Montero consolida la línea dura de Podemos en su primera semana como portavoz

Irene Montero
La portavoz de Podemos en el Congreso, Irene Montero. (Foto: EFE)

El pasado sábado, Irene Montero sustituyó a Íñigo Errejón como portavoz parlamentaria de Podemos, y en apenas una semana ha impuesto un nuevo estilo en las intervenciones del grupo que, frente a la moderación que intentaba imponer el ex secretario político, ya han adoptado totalmente el estilo bronco y hostil que defiende el secretario general Pablo Iglesias.

La semana arrancaba con una imagen significativa de la nueva etapa que afronta el partido tras la asamblea de Vistalegre II. El derrotado Íñigo Errejón era relegado a la fila posterior a la que ocupaba junto a Iglesias, y Montero tomó su lugar junto al líder. Otros diputados críticos con el líder como Tania Sánchez se vieron relegados al ‘gallinero’, mientras que se confirmaba la caída en desgracia de Carolina Bescansa con un asiento en tercera fila.

Su primera semana al frente de la portavocía del grupo parlamentario brindó a Montero una oportunidad perfecta para dar una muestra de talante: la visita del presidente argentino Mauricio Macri. Ya el martes, el canal del partido en Telegram rebosaba de mensajes pidiendo el boicot a la la visita e incluso que la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena no entregase al mandatario argentino la llave de la ciudad, como es habitual en visitas de Estado.

En rueda de prensa el pasado martes en el Congreso, Irene Montero no dudó en hacer suyos estos postulados, al anunciar que ningún representante de su grupo asistiría a la cena que los Reyes ofrecían en honor a Macri, al que calificó de «presidente offshore» y al que acusó de haber cometido «violaciones de derechos humanos».

Fiel a su palabra, al día siguiente, Podemos había preparado un recibimiento especial para el presidente argentino en su visita oficial al Congreso, con su nueva portavoz al frente con una camiseta que reivindicaba la libertad de la activista argentina encarcelada Milagro Sala.

Tanto los parlamentarios de Podemos como los de ERC se negaron a aplaudir el discurso de Macri, aunque el momento más tenso se produjo cuando el secretario tercero de la Mesa, Marcelo Expósito (Podemos), aprovechó el saludo del mandatario argentino a los miembros de la Mesa para saltarse el protocolo y entregarle una carta en la que el partido morado reivindicaba la libertad para Sala, en prisión preventiva desde hace un año y acusada de varios delitos en su país.

La protesta de Podemos contra Macri ha tenido repercusiones internacionales, con la ex presidenta argentina -y rival del actual mandatario- Cristina Fernández de Kirchner haciendo suyas las tesis del partido morado a través de las redes sociales.

La guardería de Toni Cantó

La de Macri ha sido la polémica de mayor trascendencia, pero no la única que ha protagonizado Montero en el Congreso esta semana. El pasado martes, la portavoz de Podemos se enzarzó con el diputado de Ciudadanos Toni Cantó a raíz de su uso de la palabra «guardería».

En un rifirrafe entre Podemos y el partido naranja, Cantó acusó a los de Iglesias de querer «chupar cámara» en el Congreso y puso de ejemplo la experiencia parlamentaria del bebé de Carolina Bescansa. «Chupar cámara es llevar a un recién nacido al Pleno y no a la guardería».

Sus palabras provocaron una curiosa reacción por parte de Montero, que optó por reprochar a Cantó su elección de palabras: «A Toni Cantó hay que recordarle que no se dice ‘guardería’, se dice ‘escuelas infantiles’ porque en esos espacios no se guardan a los niños y a las niñas, sino que con mucho trabajo se educa y coeduca”, aseguró en declaraciones a La Sexta.

Con lo que quizá no contaba es que la web del partido incluye el término guardería para referirse a los centros educativos para los más pequeños, y así se refiere a ellos el programa con el que la formación morada concurrió a las pasadas elecciones autonómicas.

El beso más buscado

Sin embargo, Irene Montero no sólo ha copado las portadas por su estreno como portavoz en el Congreso, sino por la confirmación de uno de los rumores más persistentes en torno a Podemos: el romance que mantiene con el secretario general Pablo Iglesias.

El pasado miércoles, LOOK desvelaba en exclusiva la primera imagen de un beso entre Montero e Iglesias, que fueron ‘cazados’ en un bar madrileño el fin de semana anterior, precisamente el mismo día en que el Consejo Ciudadano de Podemos había confirmado a Montero como portavoz parlamentaria.

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