Enésimo guiño independentista de Lidl: se queda en Cataluña y discrimina el español

Lidl
Un lineal de un supermercado Lidl.
Borja Jiménez

La crisis que Carles Puigdemont y demás golpistas han instaurado en Cataluña no parece suponer un problema para Lidl que, lejos de posicionarse en contra del movimiento, no sólo no ha sido arrastrada por la fuga masiva de empresas de la región, sino que ha mantenido sus rótulos sólo en catalán -pese a la amenaza de boicot en las redes-, y ha mostrado su plena confianza en Cataluña con una inversión de unos 20 millones de euros en la región, donde contratarán a casi 100 personas en 2018.

El gigante alemán de los supermercados ha insistido en diversas ocasiones en que no se posicionan respecto a la crisis de Cataluña: «No estamos vinculada a ninguna coyuntura política». Sin embargo, lo cierto es que los últimos movimientos de Lidl, que ha confirmado a este periódico que en principio no hay ningún plan de cambiar los rótulos de Cataluña -sin rastro del español-, pueden hacer sospechar que, por lo menos, no temen a la amenaza independentista.

Lidl, además, no se plantea ningún cambio de sede y ya advirtió de que respetaría «el marco legal que quede establecido», dejando caer que no les importa lo que pase en Cataluña, ni si hay independencia. Visto lo visto, poco importan a la firma las constantes llamadas al boicot vistas en las redes sociales.

Cinco nuevas tiendas en Cataluña

Así las cosas, tras los ‘guiños’ de la compañía alemana al movimiento secesionista, durante el 2017 Lidl aumentó su inversión en Cataluña justo cuando más intensa estaba la situación. 

Lidl, con los 20 millones invertidos en la región, ha abierto cinco tiendas en Cataluña el pasado 2017. La cadena de supermercados alemana ha efectuado una inversión aproximada de 20 millones de euros y ha contratado unos 95 trabajadores para las tiendas de Gerona, Sant Boi de Llobregat, Hospitalet y Tárrega, y abrirá otra más en Esplugues de Llobregat.

En total, Lidl ha invertido 110 millones de euros y ha creado 400 puestos de trabajo después de abrir una treintena de tiendas en el conjunto de España; de los cuales 20 millones y 100 empleos van a Cataluña.

Las nuevas tiendas de Lidl disponen de salas de venta mayores, en torno a los 1.400 metros cuadrados de media, que permiten incrementar la oferta comercial y, especialmente, potenciar la presencia del producto fresco, por el que la compañía está apostando «fuertemente» y que ya representa más de un tercio de su surtido total. En concreto, las nuevas aperturas de 2017 se han efectuado en Andalucía (con seis), Valencia (cinco) y Cataluña (cinco), las comunidades donde Lidl ha inaugurado más puntos de venta.

 

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