El Gobierno se ampara en la investidura de Sánchez para dar dos semanas a Rajoy antes de fijar fecha

Mariano Rajoy
Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría en el discurso de investidura (Foto: EFE).

El Gobierno espera que el candidato del PP, Mariano Rajoy, pueda tener un tiempo “razonable”, que podría ser de entre 12 o 15 días, para buscar apoyos que logren la investidura y desbloquear así la situación política en España. En realidad, no se puede ir mucho más allá con el techo de gasto, los Presupuestos Generales del Estado y directivas europeas todavía por aprobar e, incluso, con advertencia de sanción por parte de Europa si no se aprueban en un plazo prudencial (algunas en agosto y otras en octubre).

Los populares apremiaron en su momento al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, cuando éste aceptó el encargo del Rey en febrero, para que fijase una fecha en el calendario y poder celebrar la investidura. Ahora cambian las tornas y es el PP el que pide oxígeno cuando el resto le echa en cara que el artículo 170 del Reglamento del Congreso plantea que una vez que hay candidato se debe de poner fecha al Pleno, si bien el texto no especifica expresamente que sea de inmediato.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, respondió este viernes que el ex presidente del Congreso, Patxi López, creó un precedente con la investidura de Sánchez al tardar entre un par de semanas en anunciar la convocatoria del Pleno de investidura y subrayó que “quien aduce ese precedente debería de aplicarse la propia doctrina que hizo valer en la Mesa del Congreso”. En derecho parlamentario, el sentar precedente implica sentar Ley o un derecho consuetudinario, de manera que los que vienen detrás, el PP, pueden ampararse en este hecho para que el candidato Mariano Rajoy también disponga de entre 12 y 15 días para buscar los apoyos necesarios antes de fijar la fecha de investidura.

La vicepresidenta insistió en que la primera responsabilidad que tienen todos con arreglo a la Constitución es «devolver la normalidad democrática» a España, ya que, según dijo, lo que no puede permitirse el país es que haya «continuamente unas elecciones tras otras». «Devolver a los ciudadanos la responsabilidad de nuevo no es una buena opción”, exclamó. La vicepresidenta señaló además que el tiempo para que se produzca el debate de investidura «no tiene por qué ser mucho». «Es una cuestión de voluntad política», indicó.

Sí recordó que el 30 de septiembre hay que presentar el proyecto de ley de presupuestos del próximo año, pero antes hay que enviar al Congreso, al Senado, al Consejo de Política Fiscal y Financiera y a la Comisión Española de Administración Local los objetivos de estabilidad presupuestaria y el techo de gasto. «Ésas son las fechas en que nos movemos. No es una cuestión de una semana u otra, sino de voluntad política», repitió Sáenz de Santamaría.

«Antes de la coherencia jurídica está la coherencia política y la coherencia personal», subrayó antes de advertir que algunos pretendan sólo poner en marcha «el reloj de la democracia» para que haya unas terceras elecciones. Una convocatoria ineludible, según ella, si no apoyan a Rajoy, o si Pedro Sánchez tiene otros planes «que tendrá que explicar». La vicepresidenta terminó pidiendo un esfuerzo a todos para negociar «dentro de la máxima generosidad» y sentarse en torno a una mesa.

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