El PP ya no se fía de C’s porque cambia en 12 horas de postura con la estiba: «Ésta es su palabra»

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Albert Rivera y Juan Carlos Girauta.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La decisión in extremis de Albert Rivera de abstenerse en la votación del decreto de los estibadores ha provocado un profundo desconcierto en el Partido Popular, y en el Gobierno.

«Esta es su palabra… ellos mismos se retratan», se asegura en fuentes parlamentarias del PP. El malestar llega al presidente, Mariano Rajoy, que contaba con el voto a favor de sus socios de investidura y que, a ultimísima hora, ha tenido que comprobar su falta de apoyo. Aunque el Ejecutivo contaba ya con perder esa votación-es la primera vez desde 1979 que se tumba un decreto-no pensaba que su soledad fuese a quedar tan en evidencia. Y esa circunstancia ha provocado un profundo malestar en el partido de Rajoy.

En el PP aseguran que, este mismo miércoles por la tarde, el propio portavoz naranja, Juan Carlos Girauta, les confirmó que su grupo le respaldaría en el Congreso. Era un apoyo que el Gobierno daba por descontado y por ello, los mayores esfuerzos se centraron en buscar al PNV. Finalmente, los únicos que acabaron votando ‘sí’ con el Ejecutivo.

En fuentes parlamentarias se afirma que el sentido del voto fue una decisión personal de Rivera. De hecho, el desconcierto entre algunos de sus diputados era evidente, porque tuvieron que enterarse a su llegada al Pleno de que el sentido del voto sería otro.

«En unas semanas han cambiado de posición hasta tres veces», destacan en el grupo del PP. Varios dirigentes coinciden, en cambio, en que, «lamentablemente, estas cosas ya no nos sorprenden. Esta es solo una más, pero ellos mismos están quedando en evidencia».

La relación con Ciudadanos atraviesa un momento delicado, después de que el partido decidiese buscar una mayoría alternativa, con PSOE y Podemos, para impulsar la comisión de investigación sobre la presunta financiación irregular del PP. O de que promoviesen la moción de censura contra el presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez.

Eso contrasta, al mismo tiempo, con la buena sintonía que se ha establecido en las últimas semanas con el PNV, partido con el que Hacienda ata los flecos del acuerdo sobre los Presupuestos.

En la interpretación de algunos dirigentes del PP, Rivera trataría de evitar así «hacerse la foto con los perdedores», en referencia a ellos mismos. Pero, aunque son conscientes de que las sumas parlamentarias les complican mucho las cosas, otra cosa es que un partido falte a su palabra. En apenas cuatro meses de legislatura, los desencuentros con el partido de Rivera ya han sido numerosos, lo que ha ido consolidando en el Ejecutivo un poso profundo de desconfianza.

Los populares recuerdan cómo, hace unos meses, Ciudadanos permitió que saliese adelante una moción del PSOE para derogar la reforma laboral. Desde el PP se trasladó que los de Rivera les habían dado su palabra de que votarían en contra, pero después, y de nuevo en solo unas horas, cambiaron de opinión.

Desde C’s se pidió aplazar la votación

Desde C’s se argumenta que la razón para abstenerse es que el Gobierno haya llevado el decreto hoy al Congreso, sin acuerdos.

Según su secretario general, José Manuel Villegas, desde su grupo pidieron posponer este asunto a la próxima semana, una posibilidad que fue rechazada. Rivera pidió al Ejecutivo que «no se levante» de la mesa de negociación con los sindicatos.

El ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, ha criticado a la oposición por la «falta de responsabilidad política que aboca a que los españoles vayan a tener que pagar una sanción muy importante directamente de su bolsillo”. «Si los grupos políticos que se han opuesto al decreto ley hubiera considerado que debería haberse formulado de una manera distinta, hubiera sido muy fácil: haberlo transformado en un proyecto de ley y ahí incluir sus propuestas», ha destacado.

El Gobierno no descarta presentar un nuevo decreto en los próximos días, si la reunión prevista con los estibadores para el martes es satisfactoria. El plazo para llegar a acuerdos finaliza el 26 de marzo, a partir del cual se aplicará la sanción europea.

 

 

 

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