El PSOE promovió que el Rey explicara sus viajes al Congreso

El PSOE se mostró partidario de que el Rey diese explicaciones por sus viajes y entregase al Congreso informes completos sobre sus desplazamientos.

La petición figuraba en una proposición no de ley de ERC, que se debatió en marzo del año pasado en la Comisión de Exteriores del Congreso. Los socialistas acabaron votando en contra, por las motivaciones de los republicanos-censurar los contratos de Arabia Saudí- pero mostraron su conformidad con la obligación de rendir cuentas.

La proposición instaba a exigir al Rey un informe anual de todos sus viajes para debatirlo en el Congreso

La proposición instaba al Gobierno, entre otros, a «establecer un control parlamentario en la Comisión de Asuntos Exteriores donde se informe previa y posteriormente del contenido y los acuerdos llegados de las visitas oficiales del Rey, mediante la comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores», así como a publicar un informe anual de resumen de los viajes oficiales realizados por el jefe del Estado, que se publicaría en el Portal de Transparencia «y se librará a los grupos parlamentarios dando lugar a las propuestas de resolución que se estimen convenientes».

En el debate por parte de los grupos, el diputado José Zaragoza, en representación del PSOE, alegó que le parecía «razonable» suscribir la necesidad de lograr «más transparencia» en los viajes y animó además a modificar ciertos aspectos, como introducir más exigencias en los informes escritos de los desplazamientos del Gobierno.

«Había algunas cosas que podíamos modificar para conseguir más transparencia, sobre todo en informes escritos de los viajes del Gobierno, que es algo que me parece razonable que nos planteemos», dijo Zaragoza, que reveló incluso que llegó a realizar enmiendas al texto, pensando en suscribirlo. No obstante, los socialistas descartaron finalmente la idea alegando que el motivo único de la propuesta de ERC era criticar el contrato de compra de cinco corbetas para los astilleros de Navantia en Cádiz y en Ferrol.

«Muy buena voluntad»

La iniciativa censuraba el viaje del Rey a Arabia Saudí, para reunirse con el rey Salman de Arabia en su primera visita oficial como monarca al país árabe.

En el encuentro se trataron las relaciones comerciales entre ambos países, con proyectos como la construcción del AVE entre La Meca y Medina y el metro de Riad, además de los contratos de Navantia.

ERC criticó esta visita por el «contexto bélico» en el país y argumentando que «hay indicios crecientes de que la coalición militar encabezada por Arabia Saudí sigue sin adoptar todas las precauciones posibles para preservar a la población civil en medio de los ataques aéreos que está lanzando en todo Yemen».

«Resulta evidente pues que, de realizarse este contrato con Navantia, el Estado español se convertirá en cómplice de la comisión de atrocidades en el conflicto», decían los independentistas.

El representante socialista admitió que había empezado con «muy buena voluntad» a leer la propuesta porque la transparencia es «muy importante». «E incluso había hecho enmiendas», declaró Zaragoza, manifestando su interés. Sin embargo, afirmó después, «le dediqué un ratito más, me la leí entera y descubrí que nos traían una proposición para que se votase en contra de la venta de las corbetas de Navantia». Por este motivo, y solo por este motivo, acabó votando en contra. La propuesta fue finalmente rechazada.

El asunto de los viajes oficiales es ahora motivo de polémica para el Gobierno, a raíz del desplazamiento de Pedro Sánchez a Castellón para acudir al Festival Internacional de Benicàssim (FIB) a ver un concierto de The Killers. 

Un «hecho grave»

Los socialistas arremetieron en su día contra el Gobierno de Mariano Rajoy por esta misma cuestión.

En concreto, el partido de Sánchez reclamó explicaciones al ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, por un viaje privado a Ecuador, durante el cual se alojó en la residencia oficial del embajador español en Quito.

El entonces portavoz socialista en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, Óscar López, consideró un «hecho grave» que el ministro «utilizara recursos públicos para viajes privados».