Óscar López y Antonio Hernando piden seguir en sus puestos pese a la caída de Sánchez

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El portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López (Foto: Efe)

El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, y el del Senado, Óscar López, están dispuesto a seguir en su cargo, si así lo decide la comisión gestora que dirige su partido tras la dimisión del secretario general, Pedro Sánchez. Ambos portavoces piden seguir al frente de sus puestos pese a la caída de Sánchez y es la gestora, reunida este lunes, la que tiene la última palabra. Las fuentes consultadas por OKDIARIO, aseguran que «cambios puede haber». Asimismo, aseguran que ya han ratificado el puesto a Hernando que seguirá siendo portavoz socialista en el Congreso, según las mismas fuentes.

Ambos estaban considerados personas de la máxima confianza de Sánchez, junto con el exsecretario de Organización, César Luena. Será la gestora la que, a partir de las 12.00 horas, proponga previsiblemente hoy los nombres de la nueva dirección de los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado, así como la fecha del próximo Comité Federal que pueda desembocar en un Congreso para decidir quién será el que dirija la nueva etapa de «regeneración», que buscan, los socialistas.

Fijar el Comité Federal

La gestora que dirige Fernández, deberá ponerse desde el primer día a fijar la hoja de ruta ante las cuatro semanas decisivas que hay por delante en las que se tiene que resolver la incógnita de si hay gobierno o elecciones. La decisión de abstenerse o no ante Rajoy no es competencia de la gestora, sino del Comité Federal, que es el acuerda en última instancia las decisiones sobre pactos y posicionamientos ante una investidura.

Cerrada la puerta a intentar un gobierno alternativo, como fue el empeño de Sánchez, son pocas las alternativas que restan. Fernández no ha defendido, de forma expresa, la abstención a Rajoy, si bien el pasado viernes aseguró que las únicas opciones son que gobierne el PP al ser la lista más votada o ir a unas terceras elecciones.

Esta postura está en sintonía con la de otros dirigentes territoriales, como la andaluza Susana Díaz, para quien al PSOE no le queda otro remedio que estar en la oposición con 85 escaños. Inclinarse por la abstención puede provocar nuevas convulsiones internas que agraven el delicado estado de salud del PSOE, ante la amenaza de algunos diputados de que se mantendrán firmes a sus convicciones y a votar no a Rajoy.

Ante lo sucedido en los últimos días tras la rebelión de los críticos y el agitado Comité Federal de ayer, a la gestora le va a corresponder tratar de calmar el partido. Para ello, se ha optado por un perfil discreto de sus componentes, incluido el del propio Fernández, no muy dado a prodigarse en declaraciones a los medios, con la excepción del andaluz Mario Jiménez, portavoz del PSOE en el Parlamento autonómico.

Sánchez mantiene su escaño, de momento

Por el momento, Sánchez ha dimitido de secretario general, pero sigue en su escaño, si bien cederá el cargo de presidente del grupo parlamentario. Entre quienes podrían optar a este puesto está el diputado sevillano y exsecretario de Política Federal, Antonio Pradas, quien llevó a Ferraz el pasado miércoles las firmas de los miembros críticos de la Ejecutiva que dimitieron.

También se esperan cambios en el Parlamento Europeo, donde Elena Valenciano podría volver a ser la portavoz después de que en septiembre de 2014, cuando Sánchez llegó a la secretaría general, fuera desplazada del cargo por Iratxe García. Otro de los retos que tiene pendiente la gestora es tratar de normalizar la relación con las federaciones, divididas en dos por el enfrentamiento entre Sánchez y los barones críticos.

Fernández cuenta con el aval de ser un referente moral del partido, aunque su inclinación por el bloque de los detractores del exlíder del PSOE ha provocado distanciamiento con otros dirigentes territoriales. No menor será el reto de recomponer la relación y de restaurar la confianza entre los militantes, que también se han partido por la mitad por el debate entre el no a Rajoy o apostar por otra estrategia.

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