Varias veces por semana

La policía francesa deposita decenas de ilegales en la frontera de Irún en furgonetas camufladas

Se trata de inmigrantes subaharianos, marroquíes o de Oriente Medio a los que rechaza en el paso fronterizo entre Irún y Hendaya

Una de las furgonetas utilizadas por la policía francesa para dejar inmigrantes en la frontera
Una de las furgonetas utilizadas por la policía francesa para dejar inmigrantes en la frontera

La Policía Nacional francesa deposita cada día en la frontera con España a grupos de ilegales a los que traslada a bordo de vehículos identificados y en furgonetas camufladas. Se trata de inmigrantes subaharianos, marroquíes o de Oriente Medio a los que rechaza en el paso fronterizo entre Irún y Hendaya, y a los que incluso traslada desde otras partes del país. Una vez bajan de los vehículos (han sido detectadas furgonetas sin ningún distintivo de la policía gala) tan sólo tienen que cruzar el puente que les sitúa en territorio español.

Mientras que el Gobierno de Pedro Sánchez debutaba con una política de brazos abiertos a los ‘sin papeles’, con sanidad gratuita y recepciones con ministros como la del Aquarius en el puerto de Valencia, el de Emmanuel Macron ha reforzado su frontera con España hasta con antidisturbios. Y las directrices de la Gendarmería (equivalente a la Guardia Civil) y a la Brigada de Extranjería de la policía francesa son de vigilancia intensa en la ‘frontera sur’.

Los inmigrantes protagonistas de estas ‘devoluciones en caliente’ y que Francia comenzó a poner en práctica a partir de los atentados yihadistas de París en 2015, pero que ahora ha intensificado, tienen por destino el centro de Europa o el Reino Unido. Según fuentes policiales, estos traslados se están llevando a cabo varias veces por semana. Los desplazamientos también se hacen en coches patrulla sumando en total una frecuencia casi diaria con transportes de  mañana, tarde y noche. Bajo estas líneas puede verse el coche policial que dejaba a tres subsaharianos hace unos días.

Estos vehículos sin logotipo de la Policía Nacional gala y que conducen agentes de uniforme dejan su cargamento humano en el puente de Behobia o el de Santiago. Junto al peaje de Irún, que constituyen los tres pasos fronterizos entre ambos países. Y proceden a repostar en estaciones de servicio en territorio español, como puede verse en esta otra imagen nocturna. En ella pueden verse tres vehículos de la policía francesa casi en fila: uno logotipado y otros dos, un Mercedes de color gris y un Citroen  de color rojo.

Las fotografías están tomadas esta misma semana en una gasolinera junto a la Plaza Euskadi, en la carretera de Guipúzcoa Gi-636 en su kilómetro 17. Los agentes galos repostan a un precio más barato que en su país: 40 céntimos menos por litro de combustible de lo que les cobran en Hendaya .

Los inmigrantes son transportados desde el lado francés bien cuando llegan y son rechazados, o bien tras ser trasladados por agentes galos desde localidades como Burdeos o el mismo norte del país. Una vez cruzan el puente y entran en territorio español, acaban en Irún y otras localidades de Guipúzcoa, donde permanecen durante días, vagando por las calles y durmiendo en las inmediaciones de gasolineras o del recinto ferial iruñés.

El número de devoluciones en 2016 fue de cerca del millar, pero este año en el que aún no hay cifras tanto desde el entorno de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza coinciden en que puede haberse disparado.

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