El corrupto sindicalista Fernández Villa asegura que «nunca» se apropió del dinero de UGT

Fernández Villa
Fernández Villa es saludado con efusividad por Cándido Méndez y Alfonso Guerra durante la XXX Fiesta Minera de Rodiezmo. (Foto: EFE)

El ex secretario general del SOMA-UGT José Ángel Fernández Villa ha asegurado este jueves, al declarar en el proceso en el que se le juzga por un delito continuado de apropiación indebida, que «nunca» se quedó dinero del sindicato ni utilizó los recursos para fines distintos para los que fue elegido en el cargo.

En la vista oral que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo, el que fuera líder del SOMA-UGT durante 35 años ha afirmado que «jamás» se impugnaron las cuentas de la organización y que todas las decisiones se adoptaban «por unanimidad, incluida la elección del secretario general».

El SOMA-UGT imputa a Fernández Villa el desvío de 434.158 euros a su patrimonio personal, por el que afronta una petición fiscal de cinco años de cárcel, que el sindicato eleva a seis años de prisión.

Fernández Villa ha prestado declaración durante más de una hora, después de que el tribunal rechazara la petición de su abogada defensora, Ana García Boto, para que se suspendiera la vista debido a su enfermedad sobrevenida y su deterioro cognitivo.

El tribunal ha considerado que, si bien su capacidad de comprensión está «alterada», sin embargo no está «anulada».

Tras iniciar su declaración con frases como «no recuerdo nada» o «estoy perdido», ha pasado a hilvanar frases completas con datos concretos.

«Es tan compleja la administración que no puedo dar crédito a lo que estoy viviendo», ha dicho Fernández Villa, quien ha descargado toda la responsabilidad en las cuentas del ex contable Juan Cigales.

Fernández Villa ha asegurado que Cigales «lo llevaba todo» y ha acusado al sindicato de querer borrar toda referencia a su persona.

El ex líder sindical minero, que sólo ha respondido a preguntas de su defensa, ha reiterado que nunca dispuso de una tarjeta de crédito «específicamente» para su único uso, ya que «era una tarjeta que tenía una dispersión por la gente que la tenía».

En referencia a la amplia lista de gastos en puros, flores o colonia, Fernández Villa ha asegurado que los enmarcó en una cultura sindical que «conlleva tener ese comportamiento y esas actitudes».

Sobre la adquisición de libros para el desarrollo de su actividad sindical, se ha justificado al afirmar que «hay que leer», mientras que de la compra de un vehículo Mitsubishi ha dicho que se decidió «por motivos de salud y comodidad».

Preguntado por si se había apropiado de las dietas que Hunosa abonaba al comité intercentros, ha reconocido que «lo mismo que los demás».

Afirma que dimitió

Tras asegurar que no fue expulsado del sindicato, sino que dimitió «por motivos de salud», ha admitido que se siente «decepcionado y defraudado» por el hecho de que la comisión ejecutiva le haya dado la espalda.

Su declaración ha dado paso al testimonio del otro acusado, el ex secretario general del Patronato de la Fundación Instituto para la Formación, Investigación, Documentación y Estudios Sociales (INFIDE), Pedro Castillejo, quien ha asegurado que fueron «contra él» por no haber actuado contra Fernández Villa.

Al igual que Fernández Villa, Castillejo ha descargado en Juan Cigales toda la responsabilidad sobre las cuentas del sindicato.

El ex secretario del INFIDE afronta una petición fiscal de tres años y medio de cárcel, mientras que el abogado de la acusación particular, Miguel García Vigil, eleva la petición a cinco años de cárcel. Las acusaciones le imputan la apropiación indebida de 119.434 euros.

Un total de 30 testigos están citados a declarar a partir de mañana en la vista que está previsto que continúe hasta el próximo 5 de julio.

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