El Gobierno quita peso a las movilizaciones independentistas: “Son los de siempre»

ANC
Disturbios en Barcelona entre Mossos e independentistas.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Las movilizaciones de los últimos días en Cataluña-alentadas por los Comités de Defensa de la República (CDR)-no generan preocupación al Gobierno, que insiste en que el ‘procés’ está descabezado. En fuentes gubernamentales se considera que quienes protagonizan las protestas son «los mismos de siempre». En este sentido, señalan que ni siquiera la convocatoria tras la detención del ex presidente Carles Puigdemont generó inquietud: acabó dispersándose sin apenas incidentes tras la intervención de los Mossos.

La sensación es que esas concentraciones seguirán, aunque durante un tiempo limitado. La situación de Puigdemont seguirá en impasse en tanto Alemania no se pronuncie sobre su extradición. Y aunque se espera que el proceso sea más rápido, el plazo podría extenderse durante dos meses.

Tampoco se esperan novedades en el Tribunal Supremo, por ahora. El proceso judicial sigue su curso y los dirigentes encarcelados se preparan, como confirmaron sus defensas, para pasar tiempo en prisión. El juicio podría dilatarse, después de que el juez Pablo Llarena acordase a principios de mes declarar la causa «compleja», lo que permitirá extender el plazo para culminar el sumario de los seis meses previstos por la ley en principio, hasta un máximo de dieciocho, a petición del fiscal y con el acuerdo de las partes, el abogado del Estado y la acusación popular, además de la práctica totalidad de las defensas de los imputados.

Esa aparente tranquilidad del Gobierno contrasta con el sesgo más radicalizado que han tomado las últimas convocatorias. Los CDR han asumido su organización, por encima de las entidades soberanistas, Asamblea Nacional Catalana y Òmnium. Estos grupos están, por ejemplo, detrás de los últimos cortes en varias carreteras catalanas, o las protestas en la estación de Sants (Barcelona). Acciones que desarrollan en la campaña #PrimaveraCatalana, para reclamar la liberación de los golpistas.

«La llamada a parar el país ha prendido en las calles: habrá que seguir ocupándolas y no abandonarlas. El grado de concienciación social se palpa en el ambiente y es unánime la sensación de que es necesario un nuevo paso en la acción para la democracia y la República», se sostiene en el argumentario que circula entre el independentismo, en el que se anima a «ser creativos» y a «creer en nuestra fuerza». «Creemos que nuestra fuerza y determinación serán de sobra suficientes para responder al Estado de excepción en el que vivimos», añaden».

La inquietud sí existe entre las fuerzas de seguridad, que avanzan un escenario de confrontación continua en las calles. El pasado domingo, una treintena de agentes sufrió las agresiones de manifestantes en las protestas. Policía y Mossos reclaman un endurecimiento de las penas para el delito de «atentado contra la autoridad».

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