Entrevista a la diputada del PSOE

Robles: «Un referéndum ilegal no es aceptable nunca y en ningún caso»

Robles: «Un referéndum ilegal no es aceptable nunca y en ningún caso»

Pregunta.- El gran tema que tiene que afrontar España es Cataluña. Lo de nación de naciones de Pedro Sánchez sonó fatal…

Respuesta.- A mí, no. Quizás porque yo vengo del mundo del derecho y lo estudiábamos en la universidad. Cuando hubo la ponencia y el debate constitucional, que no hay que olvidar que el PSOE dejó una parte de sus representantes a Miquel Roca -algunos, que ahora se rasgan las vestiduras dentro del Partido Socialista, lo olvidan-, pero yo siempre recomiendo que se lea la ponencia de Peces-Barba.  Y también el artículo que escribieron Felipe González y la fallecida Carme Chacón (a la que yo tenía un gran cariño personal porque era amiga mía), cuando el Estatuto de Cataluña, en el que hablaban de que España es una nación de naciones. E incluso, yo remito a la gente, por deformación jurídica, a la propia sentencia del Estatuto de Cataluña cuando decía que el concepto nación se puede ver desde el punto de vista jurídico-constitucional y ahí no hay más que una nación que es España, pero que el concepto nación tiene varias acepciones: está la identitaria, está la cultural e, incluso, se llega a hablar de la nación religiosa, como los ismaelitas. Por tanto, el concepto nación jurídico-constitucional, no hay ninguna duda: España. Pero el concepto nación tiene otras acepciones. A mí, lo que me sorprende a veces es que se haga un gran drama cuando Pedro Sánchez habla de la plurinacionalidad y nadie diga que, en el programa de Sánchez, dice expresamente que la soberanía es una, indivisible y radica en España.

P.- Sí, eso es verdad, lo dice literalmente.

R.- Cuando se hace un análisis de las cuestiones, hay que cogerlo en su conjunto. El punto clave es el apartado número uno y en ningún momento se ha tocado.

P.- Bueno, es que yo creo que, en realidad, lo que se le ha criticado es que jugase con la ambigüedad. El hecho de que, cuando iba a Tarragona, hablase de “nación de naciones” y, cuando iba a otro sitio, en otros términos.   

R.- Otro ejemplo que yo pongo para que la gente lo entienda muy bien es Estados Unidos. No hay país más patriota que Estados Unidos, donde cada veinticinco metros hay una bandera y, en cada casa, hay una bandera. Es un estado, un estado federal. Y nadie duda de que no hay mayor patriotismo que el norteamericano. La Constitución española ha sido un ejemplo de tolerancia en un momento dificilísimo pero, como cualquier ley, tiene que adaptarse a los tiempos. Un porcentaje muy importante de gente no ha votado la Constitución e, incluso, la propia Constitución necesita adaptarse a una realidad, como es el contexto europeo o los problemas tecnológicos. Por tanto, no hay que tener miedo a que haya una reforma constitucional con responsabilidad, con prudencia. Esa gente que quiere criticar a Pedro Sánchez porque dice “se quiere cargar España”, omiten que no pone en cuestión el tema de la soberanía. Aunque yo creo, por otro lado, que el Gobierno catalán, con Puigdemont a la cabeza, está gestionando de una manera delirante todo este proceso.

P.- Como jurista, ¿qué opina de la Ley de Transitoriedad?

R.- Es un disparate desde el punto de vista jurídico que no sé quién lo habrá realizado. Las leyes pueden cambiar, si no estaríamos en la Edad Media, pero la mayor garantía de la seguridad jurídica es que las renovaciones de los procesos legales sigan las reglas de juego. Cuando Adolfo Suarez hace la reforma, abre las puertas a la Transición y a la Constitución, lo hace desde la terrible legalidad entonces vigente. Eso es lo que debemos aprender. A mí hay muchas leyes que no me gustan, pero hay que cumplirlas porque eso es el Estado de Derecho. Un servidor público, como es el presidente de la Generalitat o cualquier gobierno autonómico, tiene que cumplir la ley. Lo que no puede hacer es trampas en la vida parlamentaria para, dejando fuera a la oposición, querer meter algo que no es que sea inconstitucional, es que va contra las cuestiones básicas del Estado de Derecho. Yo he ojeado el borrador pero, cuando leo que el poder ejecutivo puede elegir a los jueces en Cataluña, se me ponen los pelos de punta. ¿Ése va a ser un Estado independiente donde no se proteje la independencia del poder judicial? Yo no quiero ese Estado, así de claro

P.- ¿Usted cree, en esta cuestión, que vamos a un choque de trenes?

R.- Hay gente que está interesada en el choque de trenes. Es un momento difícil porque yo creo que desde el gobierno de la Generalitat se está tensionando hasta puntos que no son aceptables, y también creo que el gobierno ha pensado que éste era un problema menor durante mucho tiempo. Hemos llegado a una situación de tensión muy preocupante. Pero yo siempre trato de poner mucha tranquilidad en los análisis, para resolver los problemas hay que tener la cabeza muy fría. Cuando yo me incorporé al gobierno en el año 96, el gran problema que tenía España era Euskadi y los muertos. Ha habido 800 muertos. Entonces parecía que nos hundíamos, con cadáveres y con mucho dolor encima de la mesa. Por suerte, la democracia española ha sabido vencer el terrorismo, ha sabido pacificar aquello. La democracia española tiene la obligación, con sentido de Estado, de resolver este problema. Yo pregunto, ¿por qué en el PdeCat, si es capaz de votar con el PP a favor de la mesa del congreso o el decreto de la estiba, no hay una voluntad política de negociar

P.- Bueno ellos han dicho que, o les dejan votar, o declaración unilateral de independencia…

R.- Sí, pero eso lo dicen ellos. Esa no es la posición mayoritaria del pueblo catalán. Estoy también muy cansada de esos dirigentes políticos que asumen que son el pueblo. No, tú, como mucho, representaras a tus votantes.

P.- Claro, pero ellos dicen que, si son tan pocos como dicen las encuestas, les dejen votar.

R.- Pero es que hay un problema previo que hay que resolver, es que jurídicamente el referéndum que ellos quieren no es posible. Por lo tanto, por la vía del diálogo, vayamos a modificar la Constitución. Si yo no soy contraria a que pueda haber un determinado proceso, pero en el marco legal. Yo lo que no quiero, en ningún caso, es un referéndum ilegal. Un referéndum ilegal no es aceptable nunca y en ningún caso. Yo lo que le echo en cara al gobierno de Cataluña es que está tensionando hasta el final y saltándose la ley. Pero también tengo que decir que por parte del gobierno de la nación ha habido una situación de despreocupación del problema. No han querido ver la realidad y ahora se está llegando en el último minuto a una situación de tensión. Si el gobierno central es capaz de negociar el decreto de la estiba, pido la misma voluntad política, a los unos y a los otros, de negociar.

P.- Pero aquí la gran pregunta es, si se llega a la situación de tener que aplicar medidas drásticas (como la aplicación del artículo 155), ¿va a contar el gobierno con el apoyo del nuevo PSOE?

R.- Si se llegan a esas medidas es porque el Gobierno habrá fracasado. Cuando hay un problema, hay que resolver el problema. No podemos ponernos, en el escenario actual, a decir que, si llegamos, qué hará el PSOE.

P.- Pero yo le repregunto porque, en mi opinión, debería quedar claro que el PSOE estará con el constitucionalismo…

R.- Sin ninguna duda, el Partido Socialista siempre estará con la legalidad vigente y tratará de cambiar la legalidad según su programa: un estado federal y la reforma constitucional. Pero quien tiene que asumir las responsabilidades es quien está en el gobierno, no pasar esas responsabilidades a los demás. Un gran error, y luego hubo dirigentes del PP que lo reconocieron (creo que la vicepresidenta), fue la interposición del recurso de inconstitucionalidad contra el Estatuto. Fue un Estatuto que se había votado en Cataluña y en el parlamento español. Aquello llevó al Tribunal Constitucional a un nivel de tensión sin parangón, que llegó a suponer un desprestigio para el Tribunal Constitucional. Cada uno tiene que asumir su responsabilidad, fue un gran error. En política, cuando se toman decisiones, no hay que pensar en el titular del día siguiente, sino en el titular de lo que puede pasar. Hubo un proceso de negociación entre Rajoy y Artur Mas que no sabemos qué paso. Nadie puede pedir el PSOE que se ponga a responder para una hipótesis de algo que no le corresponde a él, le corresponde al gobierno. El programa del Partido Socialista es una reforma de la Constitución dentro del marco constitucional con la soberanía española. La situación de tensión no la ha creado el PSOE.

P.- En ese sentido, llama la atención que con la situación extrema en la que estamos el presidente del gobierno no haya llamado a Pedro Sánchez…

R.- Inaceptable. Ya no se trata solo de cortesía parlamentaria, de cortesía política, ni se trata de un desprecio a la persona elegida, es un desprecio a los votantes del Partido Socialista y a los militantes. El mismo día que Pedro Sánchez ganó, Mariano Rajoy tenía que haberle llamado para felicitarle, él que piense lo que quiera, y decirle “quedamos ya para abordar los problemas”. A mí, como ciudadana, ya no como diputada socialista, que el presidente del gobierno y, por tanto, de mi país, diga que no tiene tiempo para llamar al que ha sido elegido líder de la oposición (y luego quiera meterle trágalas de lo que va a hacer en Cataluña), me parece una falta de respeto. Es una falta de respeto a los votantes socialistas y a los ciudadanos de este país. Yo no creo que la agenda del señor Rajoy sea tan importante (ha estado en la graduación de su hijo) y que no tenga el respeto de llamar a la persona que los militantes socialistas han elegido para decirle “Pedro Sánchez, tenemos que quedar porque está en juego España”.

P.- ¿Volverá a la judicatura?

R.- Yo tomé mi decisión de una forma muy pensada. Empecé a preparar oposiciones con 21 años, cuando no había mujeres juezas…

P.- Luego entraron cuatro…

R.- Sí, cuatro. Yo vivo la carrera judicial, pero también soy una persona que me comprometo mucho en lo que hago. ¿Lo que pase? Hay que vivir al día e intentar hacer las cosas lo mejor posible. Luego, Dios dirá.

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