, el 184 (el penúltimo de los que componen el Tratado de Retirada de Reino Unido de la UE). Se refiere a las «negociaciones sobre la relación futura». 

«La Unión y Reino Unido pondrán su mejor empeño, de buena fe y respetando plenamente sus respectivos ordenamientos jurídicos, para tomar las medidas necesarias con el fin de negociar sin demora los acuerdos que deben regir su relación futura mencionada en la declaración política del (DD/MM/2018, es decir, falta aún la fecha) y llevar a cabo los procedimientos de ratificación o conclusión de esos acuerdos, con el fin de garantizar que dichos acuerdos se apliquen, en la medida de lo posible, a partir del final de la transición».

El Gobierno español considera que esa redacción es ambigua y que no deja suficientemente claro que los acuerdos futuros entre la UE y Reino Unido no se aplicarán a Gibraltar a menos de que España haya dado su consentimiento. El artículo se incorporó, por primera vez, el miércoles 14 de noviembre, a última hora del día.

Este viernes, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, aseguró que ya había acuerdo entre el Gobierno de España y Reino Unido. Unas afirmaciones desmentidas por Exteriores.

«Hemos trabajado muy duro y, de hecho, hemos alcanzado un acuerdo con los colegas españoles con respecto al papel de Gibraltar en el proceso de retirada… de buena fe», aseguró Picardo a la BBC.

La Moncloa aclara que Gibraltar no participa en las reuniones de representantes de los Gobiernos europeos que este viernes en Bruselas están negociando y preparando la cumbre del domingo. Según el Gobierno, las declaraciones se referían a unos memorandos cerrados esta semana y ya anunciados.

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