Rajoy no aceptará condiciones y contempla ya la prórroga de los Presupuestos

Roger Torrent
Mariano Rajoy al frente del Consejo de Ministros. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno ya valora en firme una prórroga de los Presupuestos Generales durante este año. Una opción que permitiría a Mariano Rajoy sostener aún la legislatura y replantearse un adelanto electoral de cara a 2019, siempre en caso de que el Ejecutivo, también entonces, se viese incapaz de aprobar las cuentas.

La negociación de los actuales Presupuestos sigue a merced de la situación en Cataluña y, en consecuencia, de la postura del PNV. Los cinco apoyos vascos son esenciales para que el Gobierno reedite la actual suma, con Ciudadanos y los dos diputados canarios.

Pero, a pesar de que Rajoy mantiene su intención de apurar los tiempos, la incertidumbre en la formación del gobierno catalán hace que la prórroga se contemple ya como una salida efectiva. No es la prioritaria para el presidente, pero, a la vista de las circunstancias, tampoco le disgusta. Le permitiría evitar las excesivas presiones que harán llegar, tanto desde el PNV como desde Ciudadanos, un partido reforzado tras los buenos resultados en Cataluña, y aguantar, al menos un año, su actual mandato.

«Normalidad» en Cataluña

En la dirección del PP se asume que los peneuvistas no negociarán en firme hasta que la situación catalana se ‘resuelva’: y ello implica no únicamente que se forme gobierno, sino que se constate que ese gobierno esté dispuesto a cumplir con la legalidad porque, en caso contrario, el Ejecutivo volvería a activar el 155.

De ahí que la futura negociación de las cuentas del Gobierno se arroje muy complicada, o no se produzca hasta bien entrado el año. Sobre el escenario hay aún muchas incógnitas inmediatas -como la vía que elegirá Carles Puigdemont para ser investido, o cómo los independentistas pueden sortear los obstáculos legales para votar en el Parlament- pero también en el largo plazo, toda vez que Junts per Catalunya insiste en que su prioridad es hacer efectiva la República. Una ilegalidad que, de nuevo, tendría enfrente al Ejecutivo y a los partidos nacionales.

En el partido vasco se calibra aún el impacto de apoyar unas cuentas del Gobierno y se insiste en que no hay una «situación política de suficiente tranquilidad en el Estado» como para afrontar las negociaciones.  La meta no está en la constitución del nuevo Govern, sino en «la normalización de la situación política». Es decir, un plazo demasiado inconcreto.

Las presiones llegan también desde Ciudadanos. Albert Rivera ha advertido este lunes de que su partido no dará apoyo a ninguna iniciativa del Gobierno, incluidos los Presupuestos, si el PP no aparta de su escaño a la senadora Pilar Barreiro, imputada por el Tribunal Supremo por presunta vinculación con la trama Púnica y que declarará el próximo día 15.

El coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, ha calificado de desproporcionada esta exigencia y ha recordado que el acuerdo de investidura con Ciudadanos no impone la dimisión ni destitución en este momento de Barreiro, sino cuando su imputación sea formal o cuando sea procesada, momento que no ha llegado aún.

Rebelión de ‘barones’ del PSOE

Relegada la vía PNV, Rajoy ha dado orden de que se empiece a mirar al PSOE, un partido que sin embargo ya avanzó su rechazo a los Presupuestos del Gobierno.

En esa línea insiste también desde hace días Ciudadanos. El partido ha emplazado al Ejecutivo a negociar con los socialistas con el objetivo de no estar otra vez «en manos de los nacionalistas» y sus cálculos electorales. «Lo responsable» -opinó el secretario general, José Manuel Villegas- sería que los dos grandes partidos llegasen a una salida pactada.

La instrucción de Rajoy no se limita a los Presupuestos. Se amplía a otros acuerdos de Estado, aún pendientes, como el pacto de Educación, por las pensiones o el nuevo sistema de financiación.

En este último caso, creen que el secretario general, Pedro Sánchez, tendrá difícil justificar un ‘no’ ante sus barones. De hecho, se fían a una ‘rebelión’ de los dirigentes territoriales que presione hacia el acuerdo.

Este mismo lunes, el presidente de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, reclamó al Gobierno que ponga en marcha el nuevo modelo de financiación autonómica en las próximas semanas y cumpla con lo prometido en la última Conferencia de Presidentes, cuando se agendó un acuerdo para antes de finalizar el año. El Ejecutivo, sin embargo, pospuso en su momento las negociaciones a la espera de las elecciones del 21-D y la formación del nuevo gobierno en Cataluña.

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