El plan de los yihadistas era atentar con explosivos el mismo jueves en Barcelona

Guardia Civil
Joaquim Forn, Carles Puigdemont y Josep Lluís Trapero, en una rueda de prensa sobre el atentado de Las Ramblas (Foto: AFP).

Los terroristas que perpetraron los dos atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) en los que el pasado jueves fallecieron 14 personas preparaban de forma «inminente», para el mismo día o siguientes, «uno o varios atentados» en la capital catalana con explosivos, para hacer «bastante más daño».

Así lo ha explicado este domingo el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, en una rueda de prensa con medios internacionales, junto al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el conseller de Interior, Joaquim Forn, en la que ha detallado que la célula preparaba los atentados desde hace al menos seis meses en la casa de Alcanar (Tarragona) que saltó por los aires el miércoles por la noche, cuando manipulaban los explosivos para dar el golpe.

A la pregunta de si la Sagrada Familia podría ser uno de los objetivos de célula, el mayor no ha querido concretar: «Es una información que no podemos aportar en este momento; cuando tengamos la suficiente fiabilidad de uno o más lugares donde se quería cometer el atentado, se informará a la autoridad judicial», ha dicho.

Los Mossos trabajan con la hipótesis de que la gran explosión que se produjo en la casa de Alcanar la noche del día 16 precipitó los atentados del día siguiente en Barcelona y Cambrils, que los terroristas «no pudieron hacer de la forma prevista con el uso de explosivos, porque se habían inutilizado» en la detonación de Alcanar, ha señalado Trapero.

El día 16, una explosión tiró abajo la vivienda de Alcanar, entre cuyos escombros los Mossos encontraron más de un centenar de botellas de butano y propano, así como material explosivo utilizado habitualmente por el terrorismo yihadista, además del cadáver de un presunto terrorista y restos biológicos de uno o dos más.

La vivienda era, al parecer, la base de operaciones de la célula terrorista desde hace unos seis meses, cuando la habían ocupado, y Trapero ha asegurado que durante este tiempo la policía no recibió «ninguna llamada extraña respecto a la casa o las personas que la ocupaban».

De hecho, los agentes no tenían ninguna alerta sobre los inquilinos de la vivienda de Alcanar ni sobre el imán de Ripoll (Girona) Abdelbaki Es Satty, que está desaparecido y sobre el que sospecha que pudo tener un papel clave en la célula, ninguno de cuyos integrantes tenía antecedentes por terrorismo.

Sobre el imán, cuya vivienda registraron ayer los Mossos en búsqueda de pistas, Trapero ha indicado que por el momento no están en condiciones de confirmar que fuera la persona que radicalizó a los demás miembros de la célula.

De hecho, el imán no tiene antecedentes penales vinculados al terrorismo, aunque, según ha recordado el mayor, sí que había tenido relación con un implicado en investigaciones sobre los atentados de Madrid del 11-M.

Según Trapero, los investigadores han podido determinar la identidad de los doce miembros de la célula, aunque les falta por situar a tres de ellos, uno de los cuales se sospecha que es el conductor de la furgoneta que atentó en Barcelona y los otros dos víctimas de la explosión de Alcanar.

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