El PSOE vende el impuesto a las transacciones como recargo a la banca y sabe que lo pagarán los clientes

memoria histórica
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE.
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez ha afirmado hoy que dos impuestos a la banca financiarán las pensiones. Uno de ellos es el «Impuesto sobre Transacciones Financieras». Un tributo que en el propio documento de trabajo elaborado por el PSOE hace escasos meses -y al que ha tenido acceso OKDIARIO- se deja claro que no serán las entidades financieras las que lo paguen. Porque lo pagarán los usuarios de los servicios, es decir, en muchas ocasiones, los mismos pensionistas.

La demagogia ha vuelto a hacer acto de presencia en el discurso de Pedro Sánchez. Según el secretario general de los socialistas, ha llegado el momento de que la banca devuelva los favores que todos los ciudadanos les han hecho con los rescates. «Es justo también que el sector financiero contribuya a sostener el sistema público de pensiones», ha asegurado.

Pero lo cierto, es que en el propio documento de trabajo del PSOE se especifica lo siguiente: «Tratamos de forma separada el Impuesto sobre Transacciones Financieras, ya que su naturaleza es distinta de las anteriores figuras, en la medida en que no va dirigido al gravamen de las entidades bancarias sino al tráfico financiero, con independencia de quién lo realice». ¿Y quién lo realiza? todos los usuarios de determinados servicios financieros: sean bancos o no. Sean pensionistas o no. Sean particulares, empresas o entidades públicas.

En concreto, la propuesta del PSOE consiste en tres impuestos diferentes: «El Impuesto sobre la adquisición de participaciones en el capital», que «se aplica a las adquisiciones a título oneroso de valores de capital admitidos a negociación y emitidos por empresas residentes». Es decir, que lo pagan todos los que compren acciones.

El segundo tributo es el que recae sobre «las operaciones de alta frecuencia sobre participaciones en el capital»: «La base imponible será el montante de las órdenes de compra anuladas o modificadas a lo largo de un día en la bolsa que exceda del límite que se establezca por Decreto», algo que pueden realizar bancos o no bancos. Lo puede hacer cualquiera.

Y el tercero es el «impuesto sobre los CDS (credit default swap)», que recae sobre los que operan con estos «productos derivados». Una vez más, sean bancos o no. Porque no es cierto que el triple impuesto a las transacciones que acaba de anunciar Sánchez recaiga sobre la banca. Según su propia documentación.

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