Moción de censura a Rajoy

Críticas a la precipitación de Sánchez: el apoyo del PSOE a su moción de censura no es «unánime»

Pedro Sánchez y Adriana Lastra
Pedro Sánchez y Adriana Lastra. (Foto: EFE)

La dirección del PSOE afirma que la moción de censura que Pedro Sánchez ha registrado para sacar a Mariano Rajoy de la Moncloa tras la devastadora sentencia del ‘caso Gürtel’ ha recibido un apoyo unánime por parte del partido. Pero esa férrea unanimidad no es tal. Y ello, tanto en la ejecutiva federal extraordinaria celebrada este viernes, como en las federaciones y territorios. Si bien una gran parte de los barones y líderes socialistas ha mostrado su apoyo, el momento político de la moción y su planteamiento no son compartidos por todos, como tampoco el entusiasmo en ese respaldo es el mismo.

Sánchez decidía lanzarse a la moción en la noche del jueves tras reunirse con su núcleo duro en encuentros de mañana y tarde, y de mantener distintas conversaciones telefónicas con las baronías en las que se apoyó para reconquistar la dirección del PSOE. El anuncio lo oficializaba este viernes por la mañana con el registro de esa moción  (ver documento), firmada por los 84 diputados de su grupo. Un registro que se llevaba a cabo antes de comenzar la ejecutiva federal de esta mañana.

Pero en esa ejecutiva han surgido voces que no veían clara la apuesta, pese al cierre de filas escenificado por los socialistas. Fuentes del partido apuntan a OKDIARIO dos objeciones que se han escuchado en las últimas horas tanto en Ferraz como en algunas de las federaciones del PSOE. En primer lugar, que Pedro Sánchez se haya lanzado a la moción sin tener cerrado el apoyo de los principales grupos parlamentarios. Y claramente sin el de Ciudadanos, toda vez que en Ferraz se da por descontado el respaldo de un Podemos en horas bajas tras el escándalo del casoplón de Pablo Iglesias e Irene Montero.

Y en segundo lugar, se critica el ‘timing’: los más escépticos consideran que, además de que Sánchez ha podido incurrir en cierta precipitación en los tiempos, la jugada requería de unos plazos para poder haber logrado concesiones. La primera, apuntan a este periódico, la cabeza de Mariano Rajoy.

Dudas y objeciones

El argumento que ha esgrimido el entorno de Pedro Sánchez es que esas prisas responderían a un intento de marcar la iniciativa ante un Albert Rivera que iba a tratar de imponer sus requisitos para apoyar la moción: elecciones inmediatas o una gobernabilidad neutra, con un candidato a la presidencia que no sería Sánchez. Y eso era innegociable para el líder del PSOE.

Las dudas en torno al órdago sanchista existen. Aunque de puertas afuera el apoyo sea cerrado. Sánchez conversó en la tarde-noche del jueves con barones y secretarios generales, obteniendo según Ferraz el máximo apoyo. Por si quedara alguna duda, consultados o no, su disposición la mostraban casi todos poco después ante los micrófonos y en las redes sociales.

Entre los que han respaldado sin fisuras esa moción, está la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y que sí fue una de las sondeadas. La líder del PSIB-PSOE afirmaba en Twitter que la sentencia de Gürtel «acredita la corrupción sistematizada en el PP durante décadas», y que «España no merece ser gobernada por un partido condenado por corrupción». Los secretarios generales del PSOE en Navarra, María Chivite, y el de Asturias, Adrián Barbón, utilizaron la misma red social para apoyar a Sánchez.

Díaz advierte del fracaso de 2017

Por su parte, el  presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, uno de los que no recibió la llamada del líder, aseguró en la SER que el Gobierno «debía ser censurado». Tampoco fue consultada Susana Díaz según confirman a OKDIARIO fuentes del PSOE-A. Pero la presidenta andaluza, además, no mostraba un exceso de entusiasmo :»Ya se sabe lo que pasó hace un año», advertía en referencia a la fallida moción presentada por Podemos en julio de 2017 y en la que Sánchez ordenó la abstención. Luego Díaz se ha sumado a la llamada a filas de Ferraz suavizando su valoración: «Es una decisión que le corresponde a mi secretario general y confío en mis compañeros». Una adhesión con sordina y sin un simple tuit.

Entre los que tampoco han tirado cohetes ante el paso del líder del PSOE, cómo no, dos de los barones que se han significado por su falta de sintonía con el sanchismo desde su regreso al poder orgánico en el partido. El presidente de Aragón, Javier Lambán  ha dejado claro que no recibió la llamada de Sánchez y se ha mostrado tibio en en el respaldo: «Si el PSOE la ha presentado, es la primera noticia que tengo, e imagino que Sánchez tendrá muchos motivos para hacerlo».

Junto al aragonés, otro crítico: el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, que ha declarado su «respeto la moción de censura» y que no va a valorar «antes de que los órganos de direcciones del partido y el propio secretario general hagan una valoración». El próximo lunes está convocado en Madrid la reunión del Comité Federal para ratificar una moción que no suscita la unanimidad que vende la dirección socialista.

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