Partido Popular

Soraya quería meter a su cúpula en la directiva del PP para tener presencia si “Casado fracasa”

Soraya no cree que el proyecto de Casado llegue a buen puerto

Soraya Sáenz de Santamaría.
Soraya Sáenz de Santamaría.
Carlos Cuesta

Soraya Sáenz de Santamaría pretendía situar estratégicamente a su cúpula en la directiva del Partido Popular para tener presencia si “Casado fracasa”. La ex vicepresidenta no cree que el proyecto de Pablo Casado sea un proyecto ganador. No confía en ello y entabló las conversaciones con el equipo de Casado con el objetivo de dejar sentada a su gente en puestos clave de manera que, si se cumple su pronóstico, tendría ya una pata importante del partido bajo control.

Las conversaciones mantenidas este miércoles entre Javier Maroto y Teodoro García, por parte de Pablo Casado, y José Luís Ayllón y Fátima Báñez, por parte de Soraya Sáenz de Santamaría, tenían complicado acabar en buen puerto. Y es que el objetivo de los sorayistas no era realmente buscar encaje a su gente sin pedir cargos específicos: era entrar en la cúpula de poder más personal del nuevo presidente, Pablo Casado.

De este modo, Casado ofreció la integración a nueve nombres de la lista de Soraya Sáenz de Santamaría. Seis aceptaron y otro tres se negaron al acuerdo: Fátima Báñez, José Luis Ayllón e Íñigo de la Serna lo rechazaron. Y es que Soraya Sáenz de Santamaría consideró inadmisible el ofrecimientos de Casado. De tal manera que, directamente dio por zanjado el diálogo.

Pero la clave de esta negativa se centraba en una cuestión. Y es que todos esos cargos, desde los que se colabora con el partido trabajando sobre las ideas y programas, sin embargo, no dan acceso al comité de dirección, el núcleo duro del partido que se reúne en los maitines de los lunes.

Soraya no cree que el proyecto de Casado llegue a buen puerto

Y es que ese comité de dirección lo componen el presidente, el secretario general, los vicesecretarios y portavoces y tienen que ser todos de la máxima confianza del presidente.

Las conversaciones de los negociadores y algunas de las frases que se le han escuchado a la propia Soraya Sáenz de Santamaría ante diversos interlocutores, explican la estrategia de Soraya Sáenz de Santamaría. Y es que, como ella misma ha comentado con gente de su entorno más cercano, no confía en el proyecto de Casado y cree que puede no llevar a buen puerto al Partido: y por ello, quiere estar preparada.

La comida en El Botánico

Uno de los artífices de esta estrategia es Javier Arenas.Y es que Soraya Sáenz de Santamaría y Javier Arenas han sido el eje de la planificación de la reunión con Pablo Casado de este jueves. Lo hicieron en una comida en El Botánico el pasado martes a la que también acudió el marido de la ex vicepresidenta, Iván, y Fátima Báñez.

En la reunión no estuvo ni Cristóbal Montoro ni Álvaro Nadal. Y es que del primero de ellos poco se sabe desde el inicio de la campaña electoral por las primarias: ha preferido estar en un segundo plano y el propio Pablo Casado ha definido una estrategia tributaria que es literalmente la antítesis de la del ex ministro de Hacienda.

Y del segundo, lo que se sabe es que estaría barajando su salida de la política –al menos temporal– con el objetivo de solicitar la agregaduría comercial en Japón. Hay que recordar que él es Técnico Comercial y que, por lo tanto, puede acceder a este tipo de puestos reservados para cuerpos de la Administración concretos.

En esa comida se habló de la estrategia del partido y de posibles intercambios de papeles para aceptar la invitación de Casado de consensuar determinados cargos y garantizar de este modo la reunificación del partido.

Pero las versiones que allí se dieron no parecían encajar mucho con el proyecto de Pablo Casado. Y es que, si Casado defiende una reideologización del Partido y un rearme en principios, la voz cantante de esa reunión –lógicamente la de la ex candidata– no comparte en absoluto que esa sea la línea a trazar y teme que eso provoque un escoramiento del partido.

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