El Gobierno prevé un 15-M independentista tras el referéndum ilegal

Mariano Rajoy
Rajoy con Sáenz de Santamaría, en el Congreso.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno anticipa que el referéndum ilegal del próximo 1 de octubre puede desembocar en una situación de «ocupación» de la calle, similar a la que ocurrió el 15-M, con «acampadas en las plazas», algunas espontáneas  y otras alentadas por las organizaciones de izquierda. Una forma de mantener caliente el sentimiento independentista durante unos días, incluso semanas, en vistas también a una posible celebración de elecciones.

Moncloa cuenta con que el amplio dispositivo de seguridad previsto para ese día- que involucra tanto a Mossos como guardia civiles y policías nacionales además de Guardia Urbana-sea suficiente para contener las posibles alteraciones de orden público. En fuentes gubernamentales no se atreven a dibujar un escenario de seria confrontación, aunque sí auguran que la movilización será elevada y, en consecuencia, imprevisible. Más aún después de que se haya conocido que organizaciones de la izquierda proetarra están movilizándose para estar en Cataluña el domingo.

De todas formas, y aunque esa es una de las grandes preocupaciones del presidente del Gobierno, en las mismas fuentes consideran que a los independentistas «no les interesa» trasladar una imagen de violencia y enfrentamiento. De hecho, añaden, ese es precisamente uno de los mensajes más repetidos por las organizaciones separatistas, que llaman a movilizarse de manera pacífica. «Su imagen internacional quedaría en entredicho y aún más cuestionada», interpretan en el círculo de colaboradores del presidente.

Además, los promotores de una movilización, de resultar violenta, ya saben que se arriesgarían a un posible delito de sedición, como ya ha ocurrido con las últimas concentraciones en Barcelona en protesta por los detenidos por organizar el referéndum. La Audiencia Nacional ha admitido este mismo miércoles la denuncia de la Fiscalía por este delito, tipificado en el artículo 544 del Código Penal y que castiga el alzamiento «público y tumultuariamente  para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las Leyes o a cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario público, el legítimo ejercicio de sus funciones o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o judiciales».

El delito podría afectar, pues, al propio gobierno catalán en el caso de que el 1 de octubre se registren hechos violentos, que podría arriesgarse a penas de hasta quince años de cárcel.

En cualquier caso, Moncloa sí insiste en dar por desbaratada la logística del referéndum. Admiten que lo que se puede ver el domingo será una movilización de «tipo festivo», quizás con urnas de cartón en plazas o incluso sedes de partidos políticos y asociaciones. Se jactan, además, de que lo que hace meses parecía un «apocalipsis», ha quedado en estas semanas desinflado, y consideran que las medidas, de aquí al domingo, estarán ya en manos de la Justicia y de las fuerzas de seguridad del Estado. Nada más se hará para frenar los planes secesionistas, como una nueva medida de intervención, en manos del ministerio de Hacienda u otros departamentos.

Rajoy, aún sin respuesta prevista

Rajoy no ha previsto aún la respuesta que dará el mismo domingo, una vez se culmine el sucedáneo de referéndum ilegal. «Todo dependerá de los acontecimientos», es decir, de cómo se desarrolle la propia jornada, y la lectura también que hagan las propias autoridades independentistas.  No se descarta una declaración institucional, ya por la noche, en defensa de la legalidad vigente y contra cualquier legitimidad del 1-O.

El presidente-que ha suspendido su viaje a la cumbre informal europea en Tallín (Estonia)-seguirá la jornada desde Moncloa, y acompañado por sus colaboradores, entre ellos, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. El Gobierno no ha previsto ningún acto para el viernes o sábado, para realzar el apoyo a la legalidad. Tampoco qué miembro del Gobierno se desplazará a Cataluña ese día. Todo, para evitar caer en un dramatismo excesivo, que pueda dar una visibilidad excesiva al independentismo.

Por su parte, la cúpula del PP, con el coordinador general Fernando Martínez-Maíllo al frente, seguirá el 1-O en la sede nacional del partido, en la calle Génova. Y el líder del PP catalán, Xavier García-Albiol, ha convocado un acto el sábado, en Badalona, en defensa de la Constitución.

 

Lo último en España

Últimas noticias