Entrevista a la diputada del PSOE

Robles: «Podemos no le puede marcar la agenda al PSOE, eso tiene que quedar bien claro»

Robles: «Podemos no le puede marcar la agenda al PSOE, eso tiene que quedar bien claro»

Margarita Robles (León, 1957) ha roto muchos techos de cristal en el mundo de la judicatura. La carrera judicial ha sido su vida durante más de treinta años, con dos excepciones: el último gobierno de Felipe González y el proyecto de Pedro Sánchez. De hecho, es de los pocos nombres que, por un lado, formaron parte de aquel Ejecutivo ‘pata negra’ que llevó a la socialdemocracia a sus cotas más altas y que, por otro lado, cree que ha llegado el momento de una nueva renovación. Está con Pedro Sánchez y reconoce que son tiempos difíciles. De hecho, esta ex magistrada del Tribunal Supremo es una de las voces autorizadas para trazar la estrategia de los socialistas ante el reto independentista. Recibe a OKDIARIO para charlar de las turbulencias que vive su partido tras la reelección de Sánchez como secretario general y de cómo afrontan los próximos meses, cruciales para España.

 

Pregunta.- Usted, cuando dejó el Supremo, ¿pensó bien dónde se metía?

Respuesta.- Cuando me llamó Pedro Sánchez me lo pensé porque sé que es un momento difícil. Mi escasa referencia política, porque he estado más de 30 años en el mundo judicial, fue de mucho dolor, de mucho sufrimiento, de lucha contra el terrorismo. Por eso, el momento de ahora, aun siendo muy complicado, difícil -si lo comparo con aquello en que, por lo menos, no somos víctimas de aquella barbarie terrorista, eso sin perjuicio de que tengamos otros riesgos como el terrorismo yihadista-, me parece que es momento muy interesante. Y, en lo personal, a ver si humildemente puedo aportar alguna idea.

P.- Pero ha abandonado usted una carrera brillante, no sé si la política está hoy a la altura de ese sacrificio…

R.- Lo que pasa es que es una experiencia personal. Yo entré en la carrera judicial con 23 años y la vivo, la siento, con mucha vocación. No obstante, he comprendido que el mundo judicial, igual que la política, es un servicio a los ciudadanos y ese servicio se hace dictando sentencias, pero también se hace en el gobierno o en el Parlamento. A mí me gustaría romper una lanza en favor de los políticos. Sé que hay una enorme desafección a la política, falta de credibilidad, y que los casos de corrupción están manchando la imagen de los políticos, pero luego la inmensa mayoría de los políticos son honrados, que a veces pierden hasta dinero y que lo que quieren es hacer algo en beneficio de la comunidad. De alguna manera, para mí es una experiencia personal y creo que el bagaje que he podido tener como jueza durante todos estos años de servicio público, de conocimiento jurídico, me parecía que podía aportar algo en un momento difícil y complicado. Pero siempre desde la humildad. No hay nada peor en política que aquellas personas que no escuchan a otros y que se creen que ellos son los únicos que tienen la razón.

P.- ¿Cómo ha visto a Pedro Sánchez después de la victoria?

R.- Le he visto feliz y abrumado por el cariño que ha recibido. Pedro Sánchez pasó una época muy dura después del Comité Federal del 1 de octubre. En mi opinión, fue injustamente tratado porque cuando a un secretario general lo eligen los militantes el proceso para haberlo removido habría tenido que salir de la militancia. Él vivió también una serie de traiciones personales (los políticos son también seres humanos y lo viven mucho) que le hicieron pasar unos meses muy mal. Pero, de repente, se empezó a producir una ola a través de las plataformas y al margen de él que decían “hay que recuperar la ilusión por la política, hay que recuperar la ilusión por el Partido Socialista”.  Esa ola de apoyo, de entusiasmo, de ilusión, en gente de todas las edades, fue la que le impulsó. En este momento está tan agradecido y tan abrumado por el cariño que ha recibido que yo espero que eso sea muy positivo para hacer un Partido Socialista mucho mejor.

P.- Todos tenemos la sensación de que se está redefiniendo el centro-izquierda en España. Hay gente que esto le preocupa mucho, les preocupa qué es lo que va a cambiar teniendo en cuenta que el PSOE ha sido un pilar fundamental para la estabilidad en España. ¿Hay razón para esa preocupación? ¿Pedro Sánchez es consciente de esa responsabilidad?

R.- Ha habido cierto interés, por parte de algunos, en presentarle como un hombre frívolo, ambicioso. Yo, que he conversado bastante con él y que soy mayor en edad, siempre me ha sorprendido el sentido de la responsabilidad que tiene. Él es muy consciente que éste es un momento difícil. Hay gente que no acostumbra a ver que la política, como la vida, no es una foto fija. La política va cambiando permanentemente. De un marco político de bipartidismo como el que hemos tenido hasta estas últimas elecciones, hemos pasado a un marco político con cuatro partidos que han venido para quedarse, esto no va a cambiar. Hoy el mundo se mueve con un tuit, se mueve en las redes. Hemos visto que el hombre más poderoso del mundo, como Donald Trump, toma decisiones en un tuit. Hace falta que cambiemos el cliché. Vivimos en el mundo de la informática, en el mundo de la Red, en el mundo de las tecnologías, en el mundo de la robotización.  Claro que es muy difícil, pero no se puede enjuiciar a Pedro Sánchez con el cliché del siglo XX. Si estuviésemos todavía con el papel o el lápiz, esta sociedad no cambiaría. Pedro Sánchez es muy consciente de la realidad que hay en España, de la responsabilidad que asume. Él ha sufrido un golpe importante y eso a todos nos hace madurar como personas. Algo que es muy importante es que él ha querido rodearse de un equipo de gente con solidez.

P.- Pero, hasta ahora, el Partido Socialista ha sido lo que ha sido: un partido descentralizado, representativo. Ahora, sin embargo, se plantea un modelo presidencialista y asambleario. Son dos modelos diferentes. ¿Va a ser posible coser las costuras de un partido cuyos miembros están divididos por planteamientos diametralmente opuestos?

R.- Hay un Partido Socialista del siglo XX, pero el siglo tenía unas necesidades. Lo que hizo Felipe González en el año 1982 cuando trajo la modernidad a España, cuando habíamos salido de un golpe de Estado, no tiene nombre. Fue la modernidad, la apuesta por la enseñanza, de la educación. Pero el año 82 tenía unas exigencias, tenía unas necesidades, era la consolidación de la democracia, era salir de un golpe de Estado. El siglo XXI tiene otros parámetros completamente distintos: es la tecnología, la globalización…

P.- Bueno, es el antiguo régimen y el nuevo régimen…

R.- Efectivamente, es una revolución. Es Europa. Es que, hoy en día, uno da a un botón y, como el ala de la mariposa que se mueve en China, cambia el mundo. Para eso, hace falta adaptarse a la realidad y los partidos que no se adaptan, que siguen con estructuras antiguas y alejadas de los ciudadanos, están condenados a morir.

P.- Hay que adaptarse… pero también hay que gestionar un partido que tiene una realidad concreta. Sánchez ha decidido no incluir a los líderes regionales en la nueva Ejecutiva. Eso encaja mal con el intento de coser el PSOE.

R.- Al revés. Cuando tú eres un barón y tienes una responsabilidad de gobierno, con el debido respeto a todo el mundo, tu prioridad tiene que ser tu Comunidad. Las personas somos seres humanos, tenemos 24 horas, y no te puedes dedicar a todo. Hoy en día, cada comunidad autónoma necesita un esfuerzo de sus gobernantes, una proximidad, y eso, a veces -habrá quien tenga una enorme capacidad de trabajo-, se compadece mal con estar en el parlamento de una determinada comunidad y luego tener que ir a Madrid a otro acto. Y, por otro lado, y esto es una visión personal, no es bueno que las personas acumulen todos los cargos. No hay superhombres y supermujeres para llevar todos los cargos. Uno puede ser barón o baronesa, otro puede estar en la Ejecutiva o en otro sitio. Aquí, superhéroes no hay. Si se quiere hacer una Ejecutiva que sea eficaz para dar solución a problemas concretos y si, al mismo tiempo, queremos conservar los gobiernos autonómicos con mayorías absolutas y no en coalición con Podemos, a mí me parece que sería bueno que los presidentes de las comunidades autónomas se dediquen al cien por cien al trabajo en sus comunidades autónomas. Y luego, que ese trabajo lo pongan también en común en el partido. No hay por qué estar agarrado a una silla de una Ejecutiva.

P.- Un tema importante es la moción de censura presentada por Podemos. Ustedes ya han dicho que no les van a apoyar. Pero, como le ha pedido Compromís, ¿Pedro Sánchez no está obligado, según sus declaraciones durante la campaña de primarias, a dar ese paso?, ¿se puede esperar que ustedes abran esa vía este año?

R.- Lo primero que quiero decir es una cosa con respecto a la moción de censura de Podemos: es una moción oportunista y frívola. Yo tengo el mayor respeto por los votantes de Podemos, pero no me puedo olvidar que si en este momento hay un gobierno de Rajoy fue porque Pablo Iglesias no quiso apoyar a Sánchez como presidente del Gobierno. Y, en aquel entonces, ya había casos de corrupción del PP que todo el mundo sabía y que estaban en procedimientos judiciales. Por tanto, yo no puedo aceptar que desde Podemos se exija al Partido Socialista lo que ellos no hicieron con sentido de la responsabilidad en su momento. Podemos no le puede marcar la agenda al PSOE. Eso tiene que quedar bien claro. La fuerza de oposición, quien tiene que llevar el liderazgo de la izquierda en este país, es el Partido Socialista. Y lo digo con todo el respeto a los votantes de Podemos. Pero creo sinceramente que quien puede llegar al gobierno para hacer políticas eficaces, transformadoras y sin espectáculo, es el PSOE.

P.- Pero Pedro Sánchez, en las primarias, dijo que había que echar a Rajoy. ¿Se va a ver en la obligación, una vez se articule el partido, de presentar una moción?

R.- Evidentemente, la posición de Pedro Sánchez sobre que gobernara Rajoy estaba clara, como estaba clara nuestra posición cuando dimos el no a Rajoy. Pero también tiene que quedar muy claro, y hay gente que no quiere verlo, que Pedro Sánchez tiene un sentido de Estado con España y con los ciudadanos. La decisión que se tome en relación al gobierno va a ser siempre, no desde la frivolidad, sino desde una análisis serio y riguroso, viendo lo que es mejor para España y para los ciudadanos. Yo estoy un poco cansada de que estemos todo el día hablando de las cuestiones internas del Partido Socialista, como consecuencia de que se ha tardado tanto en las primarias, y no hablemos de lo que importa a los ciudadanos. Eso es lo que hay que ver en este momento. Y que nadie dude que la decisión que finalmente vaya a tomar el PSOE en relación al Gobierno de Rajoy será siempre desde la responsabilidad.

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