El Reglamento de la URJC lo dice claro: los trabajos de máster serán destruidos pasados cinco años

El Reglamento que detalla el «procedimiento de archivo de documentación docente (exámenes, trabajos de fin de grado y otras pruebas de evaluación)», de la Universidad Rey Juan Carlos, deja claro que los trabajos de máster de Pablo Casado, nuevo presidente del PP, no tendrían ya que estar registrados.

Por un lado, en el Estatuto del Estudiante, en su artículo 27, «Trabajos y memorias de evaluación», se indica que «los trabajos y memorias de prácticas con soporte único serán conservados por el profesor hasta la finalización del curso siguiente».

Además, en el artículo 29, se detalla que «los profesores deberán conservar el material escrito, en soporte de papel o electrónico, de las pruebas de evaluación o, en su caso, la documentación correspondiente de las pruebas orales, hasta la finalización del curso académico siguiente, en los términos previstos en la normativa autonómica y de la propia universidad».

Pablo Casado cursó su máster en ‘Derecho Autonómico y Local’ en el curso 2008 y 2009, con lo que ya habría transcurrido sobradamente ese plazo y los profesores no tendrían obligación de guardar sus trabajos que, de acuerdo también a la normativa, tendrían que haber sido obligatoriamente destruidos.

Ni siquiera deberían conservarse atendiendo a otros plazos. La misma Universidad explica que en los procesos de seguimiento y acreditación de los títulos implantados a partir de 2007, «pueden necesitar disponer de evidencias sobre el sistema de evaluación utilizado en las distintas asignaturas durante el período de implantación (cuatro años) y para el seguimiento y un año más para la acreditación». Este real decreto establece que todas las enseñanzas de máster concluirán con la elaboración y defensa de un trabajo.

«En consecuencia, la documentación se conservará en el archivo por un período máximo de cinco años desde la fecha correspondiente a la publicación de las actas, a partir del cual se podrá destruir».

En el caso de los trabajos de Fin de Grado, estos se archivan virtualmente en la Plataforma destinada a ese efecto, siendo responsable de su gestión el decanato. «A este procedimiento de archivo le resulta aplicable el plazo de seis años, tras el cual la Gerencia procederá a su borrado».

Los coordinadores de las titulaciones han de conservar una copia virtual de los trabajos presentados a su defensa. A este procedimiento de archivo le resulta aplicable un plazo de dos años.

Además, se determina que «todos los trabajos entregados a través del aula virtual serán objetos de archivo a través de la Gestión del Aula Virtual, que se ocupará de su destrucción o borrado transcurrido el plazo previsto».

La Universidad obliga expresamente a la destrucción de los trabajos que ya no requieran archivo por haberse superado el plazo de cinco años desde su realización.

La Universidad Rey Juan Carlos ha remitido un escrito a la juez del caso máster en la que se informa que “no les consta ningún documento consistente en los trabajos de señor Casado para ser evaluado” de estos créditos, “ni rastro documental que evidencie su aportación” en dicho curso.

Fuentes de la propia Universidad indicaron que ésta no es responsable de la conservación de esos trabajos, que los alumnos entregan a los profesores y que son éstos, en último término, quienes los conservan, si así lo consideran, durante “un tiempo prudencial”.

La magistrada ha requerido al catedrático Enrique Álvarez Conde y a la profesora Alicia López de los Mozos que aporten antes del día 2 de agosto los trabajos, en caso de que los conserven, con los que evaluaron al dirigente ‘popular’ en el curso académico 2008-2009 de estos créditos no convalidados.

Casado tiene los cuatro trabajos

En una rueda de prensa celebrada a principios del mes de abril, el entonces vicesecretario de Comunicación del PP compareció ante los medios de comunicación para mostrar los cuatro trabajos sobre el máster de 60 créditos, así como los documentos sobre las convalidaciones que solicitó –un total de 40 créditos– para demostrar que hizo “lo correcto” y no recibió “ningún trato de favor”.

Entre ellos, destacó el trabajo de fin de itinerario (12 créditos) de 55 páginas titulado ‘Las competencias de las comunidades autónomas en materia de administración de justicia’.

Además, realizó otros tres trabajos más breves que tenían dos o cuatro créditos en tres asignaturas y que llevan por título: ‘El concepto constitucional de autonomía local en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional’; ‘el reparto de competencias en la Constitución de 1978 y su futuro’; y ‘Los principios inspiradores del modelo autonómico y las principales sentencias del Tribunal Constitucional’.