Chalet Pablo Iglesias

La auditora de Podemos rompió con el partido tras Vistalegre II harta de pucherazos

El plebiscito por el casoplón de Pablo Iglesias e Irene Montero es un cachondeo.

Podemos
Pablo Echenique y Pablo Iglesias en el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos. (Foto: EFE)

El auditor de Podemos hasta 2017, Openkatrio, dejó de supervisar las elecciones internas del partido después de Vistalegre II alarmado por el descontrol del escrutinio, publica ESdiario, que ha hablado con su responsable.

El plebiscito bananero con el que Pablo Iglesias e Irene Montero están tratando de zanjar la compra del casoplón es un cachondeo. OKDIARIO lo ha comprobado de la forma más sencilla: periodistas de la redacción lograron votar y no una, sino varias veces.

Esto no demuestra otra cosa que la llamada «consulta» es un instrumento fácilmente manipulable y dirigido a tratar de legitimar o blanquear un escándalo: que el secretario general y la portavoz del grupo en el Congreso de los Diputados pagarán más de 600.000 euros por un lujoso chalé en la sierra de más de 2.000 metros de parcela con piscina y hasta casa de invitados.

El proceso, telemático, está abierto desde las cinco de la tarde de este martes y se cerrará el domingo. Al frente del escrutinio estará el secretario de organización, Pablo Echenique, que no se ha caracterizado precisamente por su neutralidad y que en las últimas horas ha lanzado algo más que insultos contra este medio y más concretamente contra su director, Eduardo Inda.

Ahora el ‘auditor’… es Echenique

Openkatrio ya se percató en su momento de que Podemos quería firma auditora para poder vender garantías a los suyos y a los medios, no para salvaguardar la limpieza de votaciones que en algunos casos podían perjudicar y hasta acabar con la carrera de sus líderes.

«El que no existan entidades externas ni una comisión electoral hace imposible garantizar que todas las partes implicadas en el proceso carezcan de interés en incentivar el resultado», explica Juan Romero, responsable de Openkatrio, a ESdiario.

«Una parte importante de la arquitectura de seguridad y de garantías del sistema de votaciones es precisamente la separación de responsabilidades. Es una filosofía muy extendida en todos los sistemas electorales. (…) Por ejemplo -continúa-, en las elecciones generales, se hace mediante la Junta electoral y los interventores en las mesas. Eso hace que aunque el fraude fuera posible, obligaría a la implicación de todos los actores, lo cual lo hace más difícil. Si solo hay una parte y ésta además tiene incentivos en que se produzcan determinados resultados, no se puede afirmar categóricamente pero sería negligente no dudar».

Esdiario ya informó el lunes de que, tras Vistalegre II, Romero envió a un grupo de trabajadores a Podemos para instruir a la gente de Echenique, que desde entonces controla los procesos para que todo siga el guión del gran jefe Iglesias.

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