Iglesias premia a su fiel Gloria Elizo colocando a su marido en el núcleo duro de Podemos

Gloria Elizo
Gloria Elizo, presidenta del Comité de Garantías de podemos (FOTO: FACEBOOCK)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pablo Iglesias ha reservado dos de los puestos más estratégicos en el nuevo ciclo que quiere inaugurar en Podemos para un matrimonio que atrae la polémica. El que forman Gloria Elizo, presidenta de la Comisión de Garantías y Pablo Fernández Alarcón, miembro también de ese órgano.

Elizo, muy criticada por el sector ‘errejonista’ por su falta de independencia para presidir la Comisión, acumulará un poder determinante desde su nuevo cargo como secretaria de Acción institucional. Una plaza clave para agitar la estrategia de protesta y movilización que pretende el secretario general y que tendrá uno de sus escenarios más visibles en el Congreso de los Diputados. Precisamente, Elizo es ya vicepresidenta cuarta de la Mesa del Congreso, y por tanto una de las personas con más influencia en el grupo parlamentario de Podemos.

Su cónyuge, Pablo Fernández se convierte en uno de los nuevos hombres fuertes de Iglesias y parte esencial de su auténtico núcleo duro. Su nueva responsabilidad en el partido incluirá el control sobre la futura política de alianzas y la estrategia del próximo ciclo electoral, dos asuntos cruciales en el horizonte del partido. Además, ampliará su poder como responsable de la gerencia y de todo el trabajo burocrático de la organización.

La política electoral fue precisamente uno de los principales incendios entre Iglesias y Errejón. Ambos se enfrentaron desde dos visiones opuestas. El primero, apostando por la unidad con Izquierda Unida, y el segundo, por mantener la independencia. El número dos apuntó con tino que los votos del partido de Garzón no tenían por qué trasladarse a Podemos, como así demostraron los resultados electorales.

Ambos siempre han mantenido posiciones distantes en este asunto y ahora, Iglesias quiere blindar su estrategia con un área coordinada por Fernández, y que en su mismo nombre lleva claras las intenciones: «Unidad Popular». Fernández será así un nuevo pilar imprescindible para Iglesias, con una influencia equiparable al secretario de Organización, Pablo Echenique.

Doctor en Filosofía del Derecho, Fernández ejerció durante 12 años como consultor empresarial y asesora a varias fundaciones en cuestiones de integración laboral. Además, en los últimos tiempos ya se había ido ganando la confianza de Iglesias por su trabajo en el área legal de Podemos.

Gloria Elizo siempre ha estado en el punto de mira de los errejonistas por su polémica forma de dirigir la Comisión de Garantías, el órgano que debe dirimir sobre los conflictos internos del partido.

La renovación de este órgano ha sido uno de los asuntos que aún encalla las relaciones entre ambos bandos. De hecho, fue uno de los grandes motivos de disputa previos a Vistalegre, cuando no se logró un consenso sobre cuál sería el proceso. Errejón, y también la corriente Anticapitalista, reclama que ningún cargo público pudiese formar parte de la citada Comisión.

La presencia de Elizo ha sido incluso cuestionada por el sector ‘pablista’. En la pasada Asamblea de Vistalegre, el ex juez y ahora diputado, Juan Pedro Yllanes, reclamó la «independencia»  de la Comisión de Garantías y aseguró que «pelearía» por ella «como por la independencia del Poder Judicial». Su queja generó un visible impacto en la corriente del secretario general. En otro de los momentos de la pasada Asamblea, uno de los ponentes llegó a acusar a la Comisión de tener 80.000 casos sin resolver.

Hace unos semanas, un grupo de críticos del partido protagonizó una concentración en Madrid para denunciar que la propia Elizo y su marido eran los encargados tanto de abrir los expedientes como de resolver los recursos contra los mismos. Una muestra de falta de independencia de un órgano encargado de «garantizar que el funcionamiento de la organización se ajuste a los principios de democracia, transparencia, justicia y participación igualitaria de todas las personas», según los estatutos.

Otro de los momentos más críticos se vivió durante el debate sobre la acumulación de cargos de Ramón Espinar. La resolución falló en favor de Espinar, sin reunir al Pleno. Elizo defendió que no se podía limitar un «derecho fundamental como es el derecho al sufragio pasivo».

En el renovado tribunal no habrá, al menos de entrada, ningún favoritismo ya que nueve de los 10 elegidos son militantes sin afiliación por ninguno de los bandos.

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