Se une a las voces críticas de los anticapitalistas

Sigue la bronca en Podemos por el pacto con Page: la número dos de Espinar se une a las críticas

Lorea Ruiz-Huertas y Pablo Iglesias
Lorena Ruiz-Huertas y Pablo Iglesias (Foto: Francisco Toledo)

La brecha interna por el pacto de gobierno en Castilla-La Mancha no se ha cerrado en Podemos. La portavoz del partido en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta, lo considera un «error» y una «estrategia equivocada», ya que opina que «no es un tiempo de rendirse», sino de «seguir trabajando en la ventana de oportunidades que se abrió con el 15M».

Podemos entrará a formar parte por primera vez junto al PSOE en un Gobierno autonómico después de que los militantes de la formación morada en Castilla La Mancha respaldaran con un 77,98 % el pacto con los socialistas.

La portavoz de Podemos en la Asamblea, del sector anticapitalista, ha reconocido que ella no hubiese votado a favor en esta consulta y ha criticado el proceso empleado en un asunto que, en su opinión, «puede marcar un punto de inflexión en la política de Podemos a partir de ahora».

«Hubiese sido fundamental que hubiésemos tenido mucho más tiempo para debatir y que hubiesen recibido más información los inscritos», ha comentado.

A su juicio, también es «una falta de consideración» hacia los compañeros de Podemos en Andalucía, donde el PSOE gobierna desde hace 30 años con «las mismas redes clientelares» que el PP, por lo que es «un enemigo igual de poderoso a batir».

Cree que su partido se ha rendido

«No es un tiempo de rendirse y pensar que hemos tocado techo electoral, que ya no nos queda más remedio que hacer pactos electorales desde arriba con el PSOE», ha manifestado.

En el resultado de la consulta de Castilla La Mancha cree que «ha sido decisivo el mensaje de la dirección» de Podemos, que estaba a favor de gobernar en alianza con el PSOE, y entiende que la gente esté «harta» del PP y quiera «una política nueva».

Sin embargo, ha advertido de los resultados que puede tener este pacto al poner como ejemplo la entrada de IU en el Gobierno andaluz, encabezado por el PSOE, tras las elecciones autonómicas de 2012, una alianza que se rompió en 2015 con adelanto electoral incluido.

«Quienes pagan el pato en las siguientes convocatorias electorales de que no se han podido llevar a cabo esas políticas transformadores que espera nuestra base social es la fuerza minoritaria de izquierda», ha dicho refiriéndose a su partido.

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