DEBATE DE LOS PRESUPUESTOS

Montoro dará una «contundente respuesta» cuando la oposición ataque al PP por la corrupción

Rodrigo Rato-BBVA-PSOE
Pedro Saura, portavoz de Hacienda del PSOE. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, prepara una rotunda respuesta a los ataques de la oposición en el debate de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que comenzará este miércoles en el Congreso con el trámite de las enmiendas a la totalidad.

En fuentes gubernamentales se asume que los grupos convertirán ese debate en un fuego cruzado, un «todos contra uno»,  sobre la corrupción, tras los últimos escándalos que han sacudido al PP. La ‘operación Lezo’, la detención del expresidente madrileño Ignacio González, la dimisión de Esperanza Aguirre, y, más allá, la renuncia del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, imputado en el ‘caso Púnica’ son, admiten desde el Gobierno, un potente arsenal en manos de la oposición para convertir la sesión en un debate sobre la legitimidad del Ejecutivo de Mariano Rajoy. No obstante, en las mismas fuentes aseguran que Montoro «está más que preparado» para darles réplica.

Los ‘populares’ pretenden además que los grupos queden «retratados» en su oposición a aprobar unos Presupuestos esenciales para la estabilidad del país. Por ahora, el Gobierno cuenta con el apoyo cerrado de Ciudadanos y Coalición Canaria y ultima contrarreloj los flecos de un acuerdo con el PNV, vía negociación del Cupo y ciertos «compromisos políticos», esto es, básicamente, reafirmación de competencias y retirada de recursos contra leyes vascas.

La suma de los cinco diputados peneuvistas resulta esencial para que el Ejecutivo pueda tumbar las siete enmiendas a la totalidad que han presentado, entre otros, PSOE y Podemos.

Desde el Gobierno se considera que los partidos quedarán en entredicho al rechazar los Presupuestos y que «será su electorado el que les juzgue». Insisten desde el Gobierno en que las cuentas son esenciales para asegurar partidas clave para los ciudadanos, como la educación o la sanidad, y también en que, entre los primeros interesados en que se aprueben, están los barones socialistas que presiden algunas comunidades autónomas.

El Ejecutivo puede superar el trámite de las enmiendas con 175 apoyos, al contemplar el reglamento que si en tercera votación se mantiene el empate éstas se darán por vencidas. Pero para su aprobación definitiva tendrán que contar con un voto más, que se negocia con el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. Las conversaciones, aún incipientes, no tomarán forma hasta pasada la votación de las enmiendas.

Tensión por posibles «imprevistos»

En el Gobierno se respira una sensación de tensión contenida, ante una votación que será ciertamente ajustadísima. Basta un «imprevisto» de última hora, sostienen en fuentes gubernamentales, para que los Presupuestos se vayan al traste.

Admiten, también, que los últimos acontecimientos no han beneficiado de cara a las negociaciones, si bien tanto Ciudadanos como PNV o Coalición Canaria han preservado los posibles acuerdos frente a las informaciones sobre corrupción y han trasladado un mensaje de relativa tranquilidad al Ejecutivo.

Con el PNV, la negociación quedó desbloqueada tras la intervención personal del propio presidente del Gobierno, quien el pasado viernes, al regreso de su viaje a Brasil se puso en contacto con el presidente peneuvista, Andoni Ortuzar.

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha asegurado este martes que se han producido avances «muy importantes» con el Ejecutivo  en torno al Cupo vasco que, si llegan a buen término, podrían suponer años de paz fiscal tras diez años con las negociaciones encalladas.

Erkoreka ha reconocido que a falta de que se cierre un acuerdo definitivo se han producido avances muy importantes en la liquidación de los cupos correspondientes a los dos últimos quinquenios, los comprendidos entre 2007 y 2011 y entre 2012 y 2016, y también en la definición del Cupo de este año que permitirá sentar las bases para el próximo quinquenio.

Desde el PNV se renunció el pasado viernes-al vencimiento del plazo-a censurar las cuentas, al entender que existía margen para un acuerdo con el Gobierno que permitiese, al mismo tiempo, allanar la tramitación de los Presupuestos.  En fuentes peneuvistas se asume que «por responsabilidad» las cuentas deben salir adelante.

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