Con este carné falso del CNI se colaba a diario en los Mossos su ‘pequeño Nicolás’

Con este carné falso del CNI se colaba a diario en los Mossos su ‘pequeño Nicolás’
Carlos Cuesta

Con un carné falso del CNI elaborado con un escáner y poco más. Así se colaba de forma habitual en los Mossos su particular ‘pequeño Nicolás’. Su nombre era David Puig. Su historia -tal y como ha adelantado ya OKDIARIO- se convirtió en una parodia de la seguridad del cuerpo de policía autonómico de Cataluña. Porque contando historias extravagantes y presentando en los controles de seguridad carnés elaborados con medios caseros, el supuesto agente Puig llegó a intercambiar información confidencial y a mantener, al menos, seis reuniones relevantes, tal y como reflejan los documentos que los Mossos pretendían destruir el pasado 26 de octubre en la incineradora.

Agentes de la Comisaría de Información de los Mossos d’Escuadra plasmaron en notas oficiales hasta seis encuentros con el misterioso agente. Lo identificaban como David Puig Altissent; aseguraba ser agente del CNI; y se ofreció para infiltrarse en las redes yihadistas.

Los Mossos le dieron carta de credibilidad. Mitad por sus historias. Mitad porque pretendían tener controlado a un supuesto agente del CNI de modo que accediesen ellos también a información supuestamente relevante de los servicios de inteligencia nacionales.

OKDIARIO muestra hoy los carnés con los que se presentaba en los controles y reuniones y con los que sorteaba esos supuestos mecanismos de seguridad y de comprobación de la identidad. Uno era del CNI. El otro del servicio de Escoltas Privados de la Policía Nacional y Guardia Civil.

Las reuniones clave con los Mossos se desarrollaron entre el 29 de octubre de 2014 y el 20 de mayo de 2015, según la documentación que los Mossos d’Esquadra intentaron destruir en la incineradora de Sant Adrià de Besòs y que hoy se encuentra ya a disposición judicial.

El falso agente del CNI no sólo engañó a los Mossos d’Esquadra. También se ofreció a un responsable de seguridad del PP en Cataluña para intentar infiltrarse en círculos independentistas con el fin de desprestigiarles, según la versión que la Policía autonómica catalana ofrece en su informe. Eso sí, con el responsable del PP tuvo menos fortuna en sus intentos de colarse.

David Puig acabó siendo detenido el 19 de abril de 2014, tras protagonizar un incidente en el parking del Paseo Taulat de Barcelona mientras portaba la credencial falsa del CNI que hoy muestra este diario. Quedó imputado por un delito de usurpación de funciones. Los Mossos llegaron entonces a la conclusión de que sufría algún tipo de “desajuste psicológico”. Un factor que, por lo visto, no percibieron en ninguna de las reuniones mantenidas con él.

Contacto con Miquel Sellarés

David Puig, por el camino, y aprovechando estos contactos, había logrado ponerse en contacto con Miquel Sellarés, quien, como director general de Interior bajo el mandato de Jordi Pujol, fue el responsable de la creación de la Policía autonómica.

El falso agente del CNI David Puig fue detenido en una operación bautizada como ‘Operación Loki’. Y, según el informe que los Mossos, llegó a entregar a Miquel Sellarés “un documento de cómo debía constituirse un ejército y un servicio de inteligencia en una Cataluña independiente”.

Por si fuera poco, en esas reuniones, convenció a responsables de aquella Generalitat de que él podía “acercarse al sector más militarista de la ANC” y promover un encuentro con Jordi Riba Oliveres, vinculado a un grupo independentista violento, los Escamots.

Sus relatos fueron a más. Y siguiendo los informes elaborados por los Mossos, David Puig actuaba en connivencia con otro individuo, identificado como Alberto Martínez Fábregas, supuestamente vinculado con la colocación de un artefacto explosivo en el campo de golf de San Cugat del Vallès y que se hacía pasar por agente del Mossad.

«Durante las reuniones llevaba guantes para no dejar ninguna huella digital», añadieron los agentes autonómicos en sus notas. Y “no quería ningún terminal telefónico facilitado por nosotros, no quería aportar ningún dato relacionado con su vida personal para evitar que se averiguase su identidad real y durante los encuentros aplicaba medidas de contravigilancia, así como medidas para no ser controlado”.

Porque Puig, según llegaron a creer los Mossos, era un importante agente doble. “Según nos comenta Puig, ha intentado vender el material a formaciones políticas como Ciudadanos, servicios de inteligencia españoles como el CNI, diarios virtuales como El Confidencial, diarios como El Mundo y no se descarta la posibilidad de que esta persona ya haya hecho el intento de realizar la transacción o incluso ya haya aportado información a estos entornos”, subrayaron los Mossos encargados de controlar al agente Puig.

Un ‘pequeño Nicolás’ que, además, disponía “de una red de confidentes que tiene en ámbitos musulmanes, oratorios, centros culturales islámicos, etc. aportando un vídeo del reclutamiento de una persona de Badalona de origen marroquí”.

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