Teresa Rodríguez copia el modelo de las ‘mareas’ para avanzar en la ruptura con Iglesias

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Teresa Rodríguez. (Foto: EFE)

A la lucha estratégica entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón por el futuro de Podemos se suman los distintos ‘incendios’ que el partido debe sofocar a nivel territorial.

Uno de los más activos lo tiene ahora en Andalucía, comunidad que, a principios de noviembre, habrá de renovar su liderazgo y donde la actual secretaria general, Teresa Rodríguez, avanza en su modelo de ruptura con el partido a nivel nacional. Rodríguez ha planteado de cara a esas primarias un proyecto netamente rupturista con el centralismo de Madrid para formar un partido propio, de tipo federal y bajo el modelo que ya domina en las confluencias territoriales.

De hecho, su candidatura para esas primarias, “Por una marea andaluza”, copia incluso el nombre a los socios de Podemos en Galicia, con los que la dirección de Iglesias mantiene una tensa relación de equilibrio.

Rodríguez, que devuelve así al debate ideológico de Podemos la tesis de los ‘anticapitalistas’-la corriente a la que pertenece- lleva días recorriendo Andalucía en una serie de encuentros por distintas localidades para explicar su proyecto, plasmado en un manifiesto fundacional en el que defiende la urgencia de una «organización andaluza federable» en el seno de Podemos.  En definitiva, un modelo “descentralizado” en el que la región “pueda decidir por sí misma sus ritmos y sus destinos conforme a su realidad”.

«No queremos ser las representantes de un partido “en” Andalucía”, se advierte, en otro momento, en un rotundo mensaje de ruptura con el Podemos central. Las críticas veladas al partido se exponen con el rechazo a la “profesionalización” de los cargos públicos, los privilegios políticos o las prácticas de los partidos tradicionales. «Necesitamos sustituir la lógica de la burocracia por la lógica de la militancia o acabaremos pareciéndonos a aquellos a los que combatimos”, advierte, en lo que se entiende un rotundo aviso hacia Iglesias y el núcleo duro de Podemos.

Las consecuencias de este órdago tienen un peso significativo en un momento especialmente crítico para el devenir de Podemos. Al debate estratégico, avivado con enfrentamientos, día sí y día también, entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, se ha sumado este mismo lunes Juan Carlos Monedero. «Si hubiéramos tenido una discusión sobre para qué se quiere el poder y hacia dónde se quiere ir, estas discusiones estarían muy normalizadas y no se hubieran expresado de una forma que me han parecido un poco infantil, a través de un tuit», ha dicho el ideológo de Podemos en una entrevista en Radio Cable.

El partido deberá afrontar estas diferencias a principios del próximo año, en una nueva Asamblea Ciudadana que servirá para renovar el liderazgo y el proyecto y a la que, según ha podido saber OKDIARIO, Errejón estaría dispuesto a presentar candidatura. El número dos valorará medirse con Iglesias en caso de que su apuesta para la Comunidad de Madrid- Tania Sánchez y Rita Maestre-logren un buen resultado en las primarias que se celebran el próximo mes de noviembre.

Desconfianza entre Rodríguez e Iglesias

La relación entre Pablo Iglesias y Teresa Rodríguez ha sido la de un continuo tira y afloja. Aunque más próxima al líder morado que a su número dos, la desconfianza entre ambos es evidente. De hecho, Rodríguez es una de las dirigentes más combativas contra el estilo centralista de Iglesias y sus métodos: con dureza criticó, por ejemplo, su estrategia de blindarse en el poder a través de listas plancha para aupar a sus candidatos. La líder andaluza fue además desautorizada por la dirección en plenas negociaciones para la investidura de Susana Díaz. 

En los últimos tiempos, Iglesias ha tratado de acercarse a los ‘anticapitalistas’ con un evidente afán estratégico de cara a reforzarse contra Errejón. Con ellos trabaja, por ejemplo, en una lista unitaria para la Comunidad de Madrid, liderada por el ‘oficialista’ Ramón Espinar.

Los ‘anticapitalistas’ cuentan con una relevante influencia territorial, esencial para el futuro del partido. No obstante, algunas de sus reclamaciones, como una portavocía coral o la defensa del principio de una persona, un cargo, van en contra del estilo de liderazgo en el que trata de blindarse el secretario general.

La futura renovación de las direcciones autonómicas- Madrid, Andalucía, Extremadura- y de hasta una docena de municipios de más de 100.000 habitantes será el preludio que definirá el ‘nuevo’ Podemos y servirá para medir el pulso entre ‘errejonistas’ y ‘pablistas’ de cara a Vistalegre II.

 

 

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