Sánchez negocia con Barcos la eliminación paulatina y completa de la Guardia Civil en Navarra

Guardia Civil
El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa y el Coronel Jefe de la Zona de Navarra, Javier Hernández (d), durante la visita que han realizado este mediodía a la casa cuarel de la Guardia Civil de Alsasua (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez acepta el plan trazado por Uxue Barcos para terminar de una vez por todas con la presencia de la Guardia Civil en Navarra. El presidente del Gobierno ha dado el primer paso traspasando las competencias de Seguridad Vial a la Policía Foral. Hasta mayo de 2019, fecha de las próximas elecciones municipales y autonómicas, se irán completando nuevas transferencias que terminarán por eliminar la presencia casi total de la Guardia Civil en la comunidad foral.

El presidente del Gobierno, atenazado por la escasez de escaños para ejercer la tareas del Ejecutivo, no sólo está cediendo ante las marcas más visibles del separatismo en País Vasco o Cataluña. También lo está haciendo ante sus segundas marcas y en regiones tan sensibles al avance nacionalista como lo es Navarra.

Así lo acaba de demostrar en su cesión ante el Gobierno de Uxue Barcos y Geroa Bai –marca en la que se encuentra englobado PNV en Navarra–, y que mantiene el poder en la comunidad foral gracias al respaldo de Podemos, Izquierda Unida de Navarra (EE) y los proetarras de EH Bildu. El traspaso de las competencias de Tráfico de la Guardia Civil a la Policía Foral supone un avance de ésta para convertirse en una especie de Ertzaintza a medio plazo.

Sánchez acepta los planteamientos de Barcos para ‘echar’ a la Guardia Civil de Navarra

Pero quizás lo más grave no sea ese paso sino el hecho de que Barcos ha abierto ya una negociación mucho más amplia en la que la pérdida de las competencias de Tráfico por parte de la Guardia Civil es tan sólo un primer paso. Y es que lo que acaba de poner encima de la mesa la presidenta nacionalista es directamente la salida de la Benemérita de tierras navarras. Y Sánchez ha aceptado la negociación.

El PP ha denunciado ya que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aceptado una “reivindicación histórica del nacionalismo y de ETA para echar de Navarra a la Guardia Civil”. La presidenta del Partido Popular de Navarra, Ana Beltrán, ha denunciado este hecho y nadie en su formación oculta que los siguientes pasos están al caer.

Las competencias de la Guardia Civil en Navarra comprendían hasta ahora el Tráfico y Seguridad Vial, la Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente. Pues bien. Desde inicios del presente año, la Guardia Civil está colaborando en un plan de formación a los Bomberos de Navarra para que puedan cumplir mejor sus funciones de rescate en alta montaña y situaciones de especial peligro. El plan de formación dura 18 meses. Pero el verdadero objetivo del Ejecutivo separatista-populista no es otro que expulsar de ese área a la Guardia Civil en el momento en el que los bomberos terminen su periodo formativo. De este modo los grupos de rescate dejarían de ser competencia de la Benemérita y, por lo tanto, perderían otro de sus argumentos para estar en tierras forales.

El último de los cometidos, Medio Ambiente, tampoco escapa a la ambición rupturista. Porque la consejera de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia, María José Beaumont, también ha trasladado a sus equipos el deseo de llegar a un escenario en el que la Policía Foral llegue a ser la responsable plena de Tráfico y Seguridad Vial, Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente. O, dicho de otro modo, vaciar por completo de funciones a la Guardia Civil en Navarra. Momento en el que, sin tareas a desarrollar, la Benemérita sería despedida de una comunidad autónoma española.

Ese es el plan. Eso es lo que ha aceptado negociar Pedro Sánchez. Y eso es lo que los Podemos, EE, EH Bildu y Geroa Bai reclaman ya al presidente como compromiso que poder anunciar ante las cercanas elecciones autonómicas.

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