El PSOE imita a Podemos y presentará unos Presupuestos Generales alternativos a los del Gobierno

Artículo 155
Reunión de la Comisión Ejecutiva Federal.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, confirmó este martes que el grupo parlamentario socialista presentará unos Presupuestos Generales del Estado alternativos, en los cuales apostará por una política fiscal distinta, así como acabar con la precariedad laboral y garantizar el sistema público de pensiones.

Los socialistas imitan así a Podemos que ya en abril presentaron unos presupuestos alternativos con 19.500 millones más de gasto público que los que presentó el Gobierno de Mariano Rajoy. 

Sánchez se lo comunicó a los diputados y senadores del PSOE en una reunión con los dos grupos parlamentarios celebrada en la Cámara Alta, y les explicó que con esta iniciativa su propósito es «demostrar» que hay «una forma distinta» de responder a la crisis y a la «desigualdad» que están sufriendo «muchísimos» españoles.

Los socialistas creen igualmente que hay otra manera de «reconciliar a los pueblos de España» y que se puede conseguir presupuestariamente mediante «una política fiscal distinta» y unas políticas del «bienestar» y de financiación autonómica diferenciadas de las que lleva a cabo el Gobierno del PP.

Paro, pensiones y transición ecológica

Por eso, al margen de que el Gobierno presente o no el próximo viernes su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2018, Pedro Sánchez dijo que el PSOE presentará en las próximas semanas sus propuestos alternativos, marcados por tres objetivos fundamentales.

El primero será luchar contra el paro de larga duración y la precariedad laboral, el segundo garantizar pensiones «dignas» y el sostenimiento del sistema de pensiones, y el tercero trabajar por la «transición ecológica» de la economía española.

Se trata, ha señalado, de plantear un «modelo energético» y una fiscalidad distintas, de manera que se avance en la «fiscalidad verde» como uno de los elementos «novedosos» de estos presupuestos alternativos en los que ya está trabajando el grupo socialista.

En concreto, los socialistas proponen una reforma de la tributación en IRPF de las rentas de capital, elevando sus tipos y aproximándolos a los de las rentas de trabajo para los tramos más altos del impuesto, con un diseño de la reforma que afectaría solo al 10% de los contribuyentes con más renta, y que aumentaría los ingresos fiscales en casi 1.200 millones.

De los 25.000 millones de euros de base liquidable por tributación de rentas del capital declarados en el IRPF, más de un 30% se concentran en los contribuyentes con rendimientos de todo tipo superiores a 150.000 euros anuales. Desde el PSOE no ven justo que este perfil de contribuyentes tribute a un tipo máximo del 23%, frente a los tipos medios de IRPF que tributan las rentas provenientes del trabajo.

También cree que se podría actuar sobre el Impuesto de Sociedades para lo que propone un impuesto mínimo del 15% para los grandes grupos económicos, con el propósito de que la recaudación que proporciona este gravamen se equipare a la media de la OCDE. Considera que se podría actuar sobre el Impuesto de Sociedades para lo que propone un impuesto mínimo del 15% para los grandes grupos económicos, con el propósito de que la recaudación que proporciona este gravamen se equipare a la media de la OCDE.

Por otra parte, los socialistas buscan «romper el esquema de salarios bajos», para lo que han planteado un Pacto de Rentas. De hecho, el Congreso aprobó una moción de los socialistas para pedir al Ejecutivo que impulse un pacto que busque incrementos salariales de entre un 2% y un 3,5% hasta 2021. También abogan por subir gradualmente el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta alcanzar los 1.000 euros mensuales en el año 2020.

Podemos propuso subir impuestos

Tal y como publicó OKDIARIO, el presupuesto alternativo diseñado por el grupo confederal Unidos Podemos para este año contempla una subida masiva de impuestos, enfrentarse a Bruselas incumpliendo el objetivo de déficit público, contratar más empleados públicos y disparar el gasto de las Administraciones, especialmente en el ámbito autonómico.

Lo más novedoso de este documento es la concreción de la cifra final de déficit público que tendría España si hiciera caso a la receta presentada por Podemos: un agujero presupuestario de más de 6.000 millones de euros respecto al objetivo pactado con la Comisión Europea. Bruselas exige que la brecha fiscal sea del 3,1% del PIB al cierre de 2017 y el plan de Podemos es cerrar el año con una tasa del 3,7%, lo que obligaría a las autoridades comunitarias a sancionar a España con una multa y la congelación (o retirada) de los fondos estructurales.

El presupuesto alternativo del partido político plantea un incremento del gasto público de 19.500 millones de euros respecto a lo establecido en el proyecto de Ley presentado por el Gobierno y que ahora se encuentra en tramitación parlamentaria. El dinero que saldrá del bolsillo de las familias y las empresas, con una reforma fiscal que elevará el IRPF y el Impuesto de Sociedades, penalizará a las rentas del capital (acciones y fondos de inversión) y castigará también a los jubilados que tienen pensiones privadas (ocho millones).

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