La célula terrorista se paró a rezar y a quemar documentos en una masía de Riudecanyes

Riudecanyes
Masía de Riudecanyes en Tarragona. (Foto: OKD)

La célula terrorista que perpetró los atentados en Barcelona y Tarragona utilizó un antiguo restaurante, ahora propiedad del ayuntamiento de la localidad, como base operativa para rezar y quemar documentos.

Según ha podido saber OKDIARIO, los Mossos encontraron restos de una hoguera en esta masía abandonada en Riudecanyes (Tarragona), que antes fue un pub, donde los terroristas quemaron varios documentos en el descampado exterior de la vivienda. «Todavía se pueden leer nombres en algún membrete», comentan las mismas fuentes sin querer dar más pistas ya que podrían aportar más pruebas a la investigación.

Según informan a este medio, los agentes recibieron llamadas de varios ciudadanos el pasado viernes al encontrar «elementos sospechosos» en el solar. Un vecino llamó el miércoles, antes de los atentados, asegurando que había visto una «furgoneta blanca sospechosa con dos musulmanes que no eran conocidos en la zona», aseguran.

«Habían perforado la pared quitando varios ladrillos y en el interior se podían ver alfombras de rezo, una manta térmica, un casco de moto y bolsas de plástico, como si alguien estuviera viviendo ahí», explican las mismas fuentes. Unos chicos también aseguraron haber visto bidones de gasolina y enseguida se lo comunicaron a sus padres. La vivienda de dos plantas, estaba tapiada antes de que llegasen los terroristas, y se encuentra en un enclave muy concurrido en la urbanización Mar de Riudecanyes, justo al lado del embalse, muy visitado estos días por el turismo.

Alfombras de rezo, pasaportes y facturas

Los agentes también encontraron alfombras de rezo, una lata de gasolina, el pasaporte y el carnet de conducir de Mohamed Huchamy, uno de los terroristas abatidos en Cambrils, y el pasaporte de Younes Abouyaaqoub, conductor de la furgoneta de Las Ramblas y abatido por los Mossos en la localidad de Subirats cuando intentaba huir.

También recogieron varios comprobantes donde los terroristas adquirieron, los días 1 y 3 de agosto, 500 litros de acetona. Por otros papeles también han podido saber que el día 16, los terroristas estuvieron en Sant Carles de la Ràpita, donde compraron 15 fundas de almohada y bridas que habrían servido para confeccionar los explosivos que preparaban en Alcanar.

Desde el consistorio de Riudecanyes explican que las actividades de los terroristas en la zona fueron en la parte exterior del solar, que es una zona de paso a motor y a pie cercano a las viviendas y agradece la colaboración ciudadana.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional concluye que de los datos recopilados se desprende que el grupo compró todo el material que necesitaba para fabricar los artefactos explosivos horas antes de que se produjera la deflagración en la casa de Alcanar.

En esa explosión murieron dos terroristas, entre ellos el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty. También resultó herido Mohamed Houli Chemlal, quien confesó ante Andreu que el grupo planeaba un ataque mayor en la capital catalana y que él conocía desde hacía dos meses los planes de la célula. La explosión de la vivienda de Alcanar, la madrugada del jueves, truncó los planes de la célula y precipitó los hechos posteriores. Los hechos de Alcanar comenzaron a publicar en los diferentes medios de comunicación, aunque primeramente como accidente. Los terroristas tenían una furgoneta a mano, la otra la dejaron en Vic, pero no tenían bombas. Abouyaaqoub la cogió y se encaminó hacia Las Ramblas de Barcelona.

Tan solo dos horas antes del atentado en Las Ramblas, Mohamed Hychami alquiló otra furgoneta en Parets del Vallès. Le bastaron dos horas y media para despeñar la furgoneta junto al peaje de la AP-7 y salir huyendo por un camino paralelo a la autopista. Dentro de esta furgoneta los Mossos encontraron una tarjeta de crédito a nombre de Said Aalla.

Hychami quedó con sus compañeros en Cambrils. Su hermano Omar, Moussa Oukabir, Said Aalla y Houssaine Abouyaaqoub fueron hasta allí con un Audi A3 a nombre de Mohamed Aalla, puesto en libertad este martes por falta de «indicios sólidos».

A las 21:26 horas, los terroristas compraron en una tienda de Cambrils los cuatro cuchillos y un hacha. Y fue ya de madrugada cuando vieron el control de los Mossos en el paseo Marítimo de la localidad. Allí comenzaron a arrollar peatones y el vehículo se empotró, finalmente, contra el coche de policía. Salieron ilesos del vehículo cuando un solo mosso logró abatir a los cuatro y el quinto cayó minutos más tarde. En total hubo seis heridos y una mujer falleció.

Según el auto del juez Andreu, que investiga los hechos, los yihadistas cambiaron un atentado con explosivos mortíferos que llevaban al menos medio año preparando por dos ataques precipitados con furgonetas, hachas y cuchillos que consiguieron en el último momento.

Lo último en España

Últimas noticias