Entrevista con el cineasta vasco

Iñaki Arteta: “ETA allana el camino para poner al País Vasco donde estaba Cataluña hace un año”

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Entrevista con el cineasta vasco Iñaki Arteta

Iñaki Arteta (Bilbao, 1959) es el primer cineasta vasco que denunció el olvido y arrinconamiento de las víctimas de ETA por parte de gobiernos, instituciones y la propia sociedad vasca durante décadas. En su documental ‘Trece entre mil’ contó la terrible historia de los cientos de vidas destrozadas por la barbarie del terrorismo vasco independentista. El director vasco también ha estrenado ‘Contra la impunidad’. Una película con la que recupera la memoria de los más de 350 asesinatos cometidos por la banda terrorista que continúan sin resolver. Arteta habla con OKDIARIO y explica que el comunicado de ETA en el que pide «perdón» equiparándose con las víctimas esconde bajo un texto naif lo que es un paso más en su objetivo: mantener una sociedad envenenada por el ultranacionalismo y colocar al País Vasco en la misma situación en que los independentistas de Cataluña pusieron a su sociedad e instituciones antes del golpe de Estado.

P.- ¿Se esperaba un comunicado así de la banda terrorista?

R.- No esperaba nada de ETA desde hace unos años, salvo que el Estado hubiera acabado con ella de manera policial y la hubiera aplastado hace mucho. Pero todo lo que ha venido ha tenido un final un poco extraño porque no se sabe si al final hubo algún tipo de negociación, su brazo político está en las instituciones, y luego todo ese aparataje de la entrega de armas, la operación Ayete, una especie de bendición internacional al abandono de las armas… No ha sido un final al gusto de un demócrata, que hubiera preferido otra cosa.

P.- ¿Qué le parece el texto, en el que por ejemplo la banda pide «respeto mutuo» o equipara su acción criminal con la de gobiernos democráticos? 

R.- El comunicado me suscita varias preguntas. Quiénes han escrito eso, y cuántos son. Y sobre todo, conocer si en la izquierda abertzale suscribe todo esto. Me parece además un texto con una sintaxis un poco infantil, como si hubiera sido una pelea de bar, como en Alsasua, y los autores se arrepienten, piden un poco perdón porque las cosas estaban un poco mal, mezclan Guernica con el 2018, y piden perdón por unas víctimas y por otras no… Es un batiburrillo confuso que puede tener calado popular, porque aquí hay mucha gente deseosa de pasar página  y esto la va a ayudar más. Pensarán: ya han pedido perdón, no matan, quieren integrarse, y ¡qué más les vamos a pedir!.

P.- También reconocen el «daño causado»y el»sufrimiento desmedido» ¿Le concede alguna veracidad?

R.- Son medias verdades, arrepentimientos aparentemente sinceros, que luego se llevan mal con la realidad. Con lo que puede decir cualquier representante de la izquierda abertzale, con casos como el de Alsasua, es decir de otros pueblos envenenados por la radicalidad en Euskadi. Lugares donde nadie ha mostrado un arrepentimiento público y auténtico. En los que tampoco tienes que pedir perdón por 900 asesinatos, sino por haber estado jaleando esos asesinatos. Y eso no se ha visto aquí.

«Si en lugar de ETA le pusiéramos el Batallón Vasco Español o un extremismo de extrema derecha este comunicado sería una cosa de chiste»

P.- ¿Se explica que aún una banda terrorista genere esta expectación?

R.- Hace unos años se dieron cuenta de que estratégicamente tenían que dejar la lucha armada. A eso le han dado una vuelta y lo han convertido en un aspecto ‘marketiniano’ y se han empeñado en que parezca que se arrepienten. Dicen que no quieren que se repita, aunque no duden en expresar que han tenido sus razones. Que tenemos que admitirles, porque esas ‘pequeñas cosas’ que hicieron, en 50 años mil asesinatos, no les deben de parecer mucho. Y que además ¡nos reconciliemos con ellos!. Creo que si le diéramos la vuelta a esto, y en lugar de ETA le pusiéramos el Batallón Vasco Español o un extremismo de extrema derecha, sería una cosa de chiste. Pero todo eso está envuelto de esa magia nacionalista tan respetada aquí (o también en Madrid cuando hay que aprobar unos Presupuestos) y eso confunde.

P.- ETA pide perdón a «algunas víctimas que no tenían participación directa»…

R.- Ese perdón ‘marketiniano’, a medias, ni al que haya sido bendecido le puede hacer gracia. Inocentes eran todas las víctimas, ninguna merecía morir. ¿Dicen que no debería haber pasado nunca? Los tsunamis u otro tipo de catástrofes tampoco. Como cuando pone  que ‘no lo van a repetir’. Buenismos. Me gustaría saber si eso es capaz de leerlo Otegi en voz alta. Pero no nos despistemos, es una banda terrorista. Para el que ha matado, mentir es una cosa menor.

«Es un perdón de márketing, dicen que no debería haber pasado, como  si fuera una catástrofe natural. Son terroristas y para los que mentir es una cosa menor»

P.-¿Es una coincidencia el comunicado de ETA con la situación que se vive tras el golpe de Estado en Cataluña?

R. – No quiero pensar en eso, pero sí creo que con su intención de pasar página sobre lo que han hecho tienen otro objetivo. Están allanando el camino para poner a Euskadi en la posición de Cataluña hace un año o dos. Es decir, que no hay violencia  y podemos pedir lo que sea. Los vascos independentistas (y los nacionalistas aparentemente menos independentistas) están aprendiendo de lo que no hay que hacer en base a los errores que han cometido en Cataluña y que ha hecho que esté cayendo el peso a la Justicia encima de los promotores de todo esto.

P.- ¿Le augura la misma hoja de ruta?

R.- Es que ese final de ETA allana una situación en la que como sigue mandando el nacionalismo, y el mundo radical sigue participando pues nada cambia. Se atribuyen unas justificaciones superiores para reivindicar (sin sangre, como en Cataluña) un referéndum o una consulta para decidir. Que eso ya lo viene diciendo Urkullu hace unos meses, que si hay paz, dicen  ¿qué nos va a impedir llegar a un acuerdo con el Estado? Ese panorama, entre otros, me temo que puede ser posible.

P.- ¿Le atribuye un papel de supervisión al PNV?

R.- Leía hace un rato que Urkullu ha pedido a ETA que reconozca a todas las víctimas y debajo de esa noticia que la Iglesia vasca también pedía perdón por sus posibles connivencias. ¡Caramba! Es curioso ¿no? Que en el mismo día la Iglesia pida perdón por algo que en 50 años no se ha atrevido a hacer! Me ha llamado la atención. El PNV, un partido nacionalista que dicho por ellos mismos recogía las nueces…, se sirvió del uso del terrorismo para conseguir el estado del bienestar que tenemos ahora los vascos y del que no nos podemos quejar. Y de toda esa época de violencia que era mala evidentemente, pero que por otra parte atraía o servía de elemento de negociación para todas esas transferencias que tenemos de más los vascos…. El PNV siempre se sitúa en medio, nunca tiene que ver con nada. Lo que debería hacer es su autocrítica también.

P.- ¿Puede generar un cambio en la sociedad?

R.- Que acabe ETA no quiere decir que debamos abrazarnos o mirarnos mejor por la calle. No. La sociedad que se ha ido formando aquí ha sido la que el poder nacionalista, que lleva desde la Transición gobernando, ha hecho y a la que ha dado forma. Una sociedad que se parece cada vez más a lo nacionalista, como han hecho en Cataluña. Lo que pasa es que aquí se mataba a gente. Esa construcción del país y ese odio a España que sigue existiendo en muchísimos lugares es lo que habría que combatir. Pero de eso no se va a hablar.

P.- Una víctima y eurodiputada, Maite Pagazaurtundúa, se ha referido ante la noticia de ETA a la existencia de un ‘síndrome de Alsasua’…¿Está de acuerdo?

R.- Sí, y lo entiendo como el poso que ha dejado esta cultura nacionalista y ultranacionalista todos estos años: la educación, ese victimismo con respecto a la guerra civil, a los abusos de la Guardia Civil o de España… Todo eso tiene un coste educativo que no acaba hoy aunque acabe ETA. Eso se queda con nosotros y en algunos sitios deriva en agresiones como la de Alsasua.

P- ¿Por qué dice eso?

R.- Nos han introducido ‘a machete’ una cultura ultranacionalista en los jóvenes. Está en los libros, en la televisión que ven los jóvenes o en la herencia  cultural que reciben de sus padres. No es que te vayan a matar, pero lo políticamente correcto sigue siendo y tiene que ver con el discurso de ETA de este viernes. Ese discurso lo enmarcará mucha gente diciendo no hemos sido tan malos y hemos hecho alguna cosita mala de la que nos arrepentimos. Pero esto continúa: lo que han sembrado está en el País Vasco y durará mucho tiempo.

«La sociedad está casi igual, sigue siendo permisiva con ETA aunque no mate y hace como si no hubiese existido nunca. Y eso no cambia por un comunicado»

P.- ¿Cambiará algo ?

R.- La sociedad sigue más o menos igual. Los más proclives al independentismo  o que han jaleado a ETA se han relajado estos años porque ya no han tenido que soportar que les salpicara la sangre pero aunque no se mate la sociología es la misma. esto no cambia por un comunicado o en unos años. Quizá en una generación, depende de cómo eduquemos a nuestros hijos o de lo que piensen de lo que se ha hecho antes, no sabemos. Pero la sociedad que ha sido permisiva con ETA lo sigue siendo aunque ya nadie que quiera que maten  ni volver atrás. La mayoría de la gente hace como si esto no hubiera existido nunca.

P. -¿Le vale ese perdón del que hablan?

R.- No. Para mí no me vale ese perdón. No significa casi nada. Significará más para ellos o para la utilización por los políticos biempensantes. No sirve ni para las víctimas ni para mí (que no lo he sido) o para que yo cambie mi visión de lo que han hecho todos estos años. Sólo sirve como discurso interno y como aval para ir más allá, seguir sembrando más nacionalismo y más independentismo ‘moderado’.

P.- El Gobierno ha dicho que es otro triunfo de la democracia y que no han conseguido nada. ¿Qué le parece esta valoración?

R.- Son cosas que tienen que decir. Lo dicen para animarnos y para animarse ellos. porque ETA ha conseguido muchísimas cosas. A través del nacionalismo ‘moderado’, y con la complicidad asesina de ETA (que han sido las dos tenazas que puse en un cartel de mi película) han dado forma a un país. Ese nacionalismo en el poder, en la cultura y en la sociedad, más la presión terrorista lo han hecho. Destrozaron un país. Y yo eso no lo puedo perdonar tan fácil. Y los políticos deberían entenderlo.

P.- ¿Cuál es el siguiente paso que nos espera tras el comunicado etarra?

R.- La transferencia de las competencias en materia penitenciaria a Euskadi, el acercamiento de presos y otras cosas. El gobierno vasco ahora quiere las cárceles cuando hasta hace cinco años los nacionalistas no las querían porque eran una ‘patata caliente’ ya que ETA mataba. Las víctimas también pueden temer la desactivación de sus asociaciones. Por inanición irán desapareciendo.

P.- ¿Desaparecerán esos colectivos?

R.- Es que hasta el Gobierno lo puede decir, qué sentido que haya víctimas asociadas que den guerra. Otra cosa que nos espera es de cara a la construcción del relato, el retocarlo y contar que ETA no acabó tan mal. Pero hay 300 asesinatos sin conocerse el autor material y de ello no hablan, porque quieren cerrar el asunto rápidamente. Tras este comunicado, el Gobierno debería poner el punto de vista en qué ocurre con las víctimas y la falta de justicia.

 

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