Agentes del CNI y la Guardia Civil grabarán hoy a los mossos conflictivos en los colegios electorales

El Gobierno no quiere repetir los errores del referéndum ilegal del 1-O. Y, con el fin de prever posibles pucherazos e incidentes en los centros de votación, como casos de inacción o de cooperación por parte de los mossos d´esquadra independentistas, ha dispuesto que agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y del Servicio de Información de la Guardia Civil (SIGC) graben el normal desarrollo del 21-D en mesas y colegios electorales de distintos puntos de Cataluña.

Según ha podido saber OKDIARIO, con este fin han sido reforzados los dispositivos que habitualmente trabajan en esta comunidad autónoma. Y el operativo de grabaciones (tanto con cámaras de mano como microcámaras, que podrán portar los agentes de paisano o ser colocadas en puntos pertinentes) persigue facilitar la recogida de pruebas y la rápida identificación de los autores de esos eventuales sabotajes o incumplimientos con las órdenes dictadas por el Cuerpo de Mossos d’Esquadra (CME).

Centros de votación y comisarías

Barcelona, Sabadell, Gerona, Manresa, Sant Feliu de Llobregat, Granollers, Tortosa (Tarragona) y la Seo de Urgel (Lérida) son algunas de las comisarías donde los mossos han sido objeto de la investigación sobre su supuesta pasividad durante el 1-O y localidades que serán escenario de vigilancia, pero, con ellos, otros muchos en los 947 municipios y sus cerca de 2.700 colegios electorales.

El CNI y los servicios de información del Instituto Armado dotarán además de una protección especial a instalaciones que son críticas durante la jornada, como el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI), el centro de la Generalidad que supervisa todo el sistema informático en Cataluña.

Para estos comicios, el Ministerio del Interior (en esta ocasión, y como consecuencia de la implementación de artículo 155 al frente de los Mossos),  ha aumentado en 7.000 los agentes de los tres cuerpos de seguridad que vigilarán la jornada electoral.  Y de ellos, destaca el incremento de policías autonómicos: 4.200 agentes más que en las elecciones 2015.

Se vigilará el recuento

El Ejecutivo tiene muy presente que estos no son unas elecciones autonómicas normales, y por ello, los servicios de inteligencia dedicarán una atención muy especial a todo lo que suceda tanto en mesas electorales como en la posterior tarea de recuento de votos, así como a las unidades que desplace el Cuerpo de Mossos d’ Esquadra (CME).

Una fuerza policial en la que, pese al relevo de Josep Lluís Trapero (que está colaborando con la Guardia Civil para desencriptar mensajes internos de mossos que ayudaron a los golpistas el 1-O) y a que se haya investigado la mitad de los 8.000 agentes que trabajaron esa jornada, siguen algunos oficiales y agentes ‘fichados’ por su grado de fanatismo independentista, que les hace susceptibles de volver a incumplir con la Ley y las órdenes  dictadas.

Conductas por la que, el Ejecutivo recuerda, como sucediera con el 1-O, pueden responder penal y patrimonialmente. Con cerca de 400 mossos imputados por su actuación en el referéndum ilegal, y sin olvidar el nivel 4 de alerta antiterrorista, no es extraño que los servicios de inteligencia del Estado se hayan preparado para que el 21-D, sin ser una jornada electoral más, sí al menos discurra con la máxima normalidad.