El PNV ya negocia los Presupuestos pese a que dice oficialmente que «no se dan las circunstancias»

Iñigo Urkullu
Íñigo Urkullu y Mariano Rajoy en La Moncloa.
Carlos Cuesta

El PNV dice que no negocia los Presupuestos. Que «no se dan las circunstancias» para poder hacerlo, tras haber aplicado el 155 el Gobierno de Mariano Rajoy en Cataluña. Pero lo cierto es que ya ha reanudado esas negociaciones para sacar adelante los presupuestos del año 2018. Y lo ha hecho por dos motivos: sabe que no podía pedir más al Gobierno que acortar al máximo el plazo de aplicación del artículo 155.

Y que el primero que le ha hecho quedar en ridículo a Iñigo Urkullu ha sido Carles Puigdemont al usar la vía de negociación abierta para reclamar medidas de inmunidad penal y patrimonial imposibles de aplicar en un estado de derecho.

Es cierto que la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española por parte del Gobierno de Mariano Rajoy supuso el corte de las negociaciones con el Partido Nacionalista Vasco de cualquier iniciativa legislativa del Partido Popular, tal y como adelantó OKDIARIO.

Pero la mediación de Urkullu en favor de Puigdemont ha sido seguida de dos confirmaciones: la primera, que la fecha de las elecciones catalanas no será a los seis meses, como se planteó en el Consejo de Ministros extraordinario de petición al Senado del artículo 155. Tampoco será el 28 de enero tal y como inicialmente se pactó con el Partido Socialista. Serán el 21 de diciembre, es decir, literalmente en el plazo más corto posible: el de dos meses, tal y como adelantó OKDIARIO desde el primer momento. Más en concreto, literalmente pasados los 54 días que exige la ley para poder convocar unas elecciones autonómicas.

La confirmación de la intención inicial de Mariano Rajoy significa la aplicación más reducida, temporalmente hablando, del 155. Algo que, pese a que el PNV solicitó literalmente la retirada del 155, es lo más parecido a los deseos del Partido Nacionalista Vasco que podía ofrecer Rajoy, teniendo en cuenta que Puigdemont solicitó, además de la paralización del 155, la inmunidad penal y patrimonial suya y de todos los miembros de su Gobierno y la liberación de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. Peticiones que nunca jamás podría haber aceptado el PP.

Urkullu se considera engañado por Puigdemont

De hecho, el primero que se considera engañado por Puigdemont, es el propio Urkullu. Y es que, cuando el PNV abrió la vía de mediación con el Gobierno de Mariano Rajoy no tenía encima de la mesa una petición de inmunidad y liberación de prisión como la planteada finalmente por Puigdemont. Las peticiones fueron creciendo a medida que la vía de mediación se confirmaba y el primero que sabía que eran inasumibles era el propio Urkullu.

La segunda confirmación es el compromiso renovado del Gobierno de que cumplirá con las promesas asumidas en la negociación de los Presupuestos de 2017. En concreto, en la plasmación de la Ley de Cupo nueva. Hay que recordar que lo pactado en la anterior negociación de Presupuestos entre el Gobierno y el PNV, en una parte considerable, todavía está pendiente de ejecución. Y es que la plasmación legislativa de la nueva norma quinquenal de fijación del cupo vasco aún no ha sido aprobada en el Congreso de los Diputados.

El Gobierno ya ha retomado los contactos con el PNV para abordar la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Y, aunque descuenta que el precio de la negociación puede ser caro, sabe que tendrá que negociar si quiere sacar adelante la norma presupuestaria.

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