Puigdemont ni siquiera logra el apoyo de su grupo europeo para celebrar un acto en la Eurocámara

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El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El expresidente catalán, Carles Puigdemont, se ha visto obligado a suspender un acto en apoyo a la independencia en el Parlamento europeo, debido a las presiones de su propio grupo, el liberal ALDE, en el que se integran, entre otros, Ciudadanos, PNV o UPyD.

La iniciativa partió del eurodiputado del PDeCAT, Ramón Tremosa, el encargado de solicitar autorización a la Eurocámara para alquilar una de sus salas, que le fue concedida. Este hecho provocó la reacción del resto de partidos y un visible malestar, que ha motivado, finalmente, que el acto se celebre en un teatro de la capital. Se trata de la sala Bozar, un espacio de alquiler para eventos en cuyo programa figura, hace unas semanas, una conferencia del expresidente de Ecuador, Rafael Correa y Yanis Varoufakis, exministro de Finanzas de Grecia.

Fuentes del grupo parlamentario confirman que su intención era elevar una queja formal al presidente del Parlamento, Antoni Tajani, en caso de que el acto llegase a celebrarse. Afirman, además, de que si así fuese se podrían haber encontrado muchos obstáculos, como problemas para acreditar a los 200 regidores.

Los eurodiputados independentistas ya han enviado al resto de la Eurocámara la invitación para asistir a este acto, para el que previamente deben registrarse.

No sería la primera vez que el presidente destituido intenta visibilizar su discurso en las instituciones comunitarias, sin éxito. En enero, los eurodiputados de PDeCAT y ERC le organizaron también una conferencia a la que no acudió ninguna autoridad comunitaria, y una mermada representación de parlamentarios. Los convocantes tuvieron que recurrir  a catalanes que residían en Bruselas y otros desplazados desde Cataluña para llenar la sala. Desde el Parlamento Europeo rechazaron cualquier vinculación afirmando que el acto no tenía ningún carácter «oficial».

El acto de este martes ha sido convocado por la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) y la Asociación Catalana de Municipios (ACM) bajo el lema de «Catalan mayors in support of the Government of Catalonia» (Alcaldes catalanes en apoyo del Gobierno de Cataluña) y con la intención de denunciar lo que consideran «persecución judicial e ideológica al gobierno catalán» cesado.

La presencia de Carles Puigdemont en Bélgica está provocando un visible malestar en el Parlamento Europeo.

El propio jefe del grupo liberal, Guy Verhofstadt, se ha mostrado muy crítico con el independentismo catalán, en repetidas ocasiones. En un debate en el Parlamento, el pasado 4 de octubre, afirmó que «el referéndum ilegal no tiene legitimidad democrática» y consideró que su convocatoria fue «una total irresponsabilidad».

«Ni se puede ir contra la ley ni se puede gobernar sin la ley. Pido a ambas partes que paren la escalada y se sienten en la mesa. El espíritu en esta mesa tiene que ser el entendimiento», afirmó.

La pasada semana, Verhofstadt recurrió a una caricatura de Puigdemont que circula por las redes sociales, en la que el expresidente catalán emula a Tintín, para afirmar que Puigdemont no merece ser comparado con el mítico personaje de cómic belga, todo un símbolo en su país. «Esta caricatura está circulando. No estoy seguro si la comparación de Puigdemont con Tintín es adecuada. Tintín siempre encuentra soluciones a las aventuras que encuentra, mientras que Puigdemont dejó Cataluña en el caos y la devastación», afirmaba en el mensaje.

Este lunes, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, rechazó que las autoridades españolas estén violando el Estado de Derecho por su actuación para responder al desafío soberanista y dejó claro que confía en la justicia, tanto en la española como la belga, que debe pronunciarse sobre la extradición o no a España del expresidente catalán y cuatro exconsellers.

«No veo en que el Estado de Derecho esté siendo violado por las autoridades españolas. Creo más bien que los que no respetan el orden constitucional español están en violación de la ley”, aseguró Juncker.

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