Sáenz de Santamaría se solidariza con González y recuerda su escrache: «Los vi desde la ventana de mi casa»

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha solidarizado este viernes con el ex presidente del Gobierno Felipe González y el acoso que sufrió por un grupo de violentos cuando intentó entrar este miércoles para dar una conferencia en la Universidad Autónoma de Madrid. Finalmente la conferencia se suspendió dado el grado de violencia que se dio en los pasillos de la institución. Gritos, insultos y pancartas, incluso apoyando la violencia de ETA.

«En esta mesa he hablado en numerosas ocasiones sobre los escraches, y algunas más cercanas que otras por decirlo de alguna manera, y siempre he tenido la misma posición. A quien haya organizado este y a quien haya organizado anteriores les digo lo mismo. Los derechos de unos acaban cuando empiezan los derechos de otros y la libertad de expresión de los que protestaban termina cuando empieza la de los que van a la universidad a manifestarse. Eso sirve para cualquier tipo de escrache», explicó la vicepresidenta.

«Los he visto desde la ventana de mi casa»

«Felipe González tiene mi solidaridad porque además es que sé lo que es y sé cómo se pasa. Yo no sé quién estaba y quién no estaba. Yo sé quién estaba en otros momentos y en otros escraches porque los he visto desde la ventana de la cocina de mi casa y hasta ahí le puedo decir…», zanjó Saénz de Santamaría recordando lo mal que lo pasó cuando la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) convocó en una glorieta del centro de Madrid a afectados y activistas para protestar en la puerta de su casa.

La Policía identificó a Jorge Verstrynge

Los agentes, en abril de 2013, identificaron a algunas personas y pidieron el DNI por “concentración ilegal” al inicio de la protesta. El primero de los identificados fue Jorge Vestrynge, ideólogo de Podemos. Llegaron gritando consignas a casa de la vicepresidenta: «¡No son desahucios, son asesinatos!». Según fuentes de Moncloa, Saénz de Santamaría estaba dentro con su marido y su bebé.

Este viernes, Sáenz de Santamaría se mostró rotunda y señaló que «tendrán ellos que explicar si ya no están de acuerdo con lo que hacían entonces o qué opinan de lo que hacen ahora. Indudablemente todo el mundo tiene derecho a la libertad de expresión, de asociación, pero esos derechos no son ilimitados y terminan donde empiezan los de los demás. La libertad de protesta de los que estaban allí termina donde empieza la libertad de expresión del señor Felipe González y quienes le acompañaban para expresar en una universidad lo que tuviera por conveniente», zanjó la vicepresidenta.