Tras la caída de Carmen Montón

Narbona inventa una nueva frontera ética: ahora hay que dimitir «ante cualquier sospecha»

Cristina Narbona
Cristina Narbona, presidenta del PSOE, y Pedro Sánchez, secretario general. (EFE)

El sacrificio de la ya exministra de Sanidad, Carmen Montón, pretende servirle al PSOE como bala de plata contra el líder de la oposición, Pablo Casado. Quizá hasta el extremo y, así, la presidenta de los socialistas, Cristina Narbona, ha puesto la frontera para la dimisión en un punto muy peligroso: según Narbona, Montón hizo «lo que tenía que hacer» al dejar su puesto por haber plagiado el trabajo final de su máster y el resto de irregularidades ya que «ante cualquier sospecha hay que asumir responsabilidades».

Narbona se ha manifestado así en la presentación del informe ‘El Índice ODS 2018’, donde ha declarado que la dimisión de Montón es un «gesto que demuestra que este Gobierno es consciente de la necesidad imperiosa de regenerar la vida democrática» española.

«Refuerza esa línea de trabajo anunciada por el presidente Sánchez cuando asumió la presidencia, con todo el disgusto que siento por perder a una buena ministra, que ha hecho una labor realmente valiosa», ha dicho.

Narbona ha señalado que la clase política tiene que «acostumbrarse a que hoy la sociedad española es mucho más exigente en términos éticos de lo que podía ser hace unos años» y ha insistido en que «ante cualquier sospecha hay que asumir responsabilidades».

En ese sentido, ha resaltado la celeridad con que el Gobierno ha manejado la crisis desatada por las supuestas irregularidades en el máster de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) cursado por Montón y no ha querido entrar a valorar el hecho de que Pedro Sánchez apoyara a Montón horas antes de su dimisión.

«Lo significativo es el resultado final, que en tan solo 48 horas se ha hecho frente a esta situación, es lo que tiene valor», ha apostillado al respecto.

Además, la exministra ha querido diferenciar entre las presuntas irregularidades en el máster de Montón y las de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes y el líder del Partido Popular, Pablo Casado.

«En absoluto son iguales, ni en lo que sucedió ni en como ha funcionado cada uno de ellos», ha zanjado antes de recordar que «Pablo Casado parece no estar dispuesto a aplicarse el mismo nivel de exigencia» que la socialista.

La nueva ministra de Sanidad es María Luisa Carcedo, hasta ahora Alta Comisionada para la pobreza Infantil, que «va a continuar» con la senda de trabajo de su antecesora, según Narbona.

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