El PSOE a sus enchufados en Extremadura: “No os vamos a dejar tirados”

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Carmen Heras entre José Luis Rodríguez Zapatero y Guillermo Fernández Vara en un mitin del PSOE en Extremadura.
Carlos Cuesta

El PSOE extremeño no se avergüenza del chiringuito de los enchufes montado en la empresa pública de la Junta que preside Guillermo Fernández Vara. Pese a que la lista de colocados a dedo supera ya los 20 cargos o familiares socialistas cobrando en la sociedad pública Gisvesa, el Partido Socialista ha trasladado un mensaje a sus enchufados: “El PSOE no va a dejar a los trabajadores tirado. Nuestro compromiso sigue intacto”.

El mensaje ha sido trasladado con un añadido: mantendrán su compromiso de colocar a los enchufados “pese a la actitud de la oposición”. Una aclaración que no sólo hace alusión al PP –que ha solicitado ya una comisión parlamentaria para investigar la empresa de los enchufes– sino también a Podemos. Y es que, pese a que Fernández Vara gobierna gracias a los podemitas, el escándalo montado a raíz de las informaciones desveladas, ha provocado que los hombres de Pablo Iglesias hayan advertido de que no respaldarán el deseo de los socialistas de esconder el caso.

Y es que las informaciones publicadas por OKDIARIO han señalado ya que la ex presidenta del PSOE extremeño, Carmen Heras, enchufó a su jefe de gabinete en el chiringuito público Gisvesa. Carmen Heras, condenada hace menos de dos años por prevaricación e inhabilitada para el cargo político, aprovechó la empresa pública de la Junta de Extremadura para colocar a un cargo de su máxima confianza: Javier Sevilla de la Montaña. Hay que recordar que Heras, que además de líder del PSOE en esta región era alcaldesa de Cáceres, fue condenada por el Juzgado de lo Penal Número 2 de Cáceres a ocho años de inhabilitación para el empleo o cargo público por un delito de prevaricación administrativa. La condena se produjo tras probarse que se habían fraccionado los pagos con dinero público y eludido el concurso en la contratación del Festival Urban Screens de 2010, un espectáculo que buscaba promocionar la candidatura de Cáceres a la capitalidad europea de la cultura en 2016.

También el propio presidente extremeño, el socialista Guillermo Fernández Vara ha aprovechado para colocar a su cachorro en Gisvesa: José Antonio Pajuelo. Vara había intentado ya meterlo como gerente del Instituto de Consumo modificando las condiciones del cargo, pero el escándalo generado en su momento —2016— bloqueó las posibilidades de enchufarlo. El líder socialista extremeño no cesó en su empeño y ha acabado colocando a su cachorro político en Gisvesa como coordinador jurídico. Pajuelo es el delfín de Vara y fue ya su candidato a las primarias en Badajoz, votaciones que perdió.

También Andrés Licerán, marido de Belén Fernández, alto cargo directo de Sánchez en la Ejecutiva del PSOE, ha sido enchufado en Gisvesa. A los tres meses de casarse, como si se tratase de una dote, el marido ya fue colocado en la empresa. Y Ventura Sánchez Amor, hermano del portavoz de Exteriores en el Congreso, que está contratado en la empresa como auxiliar administrativo. Ventura es el hermano de una de las personas más influyentes en el área de Exteriores del equipo personal del secretario general de los socialistas: Ignacio Sánchez Amor, diputado y portavoz de Asuntos Exteriores del Grupo Socialista en el Congreso.

Todo ello en una empresa pública, Gisvesa, que figura a cierre de 2017 en situación de «quiebra» con un «agujero económico» un 330% superior al del ejercicio pasado. Los socialistas, de hecho, pretenden hacer ahora un rescate en toda regla de la sociedad -con el pago de 1,6 millones- para evitar el escándalo que puede provocar el hecho de haber tumbado la sociedad por culpa de los enchufes. Pero el escándalo ha provocado que Podemos haya anticipado ya su oposición a la inyección de dinero.

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