Rajoy deja KO a Iglesias con su estrategia de subir a la tribuna como adelantó OKDIARIO

Pablo Iglesias
Mariano Rajoy durante el debate de la moción de censura de Podemos. (Foto: Francisco Toledo)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La estrategia de Mariano Rajoy para desbaratar el plan de Podemos en la moción de censura cogió por sorpresa a los diputados. Incluso, a buena parte de la bancada ‘popular’, que, sin reservas, admitían después desconocer por completo la táctica del presidente: intervenir tras la intervención de Irene Montero, la encargada de hablar en primer lugar como impulsora de la iniciativa parlamentaria, para dejar K.O. a Pablo Iglesias. 

Como avanzó OKDIARIO, el presidente del Gobierno ya había previsto hacer uso de su turno de palabra en el debate. Un giro a la estrategia de Moncloa, pues, en un principio, se había tratado de dar un perfil bajo a la sesión, y ello pasaba por desdeñar cualquier intervención del presidente.

Sin embargo, Rajoy no quiso pasar la oportunidad, y, hace días, encargó a sus ministros que se empleasen a fondo para disponer de datos actualizados de cada uno de sus departamentos. En especial, en dos cuestiones: la gestión económica-enfatizando los datos de creación de empleo y la recuperación-y la corrupción, el principal flanco de ataque al Ejecutivo.

El presidente del Gobierno llevaba ya hilvanada una intervención de 18 páginas, con alusiones directas al discurso de Montero. Prueba de lo previsible que se anticipaba la portavoz.

«El trampantojo que nos ha pintado esta mañana no resiste la comparación con la realidad», «Cómo puede decirme que somos incapaces de llegar a acuerdos, cuando acabamos de aprobar los Presupuestos con un pacto entre siete partidos», «cualquiera que le escuche hablar de mi ‘proyecto totalitario de control del aparato del Estado’ debe pensar que soy capaz de controlar poco menos que hasta los partidos de fútbol», han sido algunas de las alusiones, que figuraban escritas con antelación en el discurso del presidente.

Silencio de Moncloa

Muy pocos en el partido, y en el Gobierno, conocían la intención de Rajoy de intervenir justo antes del candidato Iglesias. De hecho, la mayoría limitaban esa intervención al cierre del debate. Una fórmula que le permitiría dar la rúbrica a la sesión y dejar en alto los logros del Ejecutivo.

En fuentes del grupo parlamentario se defiende el «silencio» sobre la estrategia de Moncloa y argumentan que solo así ha sido posible descolocar a los de Iglesias.

Los ‘populares’ se jactaban después del buen resultado de ese «golpe de efecto» y, en medios internos, celebraban que hubiese cogido desprevenido al líder de Podemos, obligado a dedicar buena parte de su intervención a replicar directamente a Rajoy. Un hecho que, según fuentes ‘populares’, dejó en mal lugar a Irene Montero, encargada del ‘cara a cara’ con el presidente del Gobierno.

El reglamento del Congreso no establece orden en las intervenciones del Gobierno. De hecho, cualquier ministro puede intervenir cuando así lo considere oportuno. Ningún otro miembro del gabinete ha tomado en cambio la palabra, aunque podría hacerlo hasta la hora de la votación.

Sí lo hará el portavoz parlamentario, Rafael Hernando, que hará uso del turno para los representantes de los distintos grupos, en orden de menor a mayor representación parlamentaria. Como también avanzó este periódico, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría también podría tomar la palabra para defender los éxitos del Ejecutivo.

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