Torra pide “desobedecer” para conseguir “la libertad” en un acto de homenaje a las «víctimas del 1-O»

El Govern ha recibido este domingo, horas antes del primer aniversario del referéndum ilegal del 1 de octubre, a los voluntarios que hicieron posible la votación, observadores internacionales y lo que desde el gobierno regional consideran “víctimas de la represión”.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha vuelto a insistir en que “votar no es ningún delito, el delito es que te peguen por votar” y ha avisado de que “algún día los que ordenaron que se pegara a quién quería votar, serán juzgados por tribunales internacionales”. Asimismo, ha advertido de que, con el encarcelamiento de los líderes independentistas Jordi Sánchez y Jordi Cuixart “nos tienen encarcelados a nosotros y a nuestras ideas”.

Torra ha reclamado “perseguir de nuevo hasta el final, con todas las consecuencias, la idea de la libertad”, para lo que ha exigido “otro 1 de octubre con desobediencia y sin violencia, como el año pasado”.

El presidente catalán ha afirmado que “el 1-O fue un día de victoria, un éxito extraordinario” donde “conseguimos derrotar al Estado que se atrevió a mandar contra ciudadanos inocentes las cargas más violentas”. Asimismo,  ha pedido a los separatistas “que nadie o arrebate el 1O”, que considera “el mayor esfuerzo que ha hecho Cataluña”.

Durante el acto, el vicepresidente catalán, Pere Aragonès, ha manifestado que el 1-O fue un ejercicio de “dignidad, autodeterminación e inteligencia colectiva”. «La ciudadanía de este país es quien debe decidir qué relación quiere con el Estado», ha considerado el número dos del Govern.

En el acto han participado varios ciudadanos anónimos, como un hombre que se ha erigido “en nombre de todas las víctimas del 1 de octubre” y  ha espetado que “el 1 de octubre nos unió como sociedad”. Ha recordado cómo se organizaron desde dos días antes para evitar el cierre de los colegios y cómo la Guardia Civil llegó a los locales de votación “utilizando la violencia, cargando duramente y ilegalmente, destrozándolo todo”. «Aunque el 1-O hacía días que padecíamos escarnio público y privado en el territorio, nunca pensábamos que viviríamos el asedio del día del referéndum», ha dicho, y ha pedido «no dar ni un paso atrás».

El alcalde de Fonollosa (Bages), Eloi Hernández, uno de los pueblos donde acudió la Guardia Civil, asegura que “España nos ha perdido para siempre” porque “un gobierno que manda a la policía a hacer daño a sus ciudadanos es un gobierno indigno”. Hernández, investigado por desobediencia, ha tildado de “muy cobardes” a los agentes de la Benemérita que actuaron en su municipio.