Los Comunes rechazan adoptar la cuantiosa deuda de sus partidos integrantes: «Partimos de cero»

Xavier Domènech
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el líder de Catalunya en Comú, Xavier Domenech (Foto: Efe)

Los Comunes rechazan adoptar la cuantiosa deuda de los partidos que conforman su asamblea fundacional: ICV, EUiA y Barcelona en Comú. «Partimos de cero», señalan a OKDIARIO fuentes de su recién estrenada Ejecutiva en la que también participan miembros críticos de Podemos.

La nueva formación destaca que la fase de financiación es un tema todavía por abordar. Tienen claro que no quieren integrar las deudas de sus socios porque «somos una nueva formación» y reconocen en bajo que «todavía tenemos que hablarlo». La razón principal es que el nuevo código ético de Un País en Comú recalca que la formación «rechaza financiarse mediante créditos bancarios que puedan coartar la independencia política».

En este caso, los partidos de reciente creación llevan ventaja con aquello de partir de cero. Formaciones como Podemos y Barcelona en Comú no son comparables a la histórica ICV o a EUiA con deudas bancarias y créditos por liquidar hasta 2020 como es el caso de esta última.

Otro asunto que se añade al pasivo de sus miembros es si rechazan también el activo porque entonces deberán de pensar en el alquiler de locales o tirar del crowdfunding o micromecenazgo. Además cabe pensar en las formaciones que decidan integrarse totalmente en el nuevo partido. ¿Deberán vender sus activos o pasarán a formar parte de Un País en Comú? Según las fuentes consultadas, los ‘pesos pesados’ de la nueva formación buscan no tener ninguna relación orgánica con los partidos confluyentes.

En estos momentos, «todo está en el aire», según explican, insistiendo en que quieren hacerlo bien. Sin embargo y a pesar de la novedad de algunas formaciones, tanto En Comú Podem, Podemos, ICV y EUiA ya han tenido sus más y sus menos con el Tribunal de Cuentas.

Según el último informe de este órgano, En Comú Podem incurre en irregularidades en cuanto a fondos y gastos de la última campaña de elecciones que ingresa en cuentas no electorales por un total de 22.449 euros.

Sin duda, la formación de Pablo Iglesias se lleva la ‘palma’ respecto a irregularidades, según este mismo informe. La coalición morada gastó 8.302 euros cuyo concepto tampoco debió ser electoral. Asimismo, Podemos debe a proveedores en el momento de presentar sus cuentas al órgano fiscalizador la friolera de 566.165 euros.

La coalición tenía en su tesorería 1.870 euros para hacer frente a ese importe en el momento de presentar la contabilidad al tribunal, por lo que la mayor parte del pago tendrá que efectuarse con cargo a cuentas corrientes de la actividad ordinaria, incumpliendo la LOREG.

Por su parte, la deuda actualizada de ICV es difícil de calcular, partiendo de la base de que la formación no actualiza su financiación desde 2015. Por aquel entonces la formación contaba con 11,5 millones de deuda repartida entre CaixaBank (10,07 millones); Banco Sabadell (100.000 euros), Caja Cataluña (830.000 euros) y medio millón en préstamos con particulares.

Lo más llamativo de EUiA es el préstamo hipotecario que mantiene la formación a día de hoy. Actualizado el 21 de marzo y contraído en 2006, la formación todavía tiene pendiente pagar unos 71.074,35 euros. Gasto que no compartirán Los Comunes.

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