Puigdemont presiona a Junqueras con medio millón de firmas para una lista unitaria

carles Puigdemont
El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el ex vicepresidente Oriol Junqueras, en el Parlament (Foto: EFE).
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Carles Puigdemont está dispuesto a encabezar la lista unitaria cívica que, este viernes, han presentado sus impulsores en un acto en el Ateneu de Barcelona.

Se trata de una iniciativa promovida por personalidades del ámbito social y académico, «procedentes de espacios ideológicos diversos» que apuestan por «la formación de una candidatura única de todas las fuerzas políticas y sociales favorables al restablecimiento de la legalidad democrática en Cataluña y la liberación de los presos políticos», para «seguir avanzando en el proceso constituyente» tras el 21-D.

Los organizadores han unificado las dos plataformas que, desde hace días, promovían el apoyo a la idea de una candidatura única, que se presentaría bajo la fórmula de una agrupación de electores. Entre ambas habían recogido más de medio millón de adhesiones o firmas virtuales, que, en la práctica, no tienen validez para formalizar una candidatura electoral. Ante el éxito, los promotores iniciarán el próximo lunes y hasta el miércoles la recogida física de firmas. Se necesitan 55.000 para registrar la agrupación de electores, una mínima cantidad a la vista de los apoyos de salida.

Puigdemont no está detrás de esa iniciativa,  pero sí se ha interesado por ella, y no hay duda de que sirve a su interés de amortiguar el fracaso electoral del PDeCAT. Preguntado desde Bruselas, el expresident destacó este viernes que «en un momento tan excepcional se necesitan medidas excepcionales». Un ‘aviso a navegantes’ para ERC que esta semana aprobaba concurrir en solitario a las elecciones.

De hecho, la iniciativa ha dado una nueva esperanza de una parte de los convergentes, los más afines a la línea de Puigdemont. La formación ha aplazado la celebración de su cónclave de este fin de semana, en el que tenían previsto cerrar las listas electorales. Lo harán el miércoles, una vez concluya también el plazo para la recogida de firmas de la plataforma. Un movimiento estratégico que les permitirá sondear los apoyos para construir un ‘frente’ social y político de cara a diciembre.

No obstante, la fórmula no es del agrado de todo el PDeCAT. Sus críticos se fundamentan en que se trata de una decisión unilateral del propio Puigdemont, cuyo crédito está en entredicho desde su huida en solitario a Bruselas. Pero hay también cuestiones tácticas, como que una agrupación de electores no puede acceder a espacios publicitarios en los medios públicos ni debates, ni tampoco a los fondos de partido. En las últimas horas, desde el PDeCAT se analiza un posible anclaje legal para sortear esos inconvenientes.

La candidatura incluiría a los principales dirigentes del partido, como, además de Puigdemont, los exconsellers en prisión y en Bélgica, los miembros de la Mesa imputados y, además, los líderes de ANC y Òmnium Cultural, también en la cárcel por presunta sedición. Desde la ANC se ha insistido con vehemencia en los últimos días por la lista única. No tanto desde Òmnium, pero pocos dudan de que ambas asociaciones estarán representadas.

El programa se centraría básicamente en tres puntos: soberanía para acabar con la aplicación del artículo 155 de la Constitución y recuperar el autogobierno; libertad de todos los encarcelados, y el inicio de un proceso constituyente. La palabra independencia se quedará en un segundo plano o, directamente, ni se recogerá. En el secesionismo se asumen ahora las dificultades de llevar a cabo una ruptura.

Entre tanto, ERC sigue renegando de ir en una lista única, y más aún, en que la encabece Puigdemont, con quien se han roto relaciones. La convivencia entre el expresident y su número dos fue ya muy tensa en los últimos días en el Palau y ahora la relación es nula, porque Junqueras no le perdona que, con su fuga a Bélgica, haya comprometido el horizonte penal del resto de miembros del Govern.

Los republicanos tienen sus razones para concurrir en solitario: estiman que eso les da ventaja electoral porque, a la vista de los sondeos, serían los ganadores de los comicios, y los convergentes, los grandes perjudicados. Pero nada asegura cómo respondería el independentismo si el partido se niega a participar en una gran candidatura ‘de país’ cuyo propósito es defender la República. De hecho, ese es precisamente el argumento que se esgrime desde el PDeCAT para provocar a los republicanos.

Las dudas de la CUP

En medio de las tensiones entre PDeCAT y ERC, surgen también las de la CUP.

Los ‘cupaires’ no son partidarios de compartir candidatura con Puigdemont, pero también hay un tira y afloja con los republicanos por quién rechazó primero el concurrir asociados.

El domingo, los antisistema decidirán en una asamblea su participación el 21-D, incluida la opción de no presentarse a las elecciones. Sobre la mesa está también la posibilidad de apoyar una candidatura civil, sin políticos; formar un frente de izquierdas o concurrir finalmente en solitario.

Las dudas se alimentan con la visita de los exdiputados Anna Gabriel y Benet Salellas a Puigdemont, este viernes, como avanzó en exclusiva OKDIARIO.

La formación antisistema ha declarado que su intención era «apoyar» al «gobierno legítimo» de la Generalitat y denunciar la aplicación del 155. Pero el encuentro levanta las suspicacias sobre un posible plan de actuación de cara a los comicios.

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