Pretenden desproteger al Rey en nombre de la libertad de expresión

felipe-vi-desfile-12-de-octubre
El rey Felipe VI preside el desfile de las Fuerzas Armadas de España. Foto: EFE

Utilizar el derecho a la libertad de expresión como coartada para que las injurias al Rey dejen de ser un delito en el Código Penal es una prueba más de cómo en nombre de ese importante derecho democrático se cometen muchas fechorías. Todo el argumentario utilizado por el dirigente de Izquierda Unida para justificar que, a partir de ahora, insultar y vejar la figura del jefe del Estado debe dejar de ser ilegal y punible es algo insólito por la clamorosa tergiversación del concepto que permite a cualquier ciudadano en un país democrático expresar públicamente con libertad su opinión sobre cualquier asunto.

Pero para que la paradoja sea completa, en paralelo a la modificación del derecho a la libertad de expresión, para dar barra libre y sin riesgos a los que insulten y denigren al Rey, se propone que a partir de ahora quienes manifiesten en público su admiración al franquismo o elogien el régimen dictatorial que encabezó el dictador durante casi 40 años sí podrán ser castigados por la justicia por manifestar su adhesión a Franco o a su dictadura.

O sea, para que se entienda, a partir de ahora injuriar a la institución de la Corona pasará a ser una manifestación del derecho a expresarse con libertad y mostrar su admiración al franquismo va a ser motivo para ser condenado. Es decir, que la libertad de expresión es defendible según para qué cosas, no para todas, porque eso depende del que tiene el poder y los votos, por supuesto, para dictaminar qué entra dentro del concepto de sacrosanta libertad de expresión y qué no puede ser admitido como derecho a manifestar lo que te parezca libremente.

Según la mayoría de las definiciones del concepto de libertad de expresión que recogen las enciclopedias es aquel que todo ser humano debe gozar para expresar  sus ideas, para comunicarlas y publicarlas libremente y que el resto de las personas las respeten. Injuriar a alguien no forma parte del derecho a la libertad de expresión, no está contemplado como tal en ninguna de las definiciones contempladas. Sí esta contemplado, sin embargo, criticar la mala conducta de los gobernantes o de los que desempeñan cargos de responsabilidad y denunciarla públicamente.  Por tanto, es poco honesto equiparar los conceptos de crítica y denuncia, altamente recomendables, con el de injuriar a una persona que implica pasar el límite de lo que se entiende por libertad para expresar libremente sus opiniones. Como conclusión, utilizar un derecho humano fundamental para justificar otro ataque más a la institución de la Corona es algo poco elogiable. Por mucho que se empeñen algunos en justificar lo que es totalmente injustificable.

Lo último en España

Últimas noticias